Los argumentos ambientales para cambiar la ALO Norte por la Ciudadela del Cuidado
Ambos proyectos tienen impactos ambientales, sin embargo, la Ciudadela del Cuidado no atravesaría la reserva Thomas Van Der Hammen, esto dijo la secretaria de Ambiente.
Sara Caicedo
Aunque la construcción de la ALO Norte (como se había planteado en un principio) y la de la Ciudadela Educativa y del Cuidado impactan significativamente zonas de la Reserva Thomas Van Der Hammen y de los humedales Juan Amarillo y La Conejera, la actual administración defiende el segundo proyecto no solo por temas de movilidad y sociales, sino por temas ambientales.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Aunque la construcción de la ALO Norte (como se había planteado en un principio) y la de la Ciudadela Educativa y del Cuidado impactan significativamente zonas de la Reserva Thomas Van Der Hammen y de los humedales Juan Amarillo y La Conejera, la actual administración defiende el segundo proyecto no solo por temas de movilidad y sociales, sino por temas ambientales.
Leer: ¡Histórico! El Palo del Ahorcado, de Ciudad Bolívar, ahora es un bien de interés cultural
De acuerdo con la empresa de Renovación y Desarrollo Urbano de Bogotá (ReonoBo), entidad a cargo del proyecto, la obra estaría ubicada entre los humedales Juan Amarillo y La Conejera, y se extiende a través de las UPL Tibabuyes y Rincón de la localidad de Suba, es decir, en algunas de las áreas en las que ya se había contemplado la construcción de la ALO.
Además, el proyecto está dividido en dos unidades funcionales. La primera contaría con 70,28 hectáreas (Ha), en las que se llevaría a cabo la construcción de 9.958 viviendas, establecimientos de comercio y servicio. Y el 20 % del espacio total serían parques.
La segunda unidad funcional contempla el uso de 20,43 hectáreas, 4.042 viviendas, establecimientos de comercio y servicios. Y el 20 % del terreno sería usado para parques, zonas verdes y vías.
Podría interesarle: Avances y preparación de la vía Bogotá-Girardot para diciembre, esto dijo Vía Sumapaz
Frente a estas intervenciones, la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia Vásquez, conversó con El Espectador y explicó los argumentos ambientales en los que se habría basado la administración de Claudia López para optar por dicha intervención.
Aunque la Secretaría de Ambiente no tiene un papel activo en el proyecto, sí fue la entidad encargada de establecer las reglas de juego para las zonas de las áreas protegidas en las que alcanzaría a impactar la obra y en los tramos viales que pasarían cerca de los humedales.
“El argumento para no optar por la ALO no es únicamente ambiental, pero es primordialmente porque la ALO cruzaba dos humedales. Y además fragmentaba de manera dramática la reserva Thomas Van Der Hammer”, mencionó Urrutia.
Aunque ella deja claro que la capital necesita vías en su borde noroccidental, es importante cuestionarse qué tramos son necesarios y cuáles son los que tendrían menor impacto en la reserva, la cual es un área protegida por temas hídricos.
Lea también: ABC del nuevo modelo de gestión de residuos de construcción y demolición en Bogotá
“La reserva Thomas Van Der Hammen está declarada porque es el último resquicio de conectividad entre los Cerros Orientales y el río Bogotá. Por supuesto, ha sido interrumpido porque hay edificios, fincas, clubes y otras cosas, pero tiene la posibilidad de que lo podamos restaurar”, agregó la secretaria.
E insiste en que esa conectividad se necesita recuperar, “sabemos que tenemos el Páramo de Chingaza que capta el agua del bioma amazónico y la baja a través de cientos de quebradas a la Sabana de Bogotá y sabemos que tenemos el río Bogotá, esos dos no pueden perder toda su conectividad”.
De acuerdo con la secretaria de Ambiente, la ciudad cuenta con una normatividad y una base teórica que se ve reflejada en la legislación ambiental, y en esta hay jerarquías de afectaciones, y según Urrutia, la afectación de cruzar la ALO por la reserva es realmente impactante, y acabaría por completo la conectividad hídrica mencionada anteriormente.
Podría interesarle: Reglamentación del POT, un panorama que angustia a opositores
“Además, la ALO pasaba por el bosque de Las Mercedes, que es el último resquicio de bosque original que queda en la sabana de Bogotá. Es de un enorme valor”, agregó.
Y aunque el argumento ambiental para elegir entre la Ciudadela Educativa y del Cuidado y la ALO Norte, jugó un papel fundamental, para la administración de Claudia López hay otros argumentos relevantes como la movilidad, la educación y temas sociales.
La necesidad de abastecer de servicios a Suba que siempre termina en polémica
La construcción de este proyecto nace de la necesidad que han tenido las dos últimas administraciones, la de Enrique Peñalosa y Claudia López, de abastecer a los habitantes de esa localidad de servicios educativos, de vivienda, educación y de movilidad. Sin embargo, ambos proyectos han sido polémicos.
En cuanto al proyecto de Peñalosa, que es la construcción de un puente elevado que atraviese el humedal Juan Amarillo para unir la localidad de Engativá con la de Suba, tiene un hallazgo fiscal de 16.000 millones y ha sido una obra suspendida en más de una ocasión por problemas con los estudios y diseños, los permisos ambientales, el consorcio a cargo o por presiones de la comunidad a la Secretaría de Ambiente y al Acueducto de Bogotá para frenar dicha construcción, que el Distrito y la empresa de alcantarillado, después de más de cinco años, sigue intentando sacar adelante, actualmente se encuentra en construcción.
EN CONTEXTO: ¿Qué frenó la obra del puente del humedal Juan Amarillo?
Por su parte, la propuesta de Claudia López de abastecer a Suba con dichos servicios es a través de la Ciudadela del Cuidado, que, según la Procuraduría, el contrato del proyecto cuenta con serios indicios de irregularidades, sobre todo al contar con una sola empresa oferente para llevar a cabo la obra.
Dicho organismo de control pidió la suspensión de la adjudicación del contrato, sin embargo, la Alcaldía decidió reglamentar el proyecto con el decreto 612 del 20 de diciembre de 2023. Y el contrato de la obra quedó adjudicado a la única empresa proponente: Construcciones Las Galias.
Finalmente, la obra de la Ciudadela del Cuidado sigue adelante, al menos hasta que la administración del alcalde electo Carlos Fernando Galán tome cartas en el asunto, teniendo en cuenta que el futuro mandatario también le solicitó a López suspender el proyecto. Lo que dejaría el futuro de la reserva Thomas Van der Hammen y de los humedales Juan Amarillo y de La Conejera en las manos de Galán.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.