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Después de más de un año de trabajo de la Misión de Educadores y Sabiduría Ciudadana de Bogotá, que se estableció para conformar una nueva política educativa de la ciudad, se presentaron los resultados del análisis en el que participaron 72 expertos y se escucharon las voces de alrededor de 900.000 niños, niñas, padres y maestros.
La misión priorizó el análisis de seis temáticas (educación inicial, formación integral, transformación pedagógica, jóvenes y adultos con capacidades, acceso y permanencia así como financiación) y presentó propuestas a mediano y largo plazo a realizar en la ciudad hasta el 2038, con el fin de que sean la carta de navegación para el Plan Distrital de Desarrollo a 2024, para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo sostenible en 2030 y el cumpleaños 500 de la ciudad en 2038.
“Tenemos que lograr ese propósito y es que en el 2038, cuando la ciudad llegue al medio milenio, a los 500 años, tengamos la educación que todos los jóvenes de Bogotá se merecen, y que nos reclaman todos los días con razón”, dijo la alcaldesa Claudia López.
Entre los objetivos trazados está la concertación del proceso para la educación inicial hasta los ocho años; una política Distrital de formación integral, en la que plantean la implementación de la jornada única, pero con implementación gradual, así como de un sistema multidimensional de evaluación y replantear aspectos como el número de materias y centrarse en la formación competencias académicas y cívicas.
También se pidió fortalecer el bilingüismo como las bases conceptuales que se dan entre los grados de noveno a once, mientras que para garantizar el acceso y permanencia se pidió fortalecer la autonomía de las instituciones y no apartar a la educación rural. Por último, aseguraron que para la ejecución de estos proyectos se deberá invertir cerca de $25 billones en los próximos 17 años, que en una primera fase podría salir del cupo de endeudamiento de la ciudad.
A largo plazo, en cuanto a la educación inicial, se recomienda trabajar de la mano en la atención de aspectos socioeconómicos, culturales y ambientales que rodean los niños, niñas y sus familias, y en el caso de la formación se habla del acompañamiento al estudiante, que incluye la constante formación de los profesionales y el desarrollo de una estructura curricular integral en las instituciones.
Entre otras cosas, también se destacó la necesidad de una educación con igualdad de condiciones y oportunidades con enfoques más experienciales, además de la necesidad de reconocer la diversidad étnica, social, cultural, sexual y de género para lograr que el sistema sea incluyente.
Con la entrega del documento, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y la secretaria de Educación, Edna Bonilla, firmaron un pacto por la educación, que estará publicado por tres meses en la página habilitada para la misión y al que podrá suscribirse la ciudadanía.
“Es nuestra convicción absoluta que nuestra verdadera sabiduría, está en la ciudadanía. Algunos tienen la inmensa fortuna y el privilegio de dedicarse a la educación como profesión, ellos son nuestros maestros y maestras. Otros, todos los demás, quizás no lo hacemos por profesión, pero todos lo hacemos por vocación. Aprendemos de nuestros propios errores, de múltiples formas”, concluyó López.