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La pandemia ha impactado con fuerza el bolsillo de los bogotanos y reactivar la economía es uno de los principales desafíos de la administración, de cara a la “nueva normalidad”. Y para enfrentarlo, la alcaldesa Claudia López presentó una propuesta que denominó el “Plan Marshall de Bogotá”, haciendo alusión al plan de ayudas para la reconstrucción de los países devastados por la Segunda Guerra Mundial. En este caso será un plan local, con recursos propios y endeudamiento, para recuperar la economía, golpeada por el COVID-19.
El proyecto de acuerdo, que radicará ante el Concejo, busca por un lado aumentar el cupo de endeudamiento a $11 billones y cobrarles un poco más de impuestos a los que se beneficiaron económicamente de la pandemia, para tener capacidad de maniobra ante la reducción en el recaudo de impuestos y poder ofrecer alivios a los que sintieron con mayor rigor la emergencia.
Una de las estrategias será reducir la presión con el pago de algunos impuestos el próximo año. Por ejemplo, congelar el pago del predial (excepto los lotes) y ofrecer la posibilidad de pagarlo en cuatro cuotas sin intereses. También, la de dar descuentos que oscilan entre el 5 % y e 15 % en el impuesto de industria y comercio (ICA), a los que más perdieron en la emergencia. Para las microempresas, que aún operan bajo la informalidad, también hay un plan. Según el Distrito, por su condición, pierden muchos beneficios, razón por la cual las animarán a que se formalicen. La alcaldesa se comprometió a pagar, con recursos públicos, parte del costo del registro o actualización de la matrícula mercantil, así como un pago del ICA progresivo que empezará en el 20 % de su valor.
“Reconocemos que esa formalización es costosa y representa trámites engorrosos, pero queremos ayudarlos para que accedan a incentivos y beneficios distritales. Entre ellos, habrá una progresividad en el pago del ICA, esto quiere decir que si se formalizan este año pagarán solo el 20 % y por ejemplo, en 2027, ya empezarán a pagar el 80 % del impuesto”, explicó López.
Sin embargo, el plan no solo contempla beneficios, también un llamado a los que más tienen, a quienes les aumentarán tributos para, de cierta manera, subsidiar la estrategia. Por ejemplo, en el caso del predial, se propuso una modificación en la tarifa del impuesto a partir de 2021. Mientras la mayoría tendrán un reajuste a favor, a los dueños de predios residenciales, con avalúos superiores a $1.000 millones, les aumentará casi 8 %.
Algo similar ocurrirá con las empresas que crecieron en ventas durante la pandemia, a las cuales también les aumentará la tarifa por mil en el pago del ICA. En la lista de compañías están las dedicadas a la fabricación de desinfectantes, productos químicos básicos, jabones y farmacéuticos. Además, las plataformas dedicadas al comercio al por menor por internet, a través de casas de venta o por correo, a las empresas de consultoría profesional, a las dedicadas a obras civiles como construcción de carreteras, proyectos de servicio público, obras de ingeniería y, finalmente, las dedicadas a actividades de telecomunicaciones, call centers y financieras.
El ambiente en el Concejo
Aunque la intención de la administración es ofrecer beneficios para tratar de recuperar la economía, al final todo quedará en manos del Concejo, donde por ahora, si bien saben que las medidas son urgentes, hay dudas y opiniones divididas sobre la estrategia. Yefer Vega (Cambio Radical), por ejemplo, considera que el proyecto toca algunos aspectos importantes, pero está incompleto. “No veo una opción para rescatar a las empresas que cerraron, ni de solucionar conflictos jurídicos entre arrendatarios y arrendadores, las inversiones en locales, en fin. Hay cosas importantes, pero la recuperación es muy floja en esta propuesta. Otorgar exención del predial para teatros y museos está bien, pero también habría que incluir otros como fundaciones sin ánimo de lucro. Esperamos que nos llegue al Concejo el plan concreto, para saber qué elementos se pueden incluir”.
Para María Victoria Vargas (Partido Liberal), lo central está en el cupo de endeudamiento por $11 billones y tener claridad en qué lo piensan destinar. “El Distrito tendrá que justificarlo y el Concejo está atento, porque nadie es ajeno a la situación que atraviesa la ciudad. El Concejo debe ser consciente de eso y otorgar los recursos que se requieran, siempre y cuando se justifiquen. Estamos en sesiones ordinarias y se le debería dar prioridad a ese proyecto, pues hay iniciativas que se están discutiendo y no tienen mucha relevancia en estos momentos”.
Andrés Forero (Centro Democrático) califica el anuncio como pretencioso y tardío, pues por más que corran, todo apunta a que se tendrá que discutir, en especial el cupo de endeudamiento, en sesiones extras. De igual forma, lanza una crítica: “Todo este plan es a partir del próximo año, pero para este momento no hay medidas concretas. Habrá descuentos para empresas afectadas, pero para las que vayan a sobrevivir después de todo esto”.
Y agrega: “Las medidas presentadas no son para este momento. Lo más grave de todas las propuestas es la de subir las tarifas a las ventas por internet. Es gravísimo, porque ese impuesto se va a trasladar a los proveedores o a los consumidores, y será encarecer uno de los pocos canales que están vigentes en la cuarentena. ¿No pueden hacer pilotos los restaurantes, y ahora les encarecen el comercio digital? En resumen, del proyecto hay cosas positivas, pero que se quedan cortas”.
Lucía Bastidas (Alianza Verde) considera que más que reactivación económica, es un plan de alivios tributarios que, igual, era un compromiso. “Estuve en una comisión accidental en la que se comprometieron a presentar en dos meses el plan de alivios, pero no veo claridad en este plan porque, por ejemplo, van a gravar el tema de marketing digital; el predial a cuotas lo amplían a los predios no residenciales, pero se congela solo un año, y los sectores empresarial y comercial no van a tener cómo responder ante eso”.
Y agrega: “Este es un proyecto de acuerdo que quedó producto de la discusión del Plan de Desarrollo. Como eran muchos recursos y tenía un tema fiscal, quedaron de presentar un nuevo proyecto en dos meses. Si se ve, el tema del predial para los comerciantes será complicado y no vamos a recoger dinero. Bien por los museos que no les cobrarán predial, pero debería extenderse a todos. Puede ser muy populista, pero es que no va a haber dinero para pagar”.
Finalmente, Diego Cancino (Alianza Verde) tiene otra óptica: “Esta pandemia nos ha mostrado la prioridad de la vida y de la vida digna. Cuidar la vida es crucial y que la vida no caiga en pobreza y desempleo. Por eso mismo un esfuerzo decidido y contundente para generar un plan que reactive económicamente nuestra ciudad es crucial. El Estado debe ser solidario frente a esta situación, y en ese sentido, de manera excepcional, apoyamos que existan consideraciones tributarias que impactan positivamente el bolsillo de la ciudadanía y de las empresas. A su vez, planes claros para la formalización de empresas en la ciudad contribuye a la economía y a la generación de empleo. Le estamos proponiendo a la alcaldesa que el ingreso mínimo vital -un primer paso de la renta básica- lo destine a la mitad de la población de Bogotá que ha sido tradicionalmente discriminada por el empleo, los ingresos y las inequidades en el trabajo en el hogar, es decir, ¡que el ingreso garantizado sea para las mujeres de esta ciudad!”.
Por ahora, la propuesta para tratar de empezar a reactivar la economía de la ciudad ya está sobre la mesa. La tarea ahora quedará en manos del Concejo.