Ley Sara Sofía y la batalla tecnológica contra la desaparición de niñas y niños
El proyecto, que avanza en la Cámara, crearía una alerta para buscar a niños extraviados. La inspiración fue el caso de la pequeña Sara Sofía Galván, cuyo paradero se desconoce después de tres años. Su familia celebra esta norma en un panorama en el que 397 menores desaparecieron en el primer semestre de 2023.
Juan Camilo Parra
Xiomara Galván no pierde la esperanza de que la desaparición de su sobrina sea una pesadilla de la que despertará mañana. ¿Dónde está Sara Sofía? ¿Está viva?, se pregunta la tía de la pequeña, que tenía dos años y nueve meses cuando le perdió el rastro. Ella era quien la cuidaba, pero en enero de 2021 dejó que Carolina Galván, madre de la niña, se la llevara a la casa donde vivía con Nilson Díaz. Hoy, ambos están presos por desaparición forzada.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Xiomara Galván no pierde la esperanza de que la desaparición de su sobrina sea una pesadilla de la que despertará mañana. ¿Dónde está Sara Sofía? ¿Está viva?, se pregunta la tía de la pequeña, que tenía dos años y nueve meses cuando le perdió el rastro. Ella era quien la cuidaba, pero en enero de 2021 dejó que Carolina Galván, madre de la niña, se la llevara a la casa donde vivía con Nilson Díaz. Hoy, ambos están presos por desaparición forzada.
La empatía y el dolor alrededor de este caso fueron tales que un grupo representantes a la Cámara quieren bautizar la ley Alerta Colombia en honor a la menor. Se trata de un intento tecnológico por contrarrestar este delito, el cual no para de crecer en la capital. La idea es que, apenas se conozca el caso de un niño extraviado y haya riesgo de desaparición forzada u otros peligros, el reporte aparezca en las pantallas de los celulares del área donde se registró el caso.
Le puede interesar: La fuerza amarilla en Bogotá: un gremio dividido y con el bolsillo apretado
“Cada hora, cada minuto es crucial en la vida de un niño desaparecido”, añade la tía de Sara, recordando ese febrero de 2021 cuando comenzó la infructuosa búsqueda de la menor, desaparecida desde el 15 de enero de ese año. También se le viene a la memoria cómo los grandes operativos y el gran despliegue mediático comenzaron casi un mes después de que se perdiera el rastro de la niña. “En un inicio las autoridades me pedían que esperara y esperara. Que el caso no lo tenía la Policía, que lo tenía la Fiscalía y que estaba avanzando”.
Carlos Ardila, representante a la Cámara y ponente del proyecto, estudió, junto al senador Carlos Chacón y su equipo de representantes del liberalismo, el panorama de desaparición de menores en el país. Encontraron que la capital concentra la mayor cantidad de casos: entre 2011 y 2020 se han registrado 13.489 desapariciones, seguida de Antioquia, con 1.907 casos.
En este contexto, la Ley Sara Sofía busca contrarrestar esas cifras, mejorando el tiempo de respuesta ante la desaparición de un menor de edad, partiendo de un modelo usado en Estados Unidos, en la década de los 90, pero actualizado a las tecnologías actuales. “Estudiamos un modelo motivado en otro caso muy emblemático, que ocurrió en Arlington, en Texas, con el rapto de una menor llamada Amber, que luego fue hallada muerta. En su época usaron la tecnología disponible como la radio. Nosotros estamos usando tecnología de los teléfonos móviles, por eso vinculamos los operadores y lo que buscamos es que en la zona donde se reporte el suceso se puedan compartir imágenes del niño desaparecido, para agilizar la búsqueda y la reacción de las autoridades y los medios al difundirla”.
Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, España, Países Bajos y Portugal ya incluyeron sistemas de alerta basadas en la Alerta Amber. En Latinoamérica, Ecuador la incluyó a raíz de la desaparición de Emilia Benavides, una niña de 10 años que fue raptada y hallada sin vida.
Panorama en la ciudad
Las causas y desapariciones en la ciudad de niños y niñas pueden ser tan variadas y misteriosas que cruzan la frontera del error a delitos mayores como trata u otra tipología de crimen. En el caso de Sara Sofía no se ha logrado establecer el paradero de la niña ni lo que hubo detrás de su desaparición. De hecho, entre los datos que analizaron los creadores del proyecto de ley resalta que en el 97,1 % de los casos no hay información sobre las razones de la ausencia del menor, y la mayoría de víctimas son niñas y adolescentes.
El registro del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó, entre enero y julio del 2023, la desaparición 397 niños y adolescentes en Bogotá y no hay rastro de 139 de ellos, mientras que 180 regresaron a sus hogares. Las localidades más afectadas son Bosa, Ciudad Bolívar y Kennedy, último escenario en el que vivió Sara. Pese a que la ley proyecta cobertura de menores hasta los 12 años, la realidad muestra que los adolescentes entre los 15 y 17 años son quienes más desaparecen en la ciudad, pues solo en el primer semestre de este año se reportaron 152 casos.
Entre esas extrañas desapariciones, resuena el más reciente del pequeño de cinco años, Yenrri Josues Cabrales, quien fue reportado como desaparecido el pasado 5 de noviembre y el 9 las autoridades confirmaron que había sido hallado en el río Bogotá. Sus padres habían salido a hacer una visita y el niño salió de la casa en Suba sin que nadie se diera cuenta. Desde ese momento no volvieron a saber de él hasta la tarde del jueves, cuando los llamaron de la morgue.
La concejal Lucía Bastidas rindió hace poco un informe en el que detalla la necesidad de emplear tecnología e inteligencia artificial para enfrentar el preocupante fenómeno. “La erradicación de la trata de niños es esencial para construir una Bogotá más justa, segura y esperanzadora para todos sus habitantes, especialmente para los más jóvenes, que merecen un entorno en el que puedan crecer y prosperar sin temor”, señaló.
Más información: La fuerza amarilla en Bogotá: un gremio dividido y con el bolsillo apretado
¿Cómo funciona la alerta?
Se espera que las autoridades estén coordinadas con los proveedores de redes y servicios de telecomunicaciones móviles para que se sumen a esta idea de divulgar y activar la Alerta Colombia de forma gratuita. La información del menor extraviado se transmitirá a todos los teléfonos móviles que estén en la ciudad donde se perdió.
Si existen indicios de que el menor ha sido trasladado a otro municipio, la alerta deberá ampliarse progresivamente y también debe notificarse al Ministerio de Relaciones Exteriores, Migración Colombia y las demás autoridades en las fronteras. Por otro lado, cubrirá toda la pantalla por unos segundos y se replicará tres veces al día durante los tres días posteriores al inicio de la alerta.
En cuanto a Sara Sofía, después de muchas versiones y búsquedas, su madre y el padrastro fueron acusados por desaparición forzada, pero no hay ninguna condena. La última audiencia de juicio fue en agosto y se espera que la sentencia llegue pronto y que la justicia sea consuelo al vacío que deja la ausencia de Sara Sofía. “Ellos no pueden quedar libres. Pero es con justicia y verdad que tendremos consuelo. Todos los días le digo: ‘Dios, muéstrame todo lo que realmente pasó’”, concluye Xiomara Galván.
Siga leyendo: Justicia y verdad, acorraladas en caso de Mauricio Leal y Marleny Hernández
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.