Lo que no gusta del proyecto POT en Bogotá
En medio del proceso de socialización del Plan de Ordenamiento Territorial, sectores como indígenas y afro se han mostrado inconformes con algunas de las propuestas, como el cambio en el uso del suelo y los planes de renovación.
-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
El Distrito se encuentra en la fase de socialización del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), en la que, además de dar a conocer su propuesta en toda la ciudad, busca concertar con organizaciones y expertos cada uno de los puntos del modelo de ciudad que propone la actual administración para los próximos 12 años.
Por un lado se adelantan cien reuniones, en las diferentes Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ), en los que se han presentado temas como los planes en zonas de renovación, la intervención de los cerros orientales y proyectos de movilidad como el metro.
Por el otro, se han debatido algunos puntos con organizaciones, grupos de interés, universidades y gremios, como la inclusión de las mujeres y minorías dentro del POT, la intervención de corredores ambientales y áreas rurales, y proyectos de movilidad, entre otros, que no han sido del todo bien acogidos. Esto ha obligado a crear mesas de conversación, para llegar a nuevos acuerdos.
Terminado este proceso, solo le queda al Distrito esperar el aval de la CAR, que desde diciembre pasado estudia el componente ambiental rural del Plan. Una vez se tenga esto, el Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD) tendrá que analizar el proyecto para hacer recomendaciones, que la administración será libre de adoptar o no. Finalmente, el debate será llevado al Concejo, que tendrá noventa días para decidir si aprueba o no la iniciativa del Distrito.
Para que todo se dé como lo tiene previsto la actual administración, la concertación con la ciudadanía y el CTPD debe darse en el primer semestre de este año, por lo que en los próximos días deberá dar respuesta a los inconformismos y sugerencias, como los que se presentan a continuación.
Alameda Entreparques
Uno de los grandes proyectos que estructura el Distrito en el POT es la construcción de la Alameda Entreparques, un plan de renovación con el que pretende unir el parque El Virrey y el Simón Bolívar.
Habitantes de 11 barrios, entre ellos La Patria, San Martín, Santa Sofía, Juan XXIII, 11 de Noviembre, La Aurora y Alcázares Norte, aseguran que el proyecto nunca fue socializado con ellos y temen que sean desalojados de la zona.
Al respecto, el Distrito ha dicho que este año se realizará un plan piloto en la zona, así como los estudios de movilidad. Por ahora, la comunidad prepara una acción popular para oponerse a la obra y, de esta manera, frenar cualquier avance.
Bares en barrios
En medio de la socialización hay sobre la mesa dos temas que han sido recurrentes. Por un lado está la posibilidad de que el Distrito otorgue permisos de funcionamiento a bares en zonas residenciales, ya que la nueva reglamentación los considera de bajo impacto. Al respecto, el Distrito ha dicho que funcionarían en zonas de uso múltiple y aledañas a vías de uso masivo.
Por otro lado, el POT no delimita las zonas de tolerancia, al señalar que esta actividad no está ligada al uso del suelo y que hacerlo generaría mayor libertad para que se presente explotación sexual, trata de personas, expendio y consumo de drogas.
Contrario a la explicación de la administración, algunos ciudadanos consideran que esta decisión abriría la puerta para que el trabajo sexual se pueda realizar en cualquier parte de la ciudad.
Al respecto, el Distrito ha dicho que no es así, pues para establecerse deben cumplir con las condiciones del Código de Policía, entre las que se les prohíbe estar cerca de colegios y se imponen normas como el uso de preservativos y el trato digno a estas mujeres. Pero ¿cómo se regulará que esto se cumpla?
Plan alrededor de la línea del metro
A lo largo de la primera línea del metro se tiene previsto un plan de renovación urbana, que se concentrará en los 24 kilómetros desde la estación ALO hasta la estación calle 72 y que integra las manzanas que se encuentren 800 metros a lado y lado del trazado.
De entrada, vale aclarar que el pago por los derechos de edificabilidad serán de la empresa Metro, dinero que se usará para su operación. Frente a esta iniciativa, lo que preocupa a los vecinos y comerciantes que tienen propiedades en inmediaciones del proyecto es que se presenten desalojos por los nuevos proyectos inmobiliarios y que las ofertas por sus predios estén por debajo del valor comercial.
Lo que cuestionan las minorías
A pesar de que antes de presentarse el POT hubo diálogos con indígenas, afros, grupos de mujeres y la comunidad LGBT, la Secretaría de Planeación tiene actualmente mesas en las que representantes de estos grupos han hecho sugerencias para hacer ajustes al proyecto.
De acuerdo con el Distrito, luego de llegar a acuerdos con estas comunidades, entre los cuales se destaca la inclusión de políticas que aseguren igualdad y respeto en la ciudad, otra comisión se encargará de revisar lo acordado e incluir lo que consideren necesario en el documento final que se presentará al Concejo. En el caso de los indígenas, una de las peticiones es que se reconozcan sus actividades dentro de las zonas rurales.
