Los matices del regreso a clases en Bogotá
Este lunes acaban las vacaciones de los colegios privados y comienza la implementación del plan para el regreso a las aulas, en medio de la controversia de si hacerlo o no y de otras variables como el plan de vacunación y la infraestructura.
Mónica Rivera Rueda
Con el fin de las vacaciones de mitad de año comienza la implementación del plan nacional y distrital para el regreso a clases presenciales, que comenzará el 8 de julio en la ciudad. Si bien, la decisión sigue en manos de los padres, continúa la controversia sobre el tercer pico, la vacunación de profesores y la adecuación de infraestructura.
Desde el Gobierno Nacional, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, ha insistido en la importancia del regreso. “Estamos haciendo caer en cuenta a los padres, a través de este y muchos medios, la afectación emocional, cognitiva y social que han tenido los niños”, afirmó en una entrevista. Por su parte, la alcaldesa Claudia López confía en la vacunación completa del personal docente y administrativo. “En Bogotá, todos los colegios tienen sus protocolos de bioseguridad. No hay excusa para seguir evadiendo la educación de niños y jóvenes”.
Con respecto al plan de vacunación, el Distrito ha inmunizado a 31.662 maestros, 1.902 servidores públicos y 1.298 contratistas de la Secretaría de Educación. Según William Agudelo, presidente de la Asociación Distrital de Educadores (ADE), corresponde a la aplicación de la primera dosis del 90 % de los profesores del gremio y del 30 % para la segunda. En parte, no se ha completado el esquema debido a la falta de vacunas y a que quienes han sido inmunizados con el biológico de Sinovac no han completado los tiempos de incubación. Pese a ello, este proceso es satisfactorio.
Lo que está generando discusión para los sindicatos son las garantías para el regreso, pues mientras la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) insiste en que la infraestructura de los colegios no ha sido adecuada, desde Bogotá la ADE agrega que tampoco están dadas las condiciones si no se vacuna a niños y padres. “Nos preocupa tanto contagio por el tercer pico y tanta población en las calles, a la que ahora se sumarían niños, docentes, transportadores y vendedores. En los colegios han hecho arreglos de cualquier cosa. Creen que con tapabocas y ventilación cruzada pueden relajar el resto de medidas. Por eso, de aquí en adelante, responsabilizamos al Ministerio y a la Alcaldía de lo que pase”.
La Secretaría de Educación ha reiterado que realiza la adecuación de los colegios públicos, especialmente en el mantenimiento e instalación de baterías sanitarias. Además, adelanta reestructuraciones para garantizar la ventilación, dotación de elementos de bioseguridad como lavamanos y dispensadores de gel, así como el testeo de los maestros que regresaron a clases a finales del año pasado. “Ya finalizamos las intervenciones de 245 sedes educativas y avanzamos en mejorar 24 más, que garantizarán un retorno a la presencialidad con bienestar”, dicen.
Para Carlos Ballesteros, presidente de la Confederación Colombiana de Padres de Familia, hay un tema que no se ha tocado y es el del proceso en colegios privados, pues si bien los más grandes pueden adaptar las instalaciones, hay jardines e instituciones en barrios que no lo pueden hacer. “No entiendo cómo siguen dando licencias a lugares que no cumplen las condiciones del Plan de Ordenamiento Territorial. Hemos visto casas adaptadas, muchas veces con dos baños para 130 niños, una escalera, un portón estrecho y sin zonas verdes, que necesitan inversiones para cumplir las condiciones de bioseguridad, pero no tienen cómo”.
Ante todo esto, Julián de Zubiría cree que este no es un momento para tomar posturas en blanco y negro, tanto del sindicato como del Gobierno, pues si bien las decisiones deben tener en cuenta el pico de la pandemia, tampoco se puede negar la importancia de la presencialidad para la vida emocional, la socialización y la salud mental de niños y jóvenes. “Sin duda, tenemos que retornar pronto, pero de manera segura y gradual. También es equivocado exigir que todos retornen al tiempo. Ojalá no sea así. Si lo hacen, pagaremos esos errores en vidas humanas. Deben retornar primero los pequeños y prepararnos para un retorno gradual, mediado y progresivo una o dos semanas después de los adolescentes”.
Hasta el momento, la Secretaría de Educación no ha dado a conocer los lineamientos que se tendrán en cuenta para el regreso a los salones. Lo claro es que hay por lo menos 1.130 colegios privados y jardines habilitados, de los cuales 551 ya han tenido clases en alternancia, así como 372 públicos ya tienen las condiciones para volver. Lo que se haga esta semana será importante, pues no solo es primordial que los niños regresen a los colegios, sino que también se dé la confianza y se cree el ambiente para que padres y maestros también estén seguros de dar este paso.
