Las víctimas inocentes que dejó el rastro de sangre de alias Satanás en Bogotá
Dos mujeres, un niño de siete años, un empleado de fruver, un conductor informal, y un joven venezolano, son las seis víctimas por las que la Fiscalía le imputó cargos de homicidio agravado a José Manuel Vera, alias Satanás, ficha clave del Tren de Aragua. En una primera audiencia, Vera reconoció la serie de eventos criminales en los que participó, pero no aceptó ningún cargo.
Juan Camilo Parra
A los 30 años, José Manuel Vera Sulbarán se convirtió en uno de los hombres más buscados y sanguinarios de la región, siendo una de las fichas claves del Tren de Aragua, banda en la que estuvo antes de fundar ‘Los Satanás’. Pero su nombre en realidad no es relevante porque su alias es el que resuena en la cárcel Tocorón, en Venezuela, y entre los comerciantes de barrios de siete localidades de Bogotá: ‘Satanás’. Su captura en Ecuador puso en jaque la organización que lideró hasta hace poco, y se empieza a conocer la verdad sobre la muerte violenta de seis personas, entre ellos un niño, por cuenta del séquito de terror que sembró Vera, con una red extorsiva que manejaba por celular.
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A los 30 años, José Manuel Vera Sulbarán se convirtió en uno de los hombres más buscados y sanguinarios de la región, siendo una de las fichas claves del Tren de Aragua, banda en la que estuvo antes de fundar ‘Los Satanás’. Pero su nombre en realidad no es relevante porque su alias es el que resuena en la cárcel Tocorón, en Venezuela, y entre los comerciantes de barrios de siete localidades de Bogotá: ‘Satanás’. Su captura en Ecuador puso en jaque la organización que lideró hasta hace poco, y se empieza a conocer la verdad sobre la muerte violenta de seis personas, entre ellos un niño, por cuenta del séquito de terror que sembró Vera, con una red extorsiva que manejaba por celular.
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Vera era buscado desde abril del 2022 cuando escapó de una prisión en la que se encontraba tras ser detenido por el delito de homicidio. Durante un año le siguieron la pista mientras el fugitivo conformaba a ‘Los Satanás’, bajo una línea de mando basada en el miedo, la muerte, y la extorsión a comerciantes. Cuando fue capturado en Loja (Ecuador) no pudo hacer ninguna llamada porque él y su círculo cambiaban de línea tan seguido, que no se sabía ningún número.
Para notificar de su captura a su familia, las autoridades ecuatorianas le prestaron un celular con datos, y a través de Facebook, notificó a una mujer que iba a ser trasladado a las oficinas del Gaula en Bogotá para iniciar el proceso de legalización de captura y celebrar la primera audiencia de imputación de cargos. Esta diligencia judicial se llevó a cabo la tarde del 3 de noviembre, y en ella, pese a los duros relatos de víctimas que aportó la Fiscalía, alias Satanás, no aceptó cargos.
Víctimas inocentes
El pasado 27 de septiembre un menor de siete años murió en un hospital en el sur de Bogotá. Había luchado tres días con una bala alojada en su cuerpo que recibió el 24 de septiembre, cuando se encontraba con su papá y hermano gemelo en una ruta de transporte informal. Ni el pequeño ni sus allegados sabían que el hombre a cargo de la flota de 72 rutas estaba siendo extorsionado por ‘Los Satanás’. La última amenaza que recibió el dueño de los buses, decía que sus conductores empezarían a morir día tras día, si no pagaba los $150 millones que exigían. El atentado iba dirigido hacia Juan Camilo Caro, conductor de una de las ‘chanas’ de transporte en Kennedy, quien murió inmediatamente en el atentado. Las balas, sin embargo, también alcanzaron al menor y a otro de sus familiares.
Pero antes del 27 de septiembre, ‘Satanás’ ya había mandado a asesinar a Blanca Myriam Morales, de 44 años, en su local Surtiaves 22; la mujer había denunciado ante la Fiscalía que días atrás recibió un panfleto firmado por el líder de la banda y una bala. Esa tarde la asesinaron sujetos en moto; a Gabriel Arturo Pineda Gutiérrez le dispararon en vía pública cumpliendo otra amenaza; y también a Lenis, una cajera de un Fruver a quien mataron para enviar un mensaje de temor entre los comerciantes de Bosa.
