Las vallas fueron empotradas sobre la carrera Décima para restringir el comercio informal en la zona.
Foto: Redes Sociales
Los estruendos de las bombas aturdidoras del Esmad y las arengas de los comerciantes informales han sido la constante de esta semana en el paisaje sonoro de San Victorino. Las jornadas de protesta, que en ocasiones terminaron en disturbios, son producto de una nueva disputa entre los vendedores ambulantes del sector y las autoridades distritales.
Por Miguel Ángel Vivas Tróchez
Periodista egresado de la Universidad Externado de Colombia interesado en Economía, política y coyuntura internacional.juvenalurbino97 mvivas@elespectador.com