Con el fin de las vacaciones de mitad de año comienza la implementación del plan nacional y distrital para el regreso a clases presenciales, que comenzará el 8 de julio en la ciudad. Si bien, la decisión sigue en manos de los padres, continúa la controversia sobre el tercer pico, la vacunación de profesores y la adecuación de infraestructura.
Desde el Gobierno Nacional, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, ha insistido en la importancia del regreso. “Estamos haciendo caer en cuenta a los padres, a través de este y muchos medios, la afectación emocional, cognitiva y social que han tenido los niños”, afirmó en una entrevista. Por su parte, la alcaldesa Claudia López confía en la vacunación completa del personal docente y administrativo. “En Bogotá, todos los colegios tienen sus protocolos de bioseguridad. No hay excusa para seguir evadiendo la educación de niños y jóvenes”.
Con respecto al plan de vacunación, el Distrito ha inmunizado a 31.662 maestros, 1.902 servidores públicos y 1.298 contratistas de la Secretaría de Educación. Según William Agudelo, presidente de la Asociación Distrital de Educadores (ADE), corresponde a la aplicación de la primera dosis del 90 % de los profesores del gremio y del 30 % para la segunda. En parte, no se ha completado el esquema debido a la falta de vacunas y a que quienes han sido inmunizados con el biológico de Sinovac no han completado los tiempos de incubación. Pese a ello, este proceso es satisfactorio.
Lo que está generando discusión para los sindicatos son las garantías para el regreso, pues mientras la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) insiste en que la infraestructura de los colegios no ha sido adecuada, desde Bogotá la ADE agrega que tampoco están dadas las condiciones si no se vacuna a niños y padres. “Nos preocupa tanto contagio por el tercer pico y tanta población en las calles, a la que ahora se sumarían niños, docentes, transportadores y vendedores. En los colegios han hecho arreglos de cualquier cosa. Creen que con tapabocas y ventilación cruzada pueden relajar el resto de medidas. Por eso, de aquí en adelante, responsabilizamos al Ministerio y a la Alcaldía de lo que pase”.
La Secretaría de Educación ha reiterado que realiza la adecuación de los colegios públicos, especialmente en el mantenimiento e instalación de baterías sanitarias. Además, adelanta reestructuraciones para garantizar la ventilación, dotación de elementos de bioseguridad como lavamanos y dispensadores de gel, así como el testeo de los maestros que regresaron a clases a finales del año pasado. “Ya finalizamos las intervenciones de 245 sedes educativas y avanzamos en mejorar 24 más, que garantizarán un retorno a la presencialidad con bienestar”, dicen.
Para Carlos Ballesteros, presidente de la Confederación Colombiana de Padres de Familia, hay un tema que no se ha tocado y es el del proceso en colegios privados, pues si bien los más grandes pueden adaptar las instalaciones, hay jardines e instituciones en barrios que no lo pueden hacer. “No entiendo cómo siguen dando licencias a lugares que no cumplen las condiciones del Plan de Ordenamiento Territorial. Hemos visto casas adaptadas, muchas veces con dos baños para 130 niños, una escalera, un portón estrecho y sin zonas verdes, que necesitan inversiones para cumplir las condiciones de bioseguridad, pero no tienen cómo”.
Ante todo esto, Julián de Zubiría cree que este no es un momento para tomar posturas en blanco y negro, tanto del sindicato como del Gobierno, pues si bien las decisiones deben tener en cuenta el pico de la pandemia, tampoco se puede negar la importancia de la presencialidad para la vida emocional, la socialización y la salud mental de niños y jóvenes. “Sin duda, tenemos que retornar pronto, pero de manera segura y gradual. También es equivocado exigir que todos retornen al tiempo. Ojalá no sea así. Si lo hacen, pagaremos esos errores en vidas humanas. Deben retornar primero los pequeños y prepararnos para un retorno gradual, mediado y progresivo una o dos semanas después de los adolescentes”.
Hasta el momento, la Secretaría de Educación no ha dado a conocer los lineamientos que se tendrán en cuenta para el regreso a los salones. Lo claro es que hay por lo menos 1.130 colegios privados y jardines habilitados, de los cuales 551 ya han tenido clases en alternancia, así como 372 públicos ya tienen las condiciones para volver. Lo que se haga esta semana será importante, pues no solo es primordial que los niños regresen a los colegios, sino que también se dé la confianza y se cree el ambiente para que padres y maestros también estén seguros de dar este paso.