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El reporte más reciente de la Secretaría Distrital de Salud, en relación con los casos de personas que han fallecido a causa de ingerir licor adulterado en Bogotá, da cuenta de que ya son 23 casos, de los cuales dos corresponden a Soacha, pero cuyas pruebas de toxicología se procesaron en laboratorios de la capital. La cifra de intoxicados ya supera las 30 personas.
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En las investigaciones que adelantan las autoridades, para tratar de establecer cuál sería el componente que causa las afectaciones a la salud, se ha detectado que se trataría de metanol, un compuesto químico con el que estarían rindiendo específicamente tres tipos de licor, para posteriormente suplantar a marcas que se han hecho a pulso en la capital del país.
La otra cara de la moneda de esta tragedia son precisamente esas empresas, que debido al importante auge que han tenido en la ciudad, son el nombre que han copiado los delincuentes para intentar pasar desapercibidos por los controles de seguridad. Una de estas marcas es el popular whisky Old John, que lleva tres décadas en el mercado y que tiene bastante impacto en los jóvenes.
En conversación con El Espectador, John Jairo Cruz Barrero, subgerente de Vinos Colombianos de Calidad, empresa productora de Old John, señaló que las noticias de las últimas semanas han afectado considerablemente su imagen, a pesar de que ellos están operando bajo todas las condiciones de ley y garantizando el mejor producto.
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Debido a que los delincuentes están suplantando esta marca, y comercializando un producto que atenta contra la vida, la ciudadanía y los medios de comunicación estarían generalizando y dando por sentado que todo lo que se vende bajo el nombre de Old John, es un mal producto, aseveración que no sería correcta, según Cruz Barrero.
“Venimos trabajando muy fuerte en posicionamiento de marca y en ofrecer el mejor producto para el mercado desde hace 30 años. Esta situación nos afecta porque están utilizan nuestro nombre, no porque estemos implicados, sino porque es una marca muy comercial, entonces se convierte en uno de los productos más adulterados, al igual que cualquier otra marca que se encuentre en el mercado y tenga un alto impacto”, indicó John Jairo Cruz Barrero.
¿Cómo ha sido operar en las últimas semanas?
En lo que nos enfocamos es en que no estigmaticen las empresas pequeñas. Realmente no es fácil emprender en el país y más cuando los mismos colombianos no creen en los productos nacionales, a pesar de que, particularmente nosotros, estamos cumpliendo con unos estándares de calidad.
Somos la novena empresa de licores certificada a nivel nacional por el Invima, por las rentas de todos los departamentos en los cuales nosotros hacemos distribuciones y por calidad del producto que damos a los clientes. Entendemos que se tiene que hacer referencia a nombres cuando hay incautaciones, pero eso mismo se vuelve un arma de doble filo para nosotros, porque viene todo el mundo a decirnos: “oiga, ustedes están siendo nombrados”. Eso daña nuestra imagen, que es una imagen que venimos trabajando desde hace 30 años, somos una de las marcas más fuertes entre jóvenes a quienes, de hecho, estamos apoyamos activamente con diferentes iniciativas.
¿Se sigue produciendo licor con normalidad?
En este momento se están realizando una serie de visitas para control interno, teniendo en cuenta todos los problemas que se han presentado, no porque estemos fallando o tengamos implicación en lo que está pasando, sino como un control que se está realizando por parte de los entes gubernamentales. Nosotros no tenemos ningún problema con eso y estamos respondiendo para demostrar la calidad del producto.
Más que la producción, lo que se ha visto afectado es la imagen a causa de los malos comentario, porque para esta época tenemos una muy buena acogida. Además de Old John, tenemos otros productos que salen al mercado, tenemos una línea de vinos que también es muy asequible al público. La filosofía de nuestra empresa es crear productos asequibles, que cumplan con los estándares de calidad y que cubran las necesidades del mercado.
¿Qué decirle a la gente que consume su producto y a los que no lo conocen?
En lo que nosotros queremos enfatizar es que nuestros productos tienen un precio sugerido en el mercado de $18 mil a $22 mil pesos, entonces si el precio es menor empiecen a dudar. Por otra parte, revisen que los productos que estén consumiendo tengan una estampilla y un número de lote que se encuentra en la parte frontal de donde tenemos la etiqueta. Esa numeración nos da un control interno y obviamente para cualquier reclamo que se presente en el mercado, por ejemplo, de intoxicación, nosotros podamos establecer si el producto pertenece a nuestra línea de producción o no. Ahí es a donde nosotros, cuando hacemos los reconocimientos de marca en las incautaciones, nos remitimos, a esa numeración, para verificar si el producto nos pertenece.
También es claro que el producto debe ser comprado en establecimientos debidamente nombrados o que tengan cierto reconocimiento. El problema es que hasta el mismo sitio en el que compran es clandestino y van allá porque les brinda un precio más económico que el supermercado de nombre.
A quienes no nos conocen les contamos que somos uno de los productos que más ha trabajado en el mercado. Este es un producto que, al igual que cualquier otro de procedencia colombiana, demuestra la berraquera de los emprendedores nacionales. Esto pertenece a mi familia, yo soy la segunda generación que viene trabajando en distribución y comercialización de licores, llevamos toda una trayectoria mejorando el producto y la imagen. En nuestras redes sociales contamos con publicaciones en donde enseñamos a los usuarios a identificar nuestro licor, para que no caigan en la trampa.
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