Las alternativas de Bogotá para reciclar
La implementación de programas de reciclaje e incentivos a los ciudadanos para separar sus basuras han sido los proyectos que han hecho el cambio en varias ciudades del país.
Mónica Rivera Rueda / @Yomonriver
Bogotá es la ciudad que más basura genera al día en el país y una de las que menos aprovechan los residuos que botan. Esto en gran medida porque no cuenta con un esquema de separación de residuos clara y eficiente, ni la ciudadanía ha creado una cultura de reciclaje. Es tal la situación, que de las 7.000 toneladas de basura que se sacan a diario, sólo se aprovecha el 3 %.
Esta no es una condición especial de la capital. De acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente, en el país, de los 11,6 millones de toneladas de basura que se producen al año, sólo se recicla el 17 %, es decir, 725.000 camiones. Una cifra que para Magda Correal, presidenta de la Asociación Andina de Residuos, no está mal, ya que “cuando nos comparamos con los demás países de Latinoamérica, somos uno de los que mejor hemos hecho la tarea, pues contamos con un sistema de tarifas con el cual se hace viable la actividad”, pero si se compara con los países europeos, el panorama cambia. Hay un rezago de 25 años, “por lo que se requiere que el Gobierno Nacional reglamente la actividad de tratamiento y valorización de los residuos sólidos”.
Los botaderos a los que mayor cantidad de basura llega son el relleno de Doña Juana, en Bogotá; el Parque Ambiental la Pradera de Medellín, el relleno El Guabal en Cali y el Parque Ambiental los Pocitos en Atlántico.
En gran medida los residuos que llegan a estos botaderos provienen de grandes ciudades como Medellín, donde se producen 1.558 toneladas de basura al día, es decir, alrededor de 570 gramos por persona, uno de los más bajos, mientras que en ciudades como Barranquilla y Cartagena por cada persona se producen entre 1.000 y 1.200 gramos de residuos a diario por persona, una de las tasas más altas del país.
Por ello, con el fin de contrarrestar esta situación, algunas ciudades han tomado medidas con las que se aumentó el aprovechamiento de residuos. Una tarea que no es fácil, según Correal, porque dentro de las cosas pendientes en el país, aún falta implementar nuevas tecnologías que permitan generar energía a partir de los residuos, así como se necesitan rutas formales de reciclaje, ya que no muchas personas reciclan ni tienen clara la forma en que pueden hacerlo.
Medellín es una de las ciudades que han logrado avanzar. A pesar de la alta cantidad de residuos que genera, es una de las que más reciclan. De los recursos inorgánicos reaprovecha el 14,7 % y esto se ha logrado en gran parte con proyectos de incentivos y jornadas educativas para incentivar el reciclaje.
Por ejemplo, a finales del año pasado, la Escuela de Ingeniería de Antioquia y el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para el sector energético iniciaron el proyecto Waste2Energy, con el que se convierten los recursos sólidos en energía eficiente. Además, recientemente se instaló la primera máquina que recibe botellas reciclables a cambio de saldo para ingresar al metro de Medellín.
Para Correal, es preferible que se motive a reciclar y no que se impongan sanciones a quienes incumplan con la separación de residuos. “En ese sentido, tenemos que fijarnos metas de reciclaje y valorización de residuos como ciudad y como país, y establecer las normas y los proyectos que nos permitan alcanzar dichas metas”. Para lograrlo, asegura, se necesita que el Estado reglamente el tratamiento y cobro por la no separación de los residuos sólidos y que fomente la construcción y operación de instalaciones para su manejo.
En abril de 2016, en el Valle del Cauca se inauguró el Parque Tecnológico Ambiental de Occidente, dedicado al tratamiento de residuos biológicos hospitalarios, a través del proceso Ecosteryl, con el que se destruyen vía microondas los desechos sin utilizar agua ni generar emisiones que afecten el medio ambiente. Con este método se evita que este tipo de residuos lleguen a los botaderos.
Asimismo, en Quindío se adelanta la construcción de la primera planta de residuos sólidos, a través de una alianza público privada (APP) en la que se aprovecharían 333 toneladas de basura al día para generar energía utilizada en el alumbrado eléctrico.
Si bien se está avanzando, en definitiva uno de los principales problemas en Bogotá es el tema del reciclaje desde la fuente primaria, la del ciudadano, por lo que gran parte del aprovechamiento debe comenzar desde casa. Por otra parte, de acuerdo con Correal, se avanzaría igualmente si hay una intención clara y coordinación entre los recicladores y los prestadores del servicio para crear horarios, frecuencias y campañas de información. Por el momento, hay que seguir mirando a futuro y analizar otros residuos con manejo especial, como los electrónicos, y así mismo , los gases efecto invernadero que se generan en los rellenos sanitarios. “Es urgente que se revisen las normas y se incrementen las exigencias que deben cumplir estos sitios, y que dichas exigencias se reconozcan dentro de la tarifa del servicio”, concluye Correal.
