“La quebrada estaba muy crecida”: familia Pavón antes de la tragedia en Quetame
Los primos Daniel y César Pavón contaron cómo fue que se enteraron de que ocho miembros de su familia fueron víctimas de la avalancha que se llevó el caserio de la vereda Naranjal, en Quetame, Cundinamarca. Señalan que una de sus primas advirtió sobre el nivel del agua y las fuertes lluvias de la noche del 17 de julio.
Sara Caicedo
Sobre las 10 de la noche del pasado 17 de julio fue la última vez que el papá de Daniel Pavón se conectó a WhatsApp y que sus familiares volvieron a saber de él. Así lo cuenta su hijo, quien se desplazó el pasado 18 de julio desde Bogotá hasta la vereda Naranjal, la zona del municipio de Quetame, en Cundinamarca, que fue arrastrada por una avenida torrencial que se llevó a su paso más de 20 viviendas y dejó, hasta el momento, 20 muertos y nueve personas desaparecidas.
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Sobre las 10 de la noche del pasado 17 de julio fue la última vez que el papá de Daniel Pavón se conectó a WhatsApp y que sus familiares volvieron a saber de él. Así lo cuenta su hijo, quien se desplazó el pasado 18 de julio desde Bogotá hasta la vereda Naranjal, la zona del municipio de Quetame, en Cundinamarca, que fue arrastrada por una avenida torrencial que se llevó a su paso más de 20 viviendas y dejó, hasta el momento, 20 muertos y nueve personas desaparecidas.
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Daniel nació en ese municipio y se crío allí, pero actualmente vive en la capital, y desde allí se enteró de que gran parte de sus familiares estaban durmiendo en sus casas, en Naranjal, cuando la avalancha llegó.
“Mi papá se conectó a las 10:47, y eso fue como a los dos minutos, mi mamá habló con Nury, con una prima, y le dijo que la quebrada estaba bajando muy crecida, que ella estaba muy asustada, y al momentito le colgó y como a la hora fue que se supo”, contó.
“Aquí casi todos somos familia, en el sector de Limoncitos tenemos más familia, ellos se enteraron por el estruendo que hubo, eso fue impresionante, entonces un primo se vino a buscarlos y cuando llegó encontró el peladero, dijo que el río se los había llevado, ya no había nada”, agregó el miembro de la familia Pavón.
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“Esto nunca se había visto”, señaló mientras intentaba pisar firmemente en el terreno inconsciente, lleno de lodo y piedras que dejó la tragedia. “Tengo ocho desaparecidos, mi papá, mi abuela, un tío y la esposa, una prima con el esposo y sus dos hijos. Ellos viven hacia arriba, en la parte más alta de la montaña”, contó.
Todas estas personas vivían en un caserío de más de 20 viviendas, las cuales se las llevó el río. “Allá, donde fue la tragedia, no hay nada, solo barro y piedras. Eso se llevó todo, tres camiones que había ahí ni siquiera quedaron enterrados, sino que la avalancha se llevó todo”, contaba Daniel mientras señalaba con su mano izquierda la punta de la montaña en la que queda ubicada la vereda Naranjal.
Él, que vivió hasta los 15 años en esta zona, y que visita frecuentemente para ver a su familia, informó que en esta parte de Quetame viven alrededor de 15 familias y que la mayoría de ellas tienen niñas o niños. Y aunque las autoridades no les dicen nada en concreto a él, ni a su primo, Cesar Iván Pavón, ellos decidieron subir hasta el punto de la tragedia, y con botas puestas y herramientas en mano, intentan colaborar con la búsqueda y el rescate de las víctimas, entre las que esperan ver a sus familiares a salvo.
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Por su parte, Cesar, quien vive en Puente Quetame, una zona aledaña a la tragedia, contó que también se enteró la noche del 17 de julio. “Con tanta tempestad de lluvia y avalanchas que hubo nos dijeron que a Naranjal se lo había llevado el río, entonces empezamos a llamar a la familia y no contestaban”.
Después de esto hicieron averiguaciones y confirmaron que su familia estaba desaparecida y que la casa ya no estaba, se la había llevado el río. “Falta el tío Pedro, el tío Daniel, la abuelita Luisa, la mujer de mi tío, la hija de mi tío y los niños. Las autoridades no dicen nada, uno solo puede ir a escarbar y buscar en donde uno más o menos cree que de pronto están”.
Cesar compartió que en todos los años que ha vivido en esta zona, nunca había presenciado una tragedia así. “Nosotros hemos estado toda la vida aquí y nunca había pasado eso, sí se ha crecido la vereda, pero ahorita sí fue un desastre. En donde estaba el barrio se acabó todo y ahí había muchas familias”.
Actualmente, las autoridades continúan la búsqueda de esta y otras familias. Por su parte, el capitán de los Bomberos de Cundinamarca, Álvaro Farfán, confirmó que a la fecha van 20 personas fallecidas y nueve desaparecidas, asimismo, 29 viviendas destruidas, el acueducto de Quetame se encuentra afectado y la vía Bogotá-Villavicencio continúa cerrada.
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