En busca de una solución permanente para el corredor Soacha-Bogotá
La firma de un convenio temporal les da a Cundinamarca, Bogotá y Soacha un respiro de cinco meses para desenredar la pita de la movilidad compartida. De momento hay opciones para evaluar.
Miguel Ángel Vivas Tróchez
Contrario al caos que se pronosticó con el fin del convenio de movilidad entre Soacha y Bogotá (que afectaría a 109.000 usuarios y casi 500 rutas de transporte público, que transitan por este corredor), los buenos oficios de las autoridades sirvieron para evitarlo. Gracias al acuerdo al que llegaron ambas administraciones, la autorización de tránsito intermunicipal se amplió cinco meses para que los mandatarios electos puedan buscar una solución definitiva al viejo problema.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Contrario al caos que se pronosticó con el fin del convenio de movilidad entre Soacha y Bogotá (que afectaría a 109.000 usuarios y casi 500 rutas de transporte público, que transitan por este corredor), los buenos oficios de las autoridades sirvieron para evitarlo. Gracias al acuerdo al que llegaron ambas administraciones, la autorización de tránsito intermunicipal se amplió cinco meses para que los mandatarios electos puedan buscar una solución definitiva al viejo problema.
Más información de Bogotá: Pleito entre el IDU y la ETB por un predio se solucionó luego de 50 años.
Y los vientos parecen favorables, en especial porque contrario a la posición del actual mandatario de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, quien se resistió a que el municipio se sumara a la Región Metropolitana (que parece tener herramientas para resolver el asunto), la del mandatario electo, Julián Sánchez, es diferente. Para él la figura asociativa sí es el camino para mejorar el transporte en su municipio. Por eso fue él quien asistió a la firma del nuevo convenio. En el encuentro brilló por su ausencia Saldarriaga, quien pese a ser la actual autoridad, dijo que no lo invitaron.
Allende los reclamos, tanto Claudia López como el Ministerio de Transporte y el alcalde electo (quien aún no es autoridad), al final, sellaron el acuerdo que no solo mantiene por unos meses el statu quo, sino que cae como anillo al dedo a la transición. En ese orden de ideas, las disposiciones del nuevo compromiso, aparte de apuntar a la modernización y la integración, permite que los buses urbanos de Soacha sigan circulando en Bogotá y que los taxis puedan moverse entre ambos territorios sin necesidad de planilla de viaje.
Eso sí, este nuevo convenio tiene fecha de caducidad: no podrá extenderse más allá de cinco meses. En este lapso los nuevos protagonistas de la Región Metropolitana (RM) deberán pasar la que será la primera prueba de fuego. Con Sánchez al mando de Soacha, Rey en la Gobernación y Galán en la Alcaldía de Bogotá (todos optimistas con la RM) hay esperanzas de que esta primera victoria de la figura asociativa se materialice y dé pie a la ejecución de una hoja de ruta clara que resuelva las inconformidades sobre el transporte entre Soacha y Bogotá.
Por el momento, el triunvirato tiene a disposición herramientas ya existentes y un prospecto de nuevos instrumentos que vendrán en el futuro. De ahí que no sea descabellada la idea de pensar en un sistema de transporte multimodal para los 100.000 pasajeros que a diario se movilizan por este importante corredor.
El aspecto crítico: los buses
Cuando no había intención de firmar un nuevo convenio, la Alcaldía de Bogotá propuso como alternativa dos nuevas rutas de SITP para conectar al vecino municipio con Bogotá. Aunque este primer paso es clave para la integración, se debe fortalecer, opina el docente e investigador de movilidad Darío Hidalgo. La solución para consolidar la oferta de transporte en el corredor pasa por “integrar los buses de Soacha al sistema integrado de transporte de Bogotá, con una tarifa y una tarjeta de acceso única”. Esta labor no es sencilla, ya que requiere “un componente jurídico complicado, que debe pasar por la aprobación de la RM”. Esta figura asociativa tendría la clave para desbloquear esta iniciativa.
La articulación de presupuestos de las unidades territoriales, en el marco de la región, podría complementar el rubro económico ya pactado por el Mintransporte para la renovación de la flota. En opinión de Hidalgo, “el cambio de flota podría ser subsidiado con el Fondo de Estabilización de Tarifa, que ya financió la transición de SITP”. Estos recursos, más los que puedan salir de la RM, podrían hacer menos traumático este paso de los buses actuales a unos de cero emisiones.
