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Laura Daniela Villamil es la artista que hoy se debate entre la vida y la muerte después de un accidente ocurrido en la realización de un show en el restaurante Andrés Carne de Res, en Chía (Cundinamarca). La actriz de 28 años sufrió quemaduras en el 80 % de su cuerpo y aún se mantiene con pronóstico reservado y respiración asistida. Mientras lucha por sobrevivir, su caso despierta el llamado de artistas y el gremio de actores sobre las condiciones en las que desempeñan su labor.
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Laura Daniela es actriz egresada de la facultad de Academia Superior de Artes de Bogotá de la Universidad Distrital. “Es una actriz disciplinada, responsable y una mujer que ama su profesión por encima de todas las cosas. Con 28 años, ha dedicado la mitad de su vida al teatro, a la actuación, al maquillaje, al vestuario. El teatro es una de sus razones para levantarse cada día”, señaló a El Espectador Johan Velandia, actor y director teatral, amigo y colega de la actriz.
En Chía, la joven estaba trabajando no solo en el restaurante Andrés Carne de Res, donde coordinaba los shows en vivo, sino también trabajaba en un colegio en ese municipio, esto, aparte de las actividades artísticas y teatrales que desarrollaba.
Sobre el accidente, su hermano, Santiago Villamil, contó a Noticias Caracol: “Laura tenía puesto un traje de plumas, mientras al parecer manipulaba una antorcha y con una chispa se incendió, quemándole el 80 % de su cuerpo, comprometiéndole varios órganos”. En algunos videos que salieron a la luz del incidente, se observa a los artistas manipulando fuego en un espacio reducido.
Entre los cuestionamientos de este caso está la pregunta de si estaba o no preparado el restaurante para un espectáculo con fuego. Se cuestiona, por ejemplo, la disponibilidad de extintores y proximidad de elementos de protección en el show. La Asociación Colombiana de Actores emitió un comunicado resaltando la necesidad de revisar los protocolos de seguridad de los contratantes de este tipo de actividades.
“Más allá de establecer las responsabilidades del caso, que es labor de las autoridades correspondientes, hay que hablar de las obligaciones del contratante previas al incidente (...) la empresa para la que estaba realizando su trabajo debía tener un protocolo de seguridad, ya que se estaba trabajando con fuego. Protocolos que van desde la existencia de personal capacitado y con extintores cerca del lugar en el que se iba a realizar la acción, contar una ruta para la atención de emergencias, una brigada contra incendios, una persona con conocimiento sobre el tipo de vestuario y materiales a utilizar a la hora de trabajar con fuego, entre otras medidas preventivas”.
El Espectador conoció el testimonio de un extrabajador de Andrés Carne de res que integró durante tres años y medio el grupo de actores del lugar. Las denuncias por la falta de protocolos de seguridad, dice, vienen de hace años.
“El grupo de actores y exactores del lugar que nos hemos reunido a hablar del tema coincidimos en que ese accidente le hubiera podido pasar a cualquiera del grupo, porque las fallas en los protocolos de seguridad son evidentes. Varios testigos han señalado, por ejemplo, que en el momento del accidente no había extintores a la mano, ni gente experta en ese tipo de espectáculo circense”.
Andrés Carne de Res, aseguró que “desde el primer momento se activaron, de manera inmediata y efectiva, todos los protocolos de seguridad y atención establecidos, lo que permitió su traslado a un centro médico de primer nivel”.
Y agregaron que “las directivas de la compañía han estado presentes en el centro hospitalario (...) Adicionalmente, se están haciendo las verificaciones de las condiciones de seguridad que se tienen implementadas para este espectáculo circense de fuego”.
Mercado laboral artístico
Este accidente, no obstante, despertó una reflexión entre el gremio de actores y artistas, acerca de las condiciones laborales a las que se ven sometidos por la falta de oportunidades. “Hay una reflexión profunda sobre el mercado laboral de los artistas en este país. Laura dedicó cinco años de su vida a estudiar una carrera profesional en artes escénicas y representa a muchos y muchas actrices que salen egresados de una escuela y no tienen dónde desempeñarse”, agrega Velandia.
Julio Hernán Correal, actor, director, dramaturgo y presidente de la Asociación Colombiana de Actores, dice: “Históricamente, se han dado accidentes, pero sabemos de casos en este y otros sitios donde las condiciones no eran las más adecuadas y las formas de contratación, violatorias. Por esto, hacemos un llamado al Ministerio del Trabajo para investigar estas situaciones”.
Johan Velandia añade que los artistas egresados de academias y escuelas tienen cuatro opciones: “dar clases en colegio o con mucha suerte a universidades; llegar a la televisión o al cine; hacer teatro con una compañía; o buscarse una carrera como gestor cultural; la otra, más desafortunada es dedicarse a este tipo de trabajos informales como los que ofrece este restaurante donde se activan artísticamente y reciben remuneración, pero, ¿a costa de qué? Sucede que en estos sitios se aprovechan de ellos”.
Realidad que corrobora el exmiembro del grupo de actores del restaurante: “Las condiciones laborales para los actores y las actrices, sobre todo recién egresados, son muy complejas. En Andrés trabajan muchas personas que acaban de salir de una escuela de teatro o de algún proceso de formación actoral, y la única opción que tiene para tener un trabajo fijo es ese tipo de empleos, porque la oferta laboral es mínima”.
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