Listo el retorno emberá: así es la operación que partirá del Parque Nacional
Este fin de semana se prevé el retorno de 280 familias indígenas, asentadas en el Parque Nacional. El Espectador habló con Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, sobre el proceso. El reto es garantizar condiciones dignas en las regiones de destino y para quienes decidieron integrarse a Bogotá.
Juan Camilo Parra
Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, es filósofa, con maestría en Ciencia Política y candidata a doctora en Ciencias Sociales. Viene de ser la viceministra del Diálogo Social y los Derechos Humanos para el gobierno. Desde julio asumió la dirección de la Unidad para las Víctimas, liderando la continuidad de importantes procesos como el retorno de las familias Emberá, que viven en el Parque Nacional.
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Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, es filósofa, con maestría en Ciencia Política y candidata a doctora en Ciencias Sociales. Viene de ser la viceministra del Diálogo Social y los Derechos Humanos para el gobierno. Desde julio asumió la dirección de la Unidad para las Víctimas, liderando la continuidad de importantes procesos como el retorno de las familias Emberá, que viven en el Parque Nacional.
¿Cómo fue llegar a la Unidad para las Víctimas?
No es tan diferente al trabajo de diálogo que ya venía haciendo, solo que se enfoca al servicio de las víctimas. El registro llega a casi 10 millones de personas y más de 1.000 sujetos colectivos, que fueron victimizados por el conflicto armado. La instrucción del presidente fue continuar el trabajo que se venía haciendo y aprovechar estos dos años para dignificar a las víctimas, más allá de las medidas de reparación como la indemnización. Buscamos articular las entidades y reforzar las medidas.
Hay expectativa sobre el retorno Emberá, ¿cómo encontró a esta población?
Los indígenas y comunidades negras, raizales y palenqueras fueron golpeadas fuertemente por el conflicto. Tenemos un enorme rostro étnico que tenemos que reparar, entre estas se sitúa la Nación Emberá. En este Gobierno hemos proclamado que las negociaciones o diálogos las sostenemos de Gobierno a Gobierno, no nos ponemos por encima de los pueblos ancestrales. La comunidad ha sufrido toda suerte de vejámenes y este Gobierno heredó grandes rezagos que parecen irremediables y es evidente que a estas víctimas tenemos que dignificarlas. No son el estorbo del momento, sino que ahí está nuestra historia, nuestras raíces. Algunos han retornado y regresado nuevamente por las condiciones del territorio de conflicto, por ello edificamos una ruta con tres carriles.
¿Cuáles son?
Retorno, reubicación e integración. En la Unidad de Víctimas nos corresponden las dos primeras. En su mayoría, el pueblo quiere retornar y otros pocos se quieren quedar a integrarse en la ciudad. Con la ‘Operación Retorno’ buscamos el regreso de 280 hogares que volverán al Alto Andágueda, en inmediaciones entre Risaralda y Chocó. Otros 39 hogares, que no volverán a sus regiones, serán reubicados temporalmente y 11 personas se integrarán en Bogotá.
¿Qué pasa si quedan en medio del paro camionero?
Contamos con no quedar en medio del paro. Para el domingo esperamos que el Gobierno haya llegado a un acuerdo y que esto no nos afecte. Por ahora, ese es el plan que tenemos.
¿Quedarán personas en el parque? ¿Cómo será el retorno?
El parque debe quedar desocupado y bajo la responsabilidad de la administración local. Este viernes 6 de septiembre tendremos una actividad en el parque con la comunidad, previa a su salida. Entre el sábado y domingo será el retorno en buses. La Unidad estará acompañando a la comunidad en los vehículos hasta el lugar de retorno, que será acordado con los gobiernos locales y el pueblo indígena que está allí.
¿Por qué fracasaron anteriores retornos y qué tiene este de distinto?
Tenemos que decir que los otros gobiernos invirtieron muchos menos recursos en la reparación a las víctimas. Tratamos de no repetir los errores y mejorar los diálogos con las comunidades. Estamos en debate de adición presupuestal, para destinar más recursos. El Ministerio Público de este gobierno ha alertado lo que cuesta reparar a las víctimas, más de $300 billones, alertando además a la comunidad internacional con la que solicitamos recursos, que les pertenecen a las víctimas. En esto, hemos enviado una comunicación al embajador de Estados Unidos en Colombia, pidiéndole recursos que fueron entregados de los jefes de las Autodefensas cuando fueron extraditados, pues son recursos que les pertenecen a las víctimas. Son apuestas para poder sumar a la reparación, no podemos hacerlo solos.
¿Cómo van a garantizar las condiciones dignas en esa región y evitar un nuevo éxodo?
No podemos promover asentamientos indignos, por eso creamos las condiciones. Pero es una tarea dura, con el poco presupuesto tenemos, el articular a las entidades de la Nación y de los gobiernos locales, en este caso Chocó y Risaralda, para asegurar acceso a salud, alimentación y vivienda. El compromiso que hay es que entre los ministerios y los territorios se están construyendo los planes de vida con las comunidades, para que no haya un desbalance entre los que ya están en el territorio y los que llegan. Tendremos que acompañar procesos productivos de la comunidad, de autoconstrucción de vivienda, vamos a tener que apelar al compromiso de los departamentos.
¿Y a dónde irán los que se quedan en Bogotá?
Esa parte le corresponde a la Alcaldía, con quienes hemos trabajado para este retorno. Nos hemos reunido con el secretario de Gobierno y le he manifestado la necesidad de concebir la capital como un lugar multicultural. En Bogotá, particularmente, las personas padecen de aporofobia con la comunidad Emberá. Estamos dialogando sobre la posibilidad de conformar barrios ancestrales, donde esta población tenga acceso a mejores condiciones, en medio de un contexto donde son rezagados a la misma imagen de pobreza extrema.
Siendo una discusión Gobierno a Gobierno, ¿cuál es el compromiso del pueblo indígena?
Estas comunidades no son objetos sino sujetos. En efecto, cuando hablamos de un diálogo entre gobiernos significa que ambos tienen responsabilidades. La población indígena tiene que participar en la transformación de su historia. Así ha sido en este diálogo: los emberá han firmado compromisos como la articulación con el gobierno indígena del Chocó y Risaralda, para los detalles de su llegada, de su participación en los procesos de reasentamiento, entre otros que deben cumplir de manera recíproca para que el retorno sea exitoso.
En los albergues La Rioja y La Florida todavía permanece un gran número de indígenas, ¿qué planes hay con ellos?
Si bien la ‘Operación Retorno’ arranca en el Parque Nacional, eso no significa que los otros dos grupos no estén en los planes. Teniendo en cuenta que tenemos otros retornos en el país, tenemos que sentar bases de cómo se prepara un retorno y quisimos empezar por este, que ha sido tan difícil y ha suscitado retos grandes, que nos guiarán para seguir con el resto de los retornos de Bogotá y el país.
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