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Los apartamentos 601 y 602 de un edificio del barrio Rosales recibieron una visita indeseada anoche. Tres sujetos, con la noche como principal cómplice, violentaron las puertas de esta residencias para llevarse varios equipos que estaban guardados allí.
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Con un conocimiento sospechoso del sistema de seguridad de las viviendas, y de lo que había en su interior, los ladrones ingresaron para llenar sus bolsas, en cuestión de segundos, con varios dispositivos electrónicos de alto valor, en donde figuraban 10 cámaras fotográficas de alta gama 4 macbooks, 2 iPads, 10 cámaras fotográficas, 6 lentes para cámara profesional, 1 proyector y unos audífonos. En conjunto, el valor de estos equipos asciende a los $100 millones.
En el monitor de su cubículo de vigilancia, como si se tratara de un panóptico, el guardia del edificio presenció todos los movimientos de los delincuentes: el forzado de la puerta, el traslado del botín, y el intento fallido de fuga. Entre tanto, convencidos de que habían dado el gran golpe, los ladrones llenaban sus bolsas con estos equipos mientras preparaban el momento oportuno para escapar.
En medio de estas cuentas alegres, el guarda de seguridad informó al cuadrante del sector, que rápidamente movilizó una patrulla y estableció un perímetro para sorprender a los delincuentes. El supuesto robo perfecto se desvaneció en minutos.
El primero que cayó, irónicamente, fue el que más lejos llegó. El primero de los ladrones capturados fue interceptado a pocos metros del lugar mientras se daba a la fuga en medio de las tranquilas calles de Rosales.
Los otros dos, ignorando la suerte de su cómplice, fueron rodeados por los uniformados en las instalaciones del propio edificio que acaban de asaltar. No quedaban vías de escape, ni un botín por rescatar. El robo había sido frustrado con una rapidez superior a la que fue fraguado.
El único camino posible para los recién capturados era la vía que conducía a la estación de Policía de Chapinero, de donde iban a ser conducidos más adelante ante un juez de garantías, al que deberán rendir cuentas por el delito de hurto agravado.
Panorama: el norte de Bogotá capta más víctimas
Las cinco localidades más afectadas por el hurto en viviendas son: Suba, Kennedy, Engativá, Usaquén y Chapinero. Tan solo Suba y Usaquén concentran el 23,8% del total de hurtos en viviendas en 2022. Según expertos y funcionarios de la Sijin, los delincuentes prefieren hurtar viviendas del norte de la capital, debido a que son las que contienen mayor cantidad de objetos de valor apetecidos por el mercado negro.
Así lo explicó a El Espectador, el jefe de la Unidad de Patrimonio Económico de la Sijin, quien aclaró la radiografía de estos hurtos en la ciudad. “En esas localidades los delincuentes buscan obtener mayores ganancias y saben que en el norte encuentran objetos de mayor cuantía que en otras zonas. Para el año en curso, tenemos cinco bandas caracterizadas dedicadas a este delito, varias focalizadas en el norte; en 2023 vamos 156 personas capturadas por estos hechos”, señaló el oficial.
En cuanto a modalidades que más afectan a las y los bogotanos, en 2022 el 41% de estos hurtos se consumaron por medio de lo que llaman las autoridades, el ‘factor oportunidad’, que usualmente es cuando las viviendas se encuentran solas. El 20% corresponde a la violación de cerraduras; el 12% son hurtos ejecutados con llaves maestras; otro 12% se cometen a través de ventanas y el 15% a otras modalidades como el engaño y el atraco, el cual, a pesar de que es la modalidad que menos se presenta en la capital, este año, el hurto por medios violentos va en un 7% de aumento con respecto al año pasado.
“Este es uno de los tipos de hurto que más requiere experticia, ya que es un delito que no se genera por una oportunidad espontánea. Generalmente, tiene una planificación de parte de los delincuentes, un análisis a partir del cual eligen a quién hurtar. Hablamos de un delito que en su mayoría ocurre en ausencia de los residentes de las viviendas. Aquí los delincuentes evitan incurrir en otros delitos por amordazar a las personas, o herirlas”, apuntó Luis Echavarría, asesor en Seguridad de EA Consultores.
Por otro lado, analizando las cifras de este delito en la capital, encontramos que los cuatro días en los que se presentan más hurtos en casas son: viernes, con 1.751 casos registrados en 2022, sábado (1.720), y miércoles, con 1.503.
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