“La Región Metropolitana debe tener un replanteamiento”: Alfredo Molina
Alfredo Guillermo Molina Triana es candidato a la Gobernación de Cundinamarca y cuenta con el aval de En Marcha, el partido del exministro Juan Fernando Cristo. Molina le contó a El Espectador su principal apuesta por el departamento y cómo replantearía la Región Metropolitana de Bogotá y Cundinamarca.
Sara Caicedo
¿Quién es Alfredo Molina?
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¿Quién es Alfredo Molina?
Soy profesional del sector agropecuario, médico veterinario y zootecnista en mi base técnica. Tengo especializaciones en educación ambiental, gerencia pública y en prevención y atención de desastres. Tengo dos maestrías, una de gestión y evaluación ambiental, y una en estudios políticos, de la cual ya me encuentro en etapa de investigación, en el proceso escrito, en la Universidad Externado.
Igualmente, he trabajado todo el tiempo en agro y ambiente, esos han sido mis dos temas generales. He trabajado en el sector privado y público. También fui representante de la Cámara por el Departamento de Cundinamarca por dos ocasiones y aspirante al Senado con promedios de votación de más de 50.000 votos acumulados.
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¿Por qué quiere ser gobernador?
Porque creo que el presupuesto público debe administrarse de forma descentralizada y desconcentrada en las 15 provincias y los 116 municipios de Cundinamarca. El diagnóstico me denota entonces que hoy Cundinamarca tenga una concentración en unos territorios y una falta de atención en otros, y por eso mi propuesta es una Cundinamarca para todas y todos.
¿Cuál es el panorama de Cundinamarca y en qué quiere trabajar?
Se le debe dar mayor autonomía a los municipios y ahorro del gasto público y atención prioritaria a los problemas del territorio, que necesita una atención prioritaria, sobre todo en infraestructura vial; en infraestructura de servicios públicos, principalmente agua potable y saneamiento básico, pero también el gas y luz en las zonas donde no hay.
Asimismo, en la conectividad, algo fundamental para las comunicaciones e igualmente la infraestructura educativa y la infraestructura de salud, que es la prioridad que tenemos.
Por otra parte, busco que haya elevación de calidad de vida y bienestar en niñas, niños y jóvenes a través de nutrición y estudio de oportunidad de la gratuidad que está hoy con unas coberturas altas para Cundinamarca, pero oportunidad post educación en la universidad.
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¿Y qué hay de la agricultura?
Necesitamos crecimiento económico y emprendimiento, a partir de lo que hay en Cundinamarca, una agroindustria establecida importante con el café, la papa, las flores y la caña.
También en centrales de materia agropecuaria, pecuaria, lechería, porcicultura, avicultura, en la ganadería de carne y con el tema de ovinos y caprinos. Asimismo, hay una cadena productiva establecida en alimentos concentrados. Todo eso es lo que tenemos que fortalecer.
Y está el tema del campesinado, que debe ser visionado como el microempresario del campo. Lamentablemente, hoy están abandonados, sin vías terciar, sin salud, sin educación, sin oportunidad, sin un saneamiento básico de aguas, sin oportunidad económica y sin una planificación agropecuaria desde el nivel agropecuario central.
El tema de ambiente también es relevante, y en este tenemos que hacer una restricción porque Cundinamarca tiene una gran conurbación, en el departamento está Bogotá y los municipios, ambas suman 11.5 millones de habitantes en ambos territorios. Y eso hace que sea la zona del país que más han destruido y que se debe conservar de manera inmediata.
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Y es que cuando se habla de ambiente se nos pierde la noción porque hasta los mismos candidatos a la Alcaldía de Bogotá hablan de esto y no le cuentan la ciudadanía que Bogotá se toma el agua del páramo de Chingaza y del río Bogotá, la usan, la contaminan y la llevan al alcantarillado, y todo esto contamina y mata al río Bogotá, y quien recibe eso es Cundinamarca.
¿Seguirá adelante con la región metropolitana?
El acto legislativo y la ley nos obligan a hacer acatamiento y un cumplimiento. Pero el problema es que hoy es una figura legalmente constituida pero no legítima, y eso lo puedo afirmar en el sentido de que la legitimidad es el reconocimiento social, y en este caso ninguno de los 116 municipios de Cundinamarca se ha adherido, los únicos que firmaron una adhesión fue la alcaldesa de Bogotá, el Concejo y el gobernador con su asamblea. Y eso me lleva a la conclusión de que eso es legal pero no legitima.
Y mi visión personal es que debe tener un replanteamiento en el marco del fondo de compensación en el que Bogotá le devuelva economía a los territorios de Cundinamarca afectados por el río Bogotá, y les devuelva plata a las zonas que también les proveen agua a bogotanos. Que haya una tasa por uso de servicios ambientales, e igualmente la nación también debe poner plata de conformidad a los problemas que han generado la violencia que se han acumulado en el departamento y esto ha generado que haya una sobrepoblación y para nivelar eso debemos tener una gran economía.
Lo otro es el tema de las obras de la descontaminación del río Bogotá. Hoy tenemos una planta Salitre que solo está funcionando al 36% y no tenemos la PTAR Canoas, por tanto, el río sigue contaminado. Esos son los temas que debería tocar la Bogotá Región Metropolitana.
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Cundinamarca vivió en el último año tres tragedias que acabaron con la vida de gran cantidad de habitantes, estas fueron las explosiones de bocaminas en Sutatausa, Cucunuba y la avenida torrencial en Quetame. ¿Cómo va a trabajar para resarcir estos daños y prevenir que situaciones así no vuelvan a suceder?
Hay unas tragedias allí en lo que es la minería sin técnica y con explotaciones de socavón. El tema del carbón tiene dos dimensiones. Hay una zona de minas donde hay gas metano y esto provoca que si hay candela o chispa va a explotar y cuando esto pasa hay muerte directa por falta de ausencia de salidas.
Y hay otro tipo de gas, el CO2, esto en exceso y abundancia es un gas letal y genera adormecimiento e intoxicación. Y las tragedias que pasaron fue por falta de técnica y eso quiere decir que hay títulos ilegales porque no tienen un permiso ni una licencia ambiental de las autoridades. Esos temas de los títulos mineros es lo primero que hay que aclarar.
Otro de los retos que tiene el departamento es todo lo que tiene que ver con los desastres naturales como la de Quetame este año. Estamos en una zona vulnerable al cambio climático y a la destrucción de los ecosistemas.
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Tenemos asentamientos de habitantes en zonas muy vulnerables o cerca de ríos que son susceptibles avalanchas naturales y a problemas de remoción en masa, entonces tenemos riesgo de saturación en el terreno. Y eso es un riesgo que debemos tener en cuenta constantemente en Cundinamarca.
Usted cuenta con dos investigaciones penales en la Corte Suprema, ¿a qué se deben y en qué van esos procesos?
Los dos procesos ya están archivados. Y fueron porque cuando fui congresista voté la paz y el referéndum de la paz, y en ese momento nos pusieron unas denuncias a todo Congreso que votó el referéndum que aprobó la paz.
Fuimos más de 250 congresistas que fuimos denunciados en ese momento, y de eso son los procesos que tengo. Yo sí creo en la paz y cuando voté en la paz fue porque creo en ella y en los mecanismos de resolución de conflictos. Esas investigaciones ya están archivadas y sí las tuve, pero por esas situaciones.
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