Nota en contexto: Corredor Soacha-Bogotá: prórroga del convenio sin la firma del alcalde Saldarriaga.
Más infraestructura
Hay dos obras en proceso que reforzarían el transporte de este corredor. La primera, que se entregaría en enero: la construcción del portal de Transmilenio El Vínculo, con el que buscan descongestionar San Mateo. La segunda, aún más crucial, es la construcción de la troncal de Transmilenio para la Av. Ciudad de Cali. Este tramo conectaría a Ciudad Verde con la troncal Américas y la futura primera línea del metro, el cual estaría listo para finales de 2024.
Pero las obras existentes, y otras que puedan ser planteadas a futuro, deben estar enfocadas, sobre todo, en el transporte público. Luis Ángel Guzmán, docente de la Universidad de los Andes, dice que los proyectos para los vehículos particulares, solo atienden a coyunturas específicas, como las salidas masivas de la ciudad por los festivos. En ese orden de ideas “no tiene sentido que los políticos se planteen la construcción de un túnel o la ampliación de las vías, si la necesidad está ahora en el uso cotidiano”. Por tanto, el experto opta por priorizar la construcción de un bicicarril que conecte a municipio con la capital, y a destinar la inversión a proyectos de transporte público.
Otro punto a tocar, el tema de los taxis
Iván Camilo Barahona, Profesor del Centro de Estudios en Vías y Transporte de la Escuela Colombiana de Ingeniería, dice que el factor taxis no debe dejarse de lado en la conversación. “La creación de la Agencia Regional de Movilidad, establecida a raíz de la Ley 2199 de 2022, la cual establece el régimen especial de la región metropolitana Bogotá - Cundinamarca, representa una oportunidad clave para desarrollar mecanismos que simplifiquen el transporte público individual entre ambos territorios. Esto incluye la eliminación de barreras de circulación, como el empleo de la planilla de viaje ocasional, que actualmente dificulta la circulación y fomenta la ilegalidad en los viajes que se realizan en taxi”, opina el experto.
Si el futuro de la movilidad del corredor Soacha - Bogotá es el transporte público, entonces la ampliación de la oferta es de obligatorio cumplimiento. Los expertos coinciden en que la construcción de la tercera línea del metro, que partiría de Soacha, y la culminación del cable de Potosí, es el paso final para consolidar un modelo de transporte integral.
La gente de Bogotá está leyendo: “Decidió volver las elecciones un referendo”, pulla de Claudia López a Petro.
Aumento de la oferta de transporte
Por el momento, la tercera línea del metro solo tiene estudios de prefactibilidad y está a la espera de nuevos estudios de ingeniería detalle, para licitarlo. El cable de Potosí, entre tanto, ya está en fase de licitación y a la escucha de ofertas para ser materializado, a más tardar, a finales de 2027.
La articulación de estos nuevos sistemas de transportes, no solo consolidaría una oferta de transporte multimodal, entre dos territorios cercanos, a la altura de las capitales europeas. La naturaleza eléctrica de ambos, establecería una movilidad eficiente y amigable con el medio ambiente. Otra opción que podría funcionar, desde el punto de vista del profesor Barahona, es la propuesta para el RegioTram del Sur. “Utilizando el corredor férreo existente, que podría generar una alternativa adicional para conectar a Soacha no solo con Bogotá, sino también con los demás municipios de la Sabana a través del RegioTram de occidente, que ya se encuentra en construcción, y con el del norte, que se encuentra en estructuración”. Sobre esta alternativa, vale la pena mencionar, que la alcaldesa Claudia López dijo que, en caso de licitarse la 3 línea del metro, el RegioTram del sur quedaría descartado.
Capitalizar el impulso que tiene la RM tras las elecciones, puede ser el punto de partida para eliminar el paisaje de cortinas de humo y de guerra del centavo que a diario se libra en el corredor. Quedan cinco meses y varias opciones por contemplar. En teoría, las cosas se ven fáciles, pero en la vida, como en la política, cualquier cosa es posible.
No deje de leer: Así será la construcción de la estación nueve del Metro de Bogotá, ¿en dónde será?.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.