Bogotá es la ciudad que más basura genera al día en el país y una de las que menos aprovechan los residuos que botan. Esto en gran medida porque no cuenta con un esquema de separación de residuos clara y eficiente, ni la ciudadanía ha creado una cultura de reciclaje. Es tal la situación, que de las 7.000 toneladas de basura que se sacan a diario, sólo se aprovecha el 3 %.
Esta no es una condición especial de la capital. De acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente, en el país, de los 11,6 millones de toneladas de basura que se producen al año, sólo se recicla el 17 %, es decir, 725.000 camiones. Una cifra que para Magda Correal, presidenta de la Asociación Andina de Residuos, no está mal, ya que “cuando nos comparamos con los demás países de Latinoamérica, somos uno de los que mejor hemos hecho la tarea, pues contamos con un sistema de tarifas con el cual se hace viable la actividad”, pero si se compara con los países europeos, el panorama cambia. Hay un rezago de 25 años, “por lo que se requiere que el Gobierno Nacional reglamente la actividad de tratamiento y valorización de los residuos sólidos”.
Los botaderos a los que mayor cantidad de basura llega son el relleno de Doña Juana, en Bogotá; el Parque Ambiental la Pradera de Medellín, el relleno El Guabal en Cali y el Parque Ambiental los Pocitos en Atlántico.
En gran medida los residuos que llegan a estos botaderos provienen de grandes ciudades como Medellín, donde se producen 1.558 toneladas de basura al día, es decir, alrededor de 570 gramos por persona, uno de los más bajos, mientras que en ciudades como Barranquilla y Cartagena por cada persona se producen entre 1.000 y 1.200 gramos de residuos a diario por persona, una de las tasas más altas del país.
Por ello, con el fin de contrarrestar esta situación, algunas ciudades han tomado medidas con las que se aumentó el aprovechamiento de residuos. Una tarea que no es fácil, según Correal, porque dentro de las cosas pendientes en el país, aún falta implementar nuevas tecnologías que permitan generar energía a partir de los residuos, así como se necesitan rutas formales de reciclaje, ya que no muchas personas reciclan ni tienen clara la forma en que pueden hacerlo.
Medellín es una de las ciudades que han logrado avanzar. A pesar de la alta cantidad de residuos que genera, es una de las que más reciclan. De los recursos inorgánicos reaprovecha el 14,7 % y esto se ha logrado en gran parte con proyectos de incentivos y jornadas educativas para incentivar el reciclaje.
Por ejemplo, a finales del año pasado, la Escuela de Ingeniería de Antioquia y el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para el sector energético iniciaron el proyecto Waste2Energy, con el que se convierten los recursos sólidos en energía eficiente. Además, recientemente se instaló la primera máquina que recibe botellas reciclables a cambio de saldo para ingresar al metro de Medellín.
Para Correal, es preferible que se motive a reciclar y no que se impongan sanciones a quienes incumplan con la separación de residuos. “En ese sentido, tenemos que fijarnos metas de reciclaje y valorización de residuos como ciudad y como país, y establecer las normas y los proyectos que nos permitan alcanzar dichas metas”. Para lograrlo, asegura, se necesita que el Estado reglamente el tratamiento y cobro por la no separación de los residuos sólidos y que fomente la construcción y operación de instalaciones para su manejo.
En abril de 2016, en el Valle del Cauca se inauguró el Parque Tecnológico Ambiental de Occidente, dedicado al tratamiento de residuos biológicos hospitalarios, a través del proceso Ecosteryl, con el que se destruyen vía microondas los desechos sin utilizar agua ni generar emisiones que afecten el medio ambiente. Con este método se evita que este tipo de residuos lleguen a los botaderos.
Asimismo, en Quindío se adelanta la construcción de la primera planta de residuos sólidos, a través de una alianza público privada (APP) en la que se aprovecharían 333 toneladas de basura al día para generar energía utilizada en el alumbrado eléctrico.
Si bien se está avanzando, en definitiva uno de los principales problemas en Bogotá es el tema del reciclaje desde la fuente primaria, la del ciudadano, por lo que gran parte del aprovechamiento debe comenzar desde casa. Por otra parte, de acuerdo con Correal, se avanzaría igualmente si hay una intención clara y coordinación entre los recicladores y los prestadores del servicio para crear horarios, frecuencias y campañas de información. Por el momento, hay que seguir mirando a futuro y analizar otros residuos con manejo especial, como los electrónicos, y así mismo , los gases efecto invernadero que se generan en los rellenos sanitarios. “Es urgente que se revisen las normas y se incrementen las exigencias que deben cumplir estos sitios, y que dichas exigencias se reconozcan dentro de la tarifa del servicio”, concluye Correal.