Los detalles del parqueo en vía: ¿negocio público?
Aunque surgió como opción para financiar el transporte público, de $180.000 millones que esperan recoger al año, máximo $18.000 millones irán a tapar el hueco del SITP. Este año entrará en servicio la primera zona de operación.
Después de cuatro años, el Distrito por fin comenzará la implementación del parqueo en vía en la ciudad, que se había planteado como una de las alternativas para tapar el hueco fiscal del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), que hoy supera los $1,9 billones. No obstante, al analizar las proyecciones financieras, tan solo $1 de cada $10 de lo que esperan recaudar se usará para su propósito inicial.
El plan piloto empezará en Chapinero el próximo 2 de noviembre. Aunque en principio el proceso quedaría en manos de privados, luego de tres licitaciones (dos de ellas declaradas desiertas), el Distrito optó por dejar el proyecto en manos de la Terminal de Transportes de Bogotá, que es de economía mixta y cuyo principal propietario es el Distrito. En la puesta en marcha una de sus primeras decisiones fue desistir de usar parquímetros para usar una aplicación. “La infraestructura física es sensible a robos y maltratos. La aplicación móvil operará con nuestros facilitadores en calle, a los que se les pagará en efectivo”, dijo la directora de la Terminal de Transporte, Ana María Zambrano.
Lo que harán es administrar el cobro por el parqueo en vía y este año se implementará la primera zona (que va de las calles 72 a la 94, entre la carrera 11 y la autopista Norte), en donde inicialmente se cobrará de lunes a viernes, entre las 9:00 a.m. y 4:00 p.m., y los sábados de 10:00 a.m. y 4:00 p.m. Las tarifas variarán de acuerdo con el sector y la demanda, pero por ahora, antes de las dos horas de parqueo, la fracción de 30 minutos será a $3.000 para vehículos y $2.100 para motos, mientras que después de este tiempo el cobro subirá a $4.600 para carros y $3.200 para motos.
Pero esto no será válido en todas las vías, pues en el proyecto no se incluyen vías principales o de doble sentido, zonas donde hay paraderos de servicio público ni cerca de intersecciones semaforizadas. “Se está trabajando en paralelo con la unidad de malla vial. Al respecto, buscamos hacer la armonización de todos los planes de intervenciones de vía pública y el estado en el que están las calles, donde la oferta de espacio público sea la adecuada”, aseguró Zambrano.
En total, explica la funcionaria, se espera recaudar $1 billón en 10 años, de los cuales $430.000 millones respaldarán la generación de empleo, $320.000 millones en gastos operativos, $70.000 millones para mantenimiento vial y $180.000 millones para el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) de TM. Es decir, al año serán máximo $18.000 millones, que representan el 1 % del déficit fiscal del transporte público.
Para el recaudo, los usuarios podrán hacer el prepago del parqueo a través de una aplicación, que se arrendó a la Terminal de Transporte de Medellín, o a través de los facilitadores, que no son más que las personas que informalmente cuidaban carros en las zonas y que ahora se sumarán a una estructura que abrirá nuevas plazas laborales.
“Por cada 12 cupos de parqueo habrá un facilitador, por cada 12 de ellos, un supervisor; por cada área de implementación habrá tres recorredores, y en cada zona una sede zonal, que hará el apoyo logístico”, explicó Zambrano. Los facilitadores se contratarán a través de una temporal, mientras la señalización y demarcación las harán una empresa de ingeniería y la Secretaría de Movilidad, que abrió una licitación para esto.
Aunque parece un plan claro, no ha sido ajeno a las críticas. Para el concejal Andrés Forero (Centro Democrático), las cifras que maneja la Terminal de Transporte “es un despropósito para todo lo que esperaban recaudar. El Distrito hablaba de lograr una recuperación en cuatro años, pero con esto les quedó grande”. Forero advirtió que el secretario de Movilidad, Nicolás Estupiñán, no cumplió con la promesa que hizo el año pasado de que iba a ser un proyecto público y de paso desconoce el artículo 7 del acuerdo, que reglamentó el proyecto de parqueo en vía, “en el que se señala que así como los parqueaderos deben responder por daños y hurtos, lo mismo debería hacer el operador de las zonas”.