El Distrito se encuentra en la fase de socialización del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), en la que, además de dar a conocer su propuesta en toda la ciudad, busca concertar con organizaciones y expertos cada uno de los puntos del modelo de ciudad que propone la actual administración para los próximos 12 años.
Por un lado se adelantan cien reuniones, en las diferentes Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ), en los que se han presentado temas como los planes en zonas de renovación, la intervención de los cerros orientales y proyectos de movilidad como el metro.
Por el otro, se han debatido algunos puntos con organizaciones, grupos de interés, universidades y gremios, como la inclusión de las mujeres y minorías dentro del POT, la intervención de corredores ambientales y áreas rurales, y proyectos de movilidad, entre otros, que no han sido del todo bien acogidos. Esto ha obligado a crear mesas de conversación, para llegar a nuevos acuerdos.
Terminado este proceso, solo le queda al Distrito esperar el aval de la CAR, que desde diciembre pasado estudia el componente ambiental rural del Plan. Una vez se tenga esto, el Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD) tendrá que analizar el proyecto para hacer recomendaciones, que la administración será libre de adoptar o no. Finalmente, el debate será llevado al Concejo, que tendrá noventa días para decidir si aprueba o no la iniciativa del Distrito.
Para que todo se dé como lo tiene previsto la actual administración, la concertación con la ciudadanía y el CTPD debe darse en el primer semestre de este año, por lo que en los próximos días deberá dar respuesta a los inconformismos y sugerencias, como los que se presentan a continuación.
Alameda Entreparques
Uno de los grandes proyectos que estructura el Distrito en el POT es la construcción de la Alameda Entreparques, un plan de renovación con el que pretende unir el parque El Virrey y el Simón Bolívar.
Habitantes de 11 barrios, entre ellos La Patria, San Martín, Santa Sofía, Juan XXIII, 11 de Noviembre, La Aurora y Alcázares Norte, aseguran que el proyecto nunca fue socializado con ellos y temen que sean desalojados de la zona.
Al respecto, el Distrito ha dicho que este año se realizará un plan piloto en la zona, así como los estudios de movilidad. Por ahora, la comunidad prepara una acción popular para oponerse a la obra y, de esta manera, frenar cualquier avance.
Bares en barrios
En medio de la socialización hay sobre la mesa dos temas que han sido recurrentes. Por un lado está la posibilidad de que el Distrito otorgue permisos de funcionamiento a bares en zonas residenciales, ya que la nueva reglamentación los considera de bajo impacto. Al respecto, el Distrito ha dicho que funcionarían en zonas de uso múltiple y aledañas a vías de uso masivo.
Por otro lado, el POT no delimita las zonas de tolerancia, al señalar que esta actividad no está ligada al uso del suelo y que hacerlo generaría mayor libertad para que se presente explotación sexual, trata de personas, expendio y consumo de drogas.
Contrario a la explicación de la administración, algunos ciudadanos consideran que esta decisión abriría la puerta para que el trabajo sexual se pueda realizar en cualquier parte de la ciudad.
Al respecto, el Distrito ha dicho que no es así, pues para establecerse deben cumplir con las condiciones del Código de Policía, entre las que se les prohíbe estar cerca de colegios y se imponen normas como el uso de preservativos y el trato digno a estas mujeres. Pero ¿cómo se regulará que esto se cumpla?
Plan alrededor de la línea del metro
A lo largo de la primera línea del metro se tiene previsto un plan de renovación urbana, que se concentrará en los 24 kilómetros desde la estación ALO hasta la estación calle 72 y que integra las manzanas que se encuentren 800 metros a lado y lado del trazado.
De entrada, vale aclarar que el pago por los derechos de edificabilidad serán de la empresa Metro, dinero que se usará para su operación. Frente a esta iniciativa, lo que preocupa a los vecinos y comerciantes que tienen propiedades en inmediaciones del proyecto es que se presenten desalojos por los nuevos proyectos inmobiliarios y que las ofertas por sus predios estén por debajo del valor comercial.
Lo que cuestionan las minorías
A pesar de que antes de presentarse el POT hubo diálogos con indígenas, afros, grupos de mujeres y la comunidad LGBT, la Secretaría de Planeación tiene actualmente mesas en las que representantes de estos grupos han hecho sugerencias para hacer ajustes al proyecto.
De acuerdo con el Distrito, luego de llegar a acuerdos con estas comunidades, entre los cuales se destaca la inclusión de políticas que aseguren igualdad y respeto en la ciudad, otra comisión se encargará de revisar lo acordado e incluir lo que consideren necesario en el documento final que se presentará al Concejo. En el caso de los indígenas, una de las peticiones es que se reconozcan sus actividades dentro de las zonas rurales.