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El chantaje, como lo calificaron algunos concejales, del ministro de Transporte, Guillermo Reyes, en el sentido de dejar sin financiación algunos proyectos en Bogotá, si no se acepta la modificación de la primera línea del metro, de elevado a subterráneo (como lo quiere el presidente Gustavo Petro), genera preocupación.
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Más allá de la avalancha de reacciones rechazando la declaración, está que al menos 10 grandes proyectos de infraestructura, que apuntan a mejorar la caótica movilidad de Bogotá, quedarían en jaque. Todos, que avanzan en diferentes etapas con cofinanciación de la Nación, suman un total de $65 billones. Así lo dio a conocer la Alcaldía de Bogotá, quien expresó que “la ciudad no puede ni debe privarse del gran plan de obras de movilidad sostenible y modernización del transporte de la ciudad que ya está en marcha”.
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De acuerdo con el documento, sin atribuirlo directamente a la alcaldesa Claudia López (quien ha pedido manejar el tema con prudencia), explicó que en la ciudad se adelanta el más ambicioso plan de modernización y que actualmente existen unos contratos que respeta la Administración Distrital, en los proyectos que se desarrollan, los cuales no se pueden detener y que “se seguirán ejecutando”. Es decir, por ahora, la primera línea de metro elevado se seguirá construyendo tal y como está.
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Aclaró que, la Alcaldía ha venido atendiendo las solicitudes que ha formulado el presidente Petro y el Gobierno Nacional, como lo fue acordar una mesa jurídica, para examinar los componentes técnicos y financieros, de las propuestas de eventuales modificaciones a la primera línea del Metro. Y agrega: “Si se llegara a congelar la financiación de los proyectos, Bogotá continuará atrasada y con problemas en la movilidad, seguirá en deuda con su compromiso con el desarrollo sostenible y quedándose en materia de competitividad en el país y nivel regional”.
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El plan de movilidad, al que se refiere la administración, tiene como columna vertebral un metro pesado, de los cuales avanza la primera y la segunda línea (la tercera está en pre factibilidad); los regiotram del norte y del occidente; las ampliaciones de las entradas de Bogotá, y dos proyectos de metrocables. Estos serían los proyectos cofinanciados por la Nación, en riesgo en Bogotá, con la afirmación del ministro.
En obra
Primera línea del metro de Bogotá:
Costo: $22,3 billones
Este es el proyecto de la discordia y se encuentra en obra. Se estima que tendrá una longitud de 23,6 km, 16 estaciones y una capacidad para transportar 72 mil pasajeros por sentido. La obra pasará por nueve localidades: Bosa, Kennedy, Puente Aranda, Antonio Nariño, Santa Fe, Mártires, Teusaquillo, Chapinero y Barrios Unidos, donde beneficiará a 2,9 millones de personas. En construcción generará 17 mil empleos.
Regiotram de occidente
Costo: $3,6 billones.
Tendrá una longitud de 39,6 km, de los cuales 14,7 estarán en Bogotá y 24,9 en la sabana. Contará con 17 estaciones y una capacidad de 8.840 pasajeros hora/sentido. Conectará a Bogotá con los municipios de Facatativá, Madrid, Mosquera y Funza.
En estructuración y financiados
Segunda línea del metro de Bogotá
Valor: $34,9 billones
Aspiran a que sea subterránea, con 15,5 km y 11 estaciones. Atravesaría cuatro localidades de la ciudad: Chapinero, Barrios Unidos, Engativá y Suba. Beneficiaría a 2,9 millones de habitantes.
Calle 13
Valor: $3,9 billones
Tendrá una longitud de 11,4 km, ocho carriles nuevos, 22 km de ciclorrutas, más de 180.000 metros cuadrados de espacio público y beneficiará a casi 650.000 personas. Apunta a ser una de las obras más importantes para resolver la congestión en uno de los accesos a Bogotá, donde predominará el transporte público, las ciclorrutas, el espacio público y la infraestructura vehicular mixta. Su construcción generará casi 4.000 empleos. Las localidades de mayor beneficio serán Puente Aranda y Fontibón, así como los municipios de Facatativá, Mosquera, Madrid y Funza.
Accesos Norte
Se trata de la ampliación de la Carrera Séptima, entre la calle 200 y 245, a una vía de cuatro carriles, 5,8 kilómetros de ciclorruta y un carril exclusivo para Transmilenio, que beneficiaría a casi 2 millones de personas.
Ampliación Autonorte
Se trata de la ampliación de la autopista Norte, entre las calles 192 y 245, con una vía con 12 carriles, carril exclusivo para Transmilenio y seis kilómetros de ciclorrutas, beneficiando a casi 2 dos millones de ciudadanos. Las localidades de mayor beneficio serían Usaquén, Suba y la conexión con los municipios de la sabana norte.
Alo Sur
Se trata de una vía de 24 kilómetros de extensión, que conectará a Bogotá con los municipios de Sibaté, Soacha y Mosquera, “Se convierte en una vía alterna a la Autopista Sur que beneficia no solo a Bogotá sino también a Soacha, beneficiando a dos millones de personas y mejorando los tiempos de viaje. El proyecto incluye 46 puentes, dos intersecciones a desnivel, 133.000 m2 de espacio público y ciclorrutas”, explica el Distrito
En estudios y diseños, para cofinanciar con la nación
Regiotram del Norte
Valor: $9,1 billones
Se trata de un tren ligero, con 47 kilómetros, 17 estaciones (6 en la sabana y 11 en Bogotá), que conectará al municipio de Zipaquirá con Bogotá, pasando por cinco localidades. El proyecto, que beneficiaría a 1,2 millones de personas, se encuentra en etapa de pre factibilidad.
Cables aéreos
Valor: $860.000 millones
Se trata de una iniciativa que pretende construir dos cables aéreos en el centro (En Santa Fe y La Candelaria), con un trazado de 5,3 kilómetros y ocho estaciones, así como uno en Ciudad Bolívar, que extenderá el actual cable que opera en la localidad, añadiendo un tramo de 3,4 kilómetros, hasta Soacha.
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