Al respecto, la Terminal ha indicado que están trabajando articuladamente con la Secretaría de Seguridad para estructurar un plan de trabajo preventivo, priorizando las zonas de mayor riesgo. “No obstante, es importante aclarar que las Zonas de Parqueo Pago contemplan el cobro por el uso del espacio público y no por el cuidado del vehículo”, explicó la entidad.
Para Óscar Alfonso, docente de economía del desarrollo urbano del Externado, una de las preguntas que debe resolver el Distrito es qué resuelve con esta medida. “En ciertas zonas hay déficit en parqueo y en las bahías se puede dar el aprovechamiento económico, pero, ¿cómo se podría aprovechar mejor el espacio público?”.
Por su parte, el experto en movilidad Darío Hidalgo ve los cambios con buenos ojos y señala que lo importante es que hubo grandes modificaciones con respecto a la orientación principal del proyecto. “Ahora es el espacio público y no tanto para apoyo al FET. Es un proceso de restablecimiento, porque es un cobro que existía antes y que requiere gran conocimiento y divulgación, por eso es bueno que empiecen con una fase pequeña”.
De todas formas, llama la atención que algunos cajones se están pintando casi sobre las esquinas, lo que puede representar un riesgo para la seguridad vial. “Lo que pueden hacer es aprovechar para ampliar el andén y hacer más seguro el paso de peatones”, dijo Hidalgo.
Por lo pronto, la Terminal indica que se han priorizado las zonas donde más comparendos por parqueo en lugar prohibido se han puesto y se han basado en la Encuesta de Movilidad de 2019, para definir las zonas que comenzarán a operar en los siguientes dos años. Las próximas tres semanas serán pedagógicas, pero luego comenzarán a cobrar y a poner cepos, lo cual será clave, pues lo que viene es la construcción de la confianza con los conductores y, de la misma forma, con los facilitadores que, al fin de cuentas, serán los encargados de una buena operación.
Después de cuatro años, el Distrito por fin comenzará la implementación del parqueo en vía en la ciudad, que se había planteado como una de las alternativas para tapar el hueco fiscal del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), que hoy supera los $1,9 billones. No obstante, al analizar las proyecciones financieras, tan solo $1 de cada $10 de lo que esperan recaudar se usará para su propósito inicial.
El plan piloto empezará en Chapinero el próximo 2 de noviembre. Aunque en principio el proceso quedaría en manos de privados, luego de tres licitaciones (dos de ellas declaradas desiertas), el Distrito optó por dejar el proyecto en manos de la Terminal de Transportes de Bogotá, que es de economía mixta y cuyo principal propietario es el Distrito. En la puesta en marcha una de sus primeras decisiones fue desistir de usar parquímetros para usar una aplicación. “La infraestructura física es sensible a robos y maltratos. La aplicación móvil operará con nuestros facilitadores en calle, a los que se les pagará en efectivo”, dijo la directora de la Terminal de Transporte, Ana María Zambrano.
Lo que harán es administrar el cobro por el parqueo en vía y este año se implementará la primera zona (que va de las calles 72 a la 94, entre la carrera 11 y la autopista Norte), en donde inicialmente se cobrará de lunes a viernes, entre las 9:00 a.m. y 4:00 p.m., y los sábados de 10:00 a.m. y 4:00 p.m. Las tarifas variarán de acuerdo con el sector y la demanda, pero por ahora, antes de las dos horas de parqueo, la fracción de 30 minutos será a $3.000 para vehículos y $2.100 para motos, mientras que después de este tiempo el cobro subirá a $4.600 para carros y $3.200 para motos.