“Como madre, una no entiende cómo puede ocurrir este tipo de crímenes, es un acto inhumano”, fue el comentario que hizo la fiscal en medio de la audiencia, al relatar el caso del gemelo asesinado en el atentado a un conductor, y cada uno de los casos de extorsión que lideró Vera Sulbarán. En total se le vincula a 50 casos de extorsión, seis homicidios y dos desplazamientos forzados.
Uno de los desplazamientos forzados fue el del dueño de las flotas informales en el sur, Diego Fernando Valencia. Los delincuentes duraron semanas enviándole mensajes intimidatorios. Le prohibían hablar con el Gaula y al ver que el señor no pagó, consumaron el asesinato de una de sus conductoras. Posteriormente, lo amenazaron de muerte y el hombre terminó huyendo de la ciudad.
Durante más de dos horas y media, la Fiscalía contó cada caso al detalle, por más que tuvo que repetir una y otra vez el modus operandi de la banda, y los detalles de cada familia que fue extorsionada. Ante este cúmulo de información, el acusado, Vera, detuvo la audiencia y dijo, “no tengo que escuchar todas las cosas que describen, yo sé bien lo que hice”, pero el juez le aclaró que el procedimiento dictaminaba que debía escuchar todo el relato.
El rol de ‘Satanás’
‘Satanás’ fue un líder criminal que desde las sombras logró que su nombre causara temor entre los integrantes de su banda y víctimas. El subcomandante del Gaula Bogotá, Mauricio Figueroa, estuvo en el grupo de oficiales que investigaron a Vera; se refería a ‘Satanás’, como un líder ‘versado’ en el crimen. Su experiencia en Tocorón y como uno de los cabecillas del ‘Tren de Aragua’, lo levó a crear una ‘empresa’ de extorsión, y logró reagrupar las células casi muertas del ‘tren’, dispersas en zonas populares de Bogotá.
Aunque la extorsión tiene vieja historia en la ciudad, en especial en los centros de acopio comercial popular, su cara más cruda se vio este último año con la incursión de ‘Los Satanás’. “Están cayendo inocentes”, así anunciaba el temido líder en audios que enviaba a sus víctimas y que dejaban en claro que sus amenazas sí se cumplían. Y se cumplieron y dejaron seis vidas, entre ellas la de un niño, derrumbadas ante las balas de los sicarios que enviaba ‘Satanás’.
Juan Manuel Vera sería el encargado de enviar los sicarios, reclutar nuevos integrantes, llamar a las víctimas, y “mandar” a los integrantes a dejar panfletos, granadas, firmados con su alias. También articuló sus operaciones con delitos como el microtráfico. Según conoció El Espectador, ‘Satanás’ también infundía terror entre los sicarios. “El capturado por la muerte de la dueña del asadero dijo que era ella o su propia familia”, contó una fuente.
Al final de la primera audiencia, la Fiscalía le imputó a Vera, los siguientes delitos: homicidio agravado, extorsión agravada, concierto para delinquir, desplazamiento forzado y porte ilegal de armas de fuego. ‘Satanás’ no aceptó ningún cargo, y mientras continúa el proceso judicial, estará en una cárcel de Bogotá, mientras el Gaula sigue desmoronando los rezagos de ‘Los Satanás’, para ponerle punto final a este trozo de historia que deja en evidencia cómo la violencia urbana vivió uno de los episodios más crudos y silenciosos en la capital del país.
Crímenes de ‘Los Satanás’
25 agosto 2023- Cajera Fruver en Bosa es asesinada cuando sujetos entran al local y le disparan a quemaropa. Los dueños del local ya habían sido amenazados.
25 agosto 2023 - Gabriel Arturo Pinera Gutiérrez, de Venezuela, es acribillado en El Amparo ‘Satanás’ le envió un audio antes anunciando su asesinato.
28 de agosto de 2023 - Blanca Myriam Morales Pastrana, administradora de un asadero de pollos, es asesinado dos días después de recibir el panfleto extorsivo de ‘Los Satanás’.
24 de septiembre de 2023 – Juan Camilo Caro, conductor informal, es baleado en Kennedy. En el atentado queda herido un menor de siete años y su papá. El niño muere tres días después.
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