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Desde el día en el que se realizó la imputación de cargos pasaron cerca de tres meses para que se formulara el escrito de acusación, en el que se señalaba a Miguel Camilo Parra como presunto responsable del delito de tentativa de feminicidio, luego de que habría atacado con un hacha a quien por ese entonces era su novia, Ángela del Pilar Ferro Gaitán.
Para entonces, la defensa de Ferro Gaitán tenía proyectado el curso normal del proceso, e incluso que la justicia actuaría con prontitud ante las evidencias recolectadas por la Fiscalía, pero desde la fecha en la que se fijó la audiencia preparatoria, el 8 de marzo de 2021, las primeras intenciones de dilataciones habrían salido a la luz.
Ese mismo día, el abogado de Miguel Camilo Parra solicitó aplazamiento de la audiencia, por lo que un mes más tarde se efectuaría el encuentro legal. Esta audiencia fue programada para el 14 abril de ese mismo año, pero ya instalada la defensa volvió a solicitar el aplazamiento, a lo que el juez no se opuso.
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La nueva fecha de la audiencia preparatoria quedó para el 3 de mayo de 2021, pero como las dos fechas anteriores, una vez más el abogado de Parra insistió en un aplazamiento, que esta vez quedó para el 8 de junio del mismo año. Esa última fecha hubo un cuarto aplazamiento, todos correspondidos por el juez que llevaba el caso.
Fue solo hasta el 31 agosto del año pasado en el que se dio inicio al juicio, en el cual a la fecha no se ha emitido sentido de fallo, por lo que la defensa de Parra, actuando en derecho, hace una semana solicitó la libertad de su cliente por “vencimiento de términos”, solicitud que fue avalada sin reproche.
En su momento, el abogado defensor insistió en que su cliente fue incriminado por unos hechos que en principio habrían sido objeto de un “linchamiento mediático”. “(Miguel Parra) obtiene la libertad por la causal segunda consistente en que transcurrieron más de 150 días calendario desde el momento que inició el juicio oral, y aún no se ha emitido sentido del fallo. Este es el primer paso para nosotros como defensa, el segundo será la inexorable absolución”, dijo el abogado.
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El juicio, con Miguel Parra en libertad, continuará el próximo 30 marzo, allí se espera que el juez emita ese tan esperado sentido de fallo, por lo que de ser condenatorio el fiscal a cargo de la investigación, deberá solicitar de manera inmediata la orden de captura en contra del presunto responsable.
Luego de conocer esta información, la Secretaría de la Mujer, que desde un principio estuvo al tanto del caso de Ángela del Pilar Ferro, y quien le prestó apoyo jurídico y asistencia, señaló que podrá una queja al juez, debido a que no habría puesto reparo ante las insistentes solicitudes de aplazamiento de la defensa.
Así ocurrió el caso
Según relató la misma víctima, hace casi un año, la relación de Ángela y Miguel inició a principio de 2020, luego de que ella lo conociera por medio de Tinder, la aplicación de citas. “Yo le di like a la foto de él. Tenía fotos muy chéveres en cuanto a su estética. Miguel es agradable. Es alto, tenía el pelo largo y a mí me gustaba, su barba, la forma en cómo se vestía, en como hablaba…”.
Los meses posteriores, a la par del inicio de la pandemia, la pareja siguió saliendo al punto de terminar viviendo juntos en un conjunto al norte de la capital. Fue en ese momento en el que ella se percató de que Miguel tenía una “colección” de hachas, tema al que ella no le puso reparo, pues lo veía normal, debido a que él no le daba ningún uso a las mismas. “No me pareció peligroso porque teníamos las hachas en un closet guardadas”, explicó ella.
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Los primeros brotes de violencia fueron cuando empezaron a levantar algunas restricciones, momento en el que Ángela visitó a unos amigos y Parra, la llamó con insistencia con la intención de reclamarle y preguntarle “¿por qué no había llegado a la casa?”. “Ya había desconfianza cada vez que me iba a ir a ver con mis amigos. Siempre discutíamos por ese tema. A él le parecía increíble que yo saliera un fin de semana, que me vistiera de cierta forma o que maquillara de una manera particular”.
El nivel de desconfianza fue tal, que una semana antes del ataque, ella decidió dar por terminada la relación, debido a que él le revisaba el celular, sus redes sociales y los amigos que tenía. Además de cuestionar por las personas que le daban ‘me gusta’ o comentaban sus fotos.
Fue el 17 de octubre de 2020, cuando ella iba a dejar a Miguel, el día en el que se perpetró el intento de feminicidio. “Empezó a decirme que con cuántos hombres había estado yo, que porque él no había estado con muchas mujeres, que su religión lo prohibía, que si yo me estaba viendo con mi exnovio, que si yo le era infiel. Comenzamos a discutir, luego sentí un golpe y hasta ahí recuerdo”, contó Ferro.
Según el parte médico, Ángela recibió siete hachazos, uno de ellos a escasos milímetros de una vena principal. Muestra de la gravedad fue que el médico, durante la recuperación, le dijo que “estaba viva de milagro”.
Fue el hijo de Ferro, un niño de 12 años, quien avisó a las autoridades y a su abuelo, por lo que la mujer alcanzó a ser trasladada al centro médico en donde fue atendida. Pese a que Miguel Parra huyó de la escena, e intentó cambiar su aspecto (cortándose el pelo) para evadir a las autoridades, 10 días después del ataque fue capturado. La Fiscalía le imputó el delito de tentativa de feminicidio agravado, el cual no fue aceptado por Miguel, sin embargo, desde entonces estaba en prisión, hasta la semana pasada, cuando fue dejado en libertad.
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