Pero esto no será válido en todas las vías, pues en el proyecto no se incluyen vías principales o de doble sentido, zonas donde hay paraderos de servicio público ni cerca de intersecciones semaforizadas. “Se está trabajando en paralelo con la unidad de malla vial. Al respecto, buscamos hacer la armonización de todos los planes de intervenciones de vía pública y el estado en el que están las calles, donde la oferta de espacio público sea la adecuada”, aseguró Zambrano.
En total, explica la funcionaria, se espera recaudar $1 billón en 10 años, de los cuales $430.000 millones respaldarán la generación de empleo, $320.000 millones en gastos operativos, $70.000 millones para mantenimiento vial y $180.000 millones para el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) de TM. Es decir, al año serán máximo $18.000 millones, que representan el 1 % del déficit fiscal del transporte público.
Para el recaudo, los usuarios podrán hacer el prepago del parqueo a través de una aplicación, que se arrendó a la Terminal de Transporte de Medellín, o a través de los facilitadores, que no son más que las personas que informalmente cuidaban carros en las zonas y que ahora se sumarán a una estructura que abrirá nuevas plazas laborales.
“Por cada 12 cupos de parqueo habrá un facilitador, por cada 12 de ellos, un supervisor; por cada área de implementación habrá tres recorredores, y en cada zona una sede zonal, que hará el apoyo logístico”, explicó Zambrano. Los facilitadores se contratarán a través de una temporal, mientras la señalización y demarcación las harán una empresa de ingeniería y la Secretaría de Movilidad, que abrió una licitación para esto.
Aunque parece un plan claro, no ha sido ajeno a las críticas. Para el concejal Andrés Forero (Centro Democrático), las cifras que maneja la Terminal de Transporte “es un despropósito para todo lo que esperaban recaudar. El Distrito hablaba de lograr una recuperación en cuatro años, pero con esto les quedó grande”. Forero advirtió que el secretario de Movilidad, Nicolás Estupiñán, no cumplió con la promesa que hizo el año pasado de que iba a ser un proyecto público y de paso desconoce el artículo 7 del acuerdo, que reglamentó el proyecto de parqueo en vía, “en el que se señala que así como los parqueaderos deben responder por daños y hurtos, lo mismo debería hacer el operador de las zonas”.
Al respecto, la Terminal ha indicado que están trabajando articuladamente con la Secretaría de Seguridad para estructurar un plan de trabajo preventivo, priorizando las zonas de mayor riesgo. “No obstante, es importante aclarar que las Zonas de Parqueo Pago contemplan el cobro por el uso del espacio público y no por el cuidado del vehículo”, explicó la entidad.
Para Óscar Alfonso, docente de economía del desarrollo urbano del Externado, una de las preguntas que debe resolver el Distrito es qué resuelve con esta medida. “En ciertas zonas hay déficit en parqueo y en las bahías se puede dar el aprovechamiento económico, pero, ¿cómo se podría aprovechar mejor el espacio público?”.
Por su parte, el experto en movilidad Darío Hidalgo ve los cambios con buenos ojos y señala que lo importante es que hubo grandes modificaciones con respecto a la orientación principal del proyecto. “Ahora es el espacio público y no tanto para apoyo al FET. Es un proceso de restablecimiento, porque es un cobro que existía antes y que requiere gran conocimiento y divulgación, por eso es bueno que empiecen con una fase pequeña”.
De todas formas, llama la atención que algunos cajones se están pintando casi sobre las esquinas, lo que puede representar un riesgo para la seguridad vial. “Lo que pueden hacer es aprovechar para ampliar el andén y hacer más seguro el paso de peatones”, dijo Hidalgo.
Por lo pronto, la Terminal indica que se han priorizado las zonas donde más comparendos por parqueo en lugar prohibido se han puesto y se han basado en la Encuesta de Movilidad de 2019, para definir las zonas que comenzarán a operar en los siguientes dos años. Las próximas tres semanas serán pedagógicas, pero luego comenzarán a cobrar y a poner cepos, lo cual será clave, pues lo que viene es la construcción de la confianza con los conductores y, de la misma forma, con los facilitadores que, al fin de cuentas, serán los encargados de una buena operación.