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Ya no es la amenaza de un grupo de personas que, con papel y lápiz, piden firmas en las calles de Bogotá. El proceso de revocatoria del alcalde Enrique Peñalosa dio ayer un nuevo paso: el comité Unidos Revocamos a Peñalosa entregó 666.023 firmas a la Registraduría, que ahora se encargará de verificarlas. Si encuentra que al menos 280.000 (30 % de los votos del alcalde) son válidas, faltarían pocos trámites para llamar a los ciudadanos a las urnas. (Lea aquí: Comité que promueve revocatoria de Peñalosa hará primera entrega de firmas)
A las 8:30 a.m. de este martes, a las oficinas de la Registraduría, ubicadas en la carrera 8ª con calle 12, llegó un grupo de opositores con 25 cajas en las que llevaban el primer cargamento de firmas. Esta es apenas una entrega parcial, pues la idea es seguir con la recolección en los próximos días, hasta llegar al millón. Su intención, dicen, es evitar que el proceso se caiga por no sobrepasar el umbral que exige la norma.
Carlos Carrillo, promotor del comité, aseguró que la decisión de realizar una entrega parcial se tomó para sentar una voz de protesta ante las supuestas intenciones del Consejo Nacional Electoral (CNE) de frenar la revocatoria del alcalde capitalino. Hay que recordar que el CNE decidió revisar la exposición de motivos de los 101 procesos de revocatorias que se adelantan en el país, para ver si se ajustan a lo que exige la Ley 1757 del 2015: incumplimiento del Plan de Gobierno y el descontento generalizado de la ciudadanía.
“Nosotros sabemos que hay una intención del Gobierno Nacional, específicamente del presidente Santos, para acabar el proceso que se realiza en Bogotá. El CNE se maneja políticamente y dudamos de su objetividad a la hora de revisar la exposición de motivos. Hoy entregamos casi 650.000 firmas para fijar un precedente del apoyo que ha tenido la revocatoria del alcalde de Bogotá”, indicó Carrillo.
La desconfianza no parece ser gratuita. El comité Unidos Revocamos a Peñalosa señaló que el magistrado Héctor Helí Rojas, que participará en esa revisión, debería declararse impedido, ya que su hija, Ana María Rojas Villamil, estuvo vinculada hasta el año pasado a la Alcaldía Mayor de Bogotá, como subsecretaria de despacho y como suplente en la junta directiva de la ETB. A pesar de este reclamo, se confirmó que Rojas Villamil actualmente no tienen ningún vínculo contractual con el Distrito. Sobre este caso, el CNE indicó que no se pronunciará. Aclaró que la revisión continúa su marcha y que por ahora no tiene una fecha fija para tomar una decisión. (Lea aquí: Jaque a la revocatoria de Peñalosa)
Respecto al paso que dieron los opositores, Humberto Antonio Sierra Porto, exmagistrado de la Corte Constitucional y abogado del alcalde en este proceso, indicó que, independientemente del número de firmas, será el CNE el que decida si los comités cumplen con los requisitos para impulsar un proceso de revocatoria o no. Además, las firmas no tienen valor hasta que se validen. “También hay que ver cuántas de estas firmas son válidas. Ya hemos visto cómo otros procesos se caen porque las firmas no pasan la revisión de los grafólogos, están duplicadas o son falsas”, añadió.
Además de Unidos Revocamos a Peñalosa, otros dos comités recogen firmas. Una vez las entreguen a la Registraduría, la entidad tendrá 30 días hábiles para revisarlas. Cada firma que se verifique será un paso más hacia el referendo revocatorio.