¿Aló? Línea Calma: los retos del Distrito para que más hombres pidan ayuda
19.000 llamadas han sido recibidas desde 2020. Su objetivo es escucharlos y prevenir violencias basadas en género, pero aún quedan muchos retos y ajustes para lograrlo.
María Angélica García Puerto
“Bienvenido a Calma. La línea de escucha para hombres. Estamos para escucharlo y orientarlo. Es muy importante que usted haya tomado la decisión de llamarnos. Aquí usted cuenta con alguien que lo escuchará y lo orientará en esta situación que ahora le afecta o en este momento difícil”. Así inicia una llamada en la Línea Calma. Una línea de escucha y orientación lanzada por el Distrito el 17 de diciembre de 2020 y que durante estos cuatro años ha atendido a más de 19.000 hombres, mayores de 18 años.
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“Bienvenido a Calma. La línea de escucha para hombres. Estamos para escucharlo y orientarlo. Es muy importante que usted haya tomado la decisión de llamarnos. Aquí usted cuenta con alguien que lo escuchará y lo orientará en esta situación que ahora le afecta o en este momento difícil”. Así inicia una llamada en la Línea Calma. Una línea de escucha y orientación lanzada por el Distrito el 17 de diciembre de 2020 y que durante estos cuatro años ha atendido a más de 19.000 hombres, mayores de 18 años.
Dentro de sus objetivos, está que los hombres puedan ponerle palabras a sus sentimientos y aprender a manejar situaciones emocionales como la ira, frustración, celos, duelos amorosos, preocupación por motivos económicos o familiares, ansiedad, depresión, entre otros, bajo una orientación emocional y psicosocial con profesionales. Y es que en Bogotá, el 60 % de los hombres no saben reconocer cuando necesitan ayuda y el 56 % dijeron ser capaces de resolver sus problemas solos, según una encuesta del Observatorio y de la Gestión del Conocimiento Cultural.
Detrás de la Línea Calma hay una abogada y 15 profesionales de psicología como María Camila Romero y Juan Carlos Linares, quienes llevan atendiendo año y medio, y dos meses, respectivamente. Ambos tienen experiencia previa en atención de casos con enfoque de género.
Por agente, cuentan, pueden recibir entre 3 o 6 llamadas durante un día. Algo así como 30 o 50 llamadas diarias en total. Pero este pico aumenta cuando hay fechas especiales o eventos sociales como partidos de fútbol o conciertos. Dependiendo de la apertura y la situación por la que esté pasando el hombre, la atención, con enfoque cognitivo-conductual, puede durar entre media hora o hasta una hora y media.
“Hay un momento de tensión. Como, ‘llamo por…’ y hay unos pequeños segundos de silencio, pero luego dicen ‘me está pasando esto. Esto me está sobrepasando y necesito hablarlo’. En el rol masculino no se puede poner fácilmente en palabras el sentir, sino que es muy genérico. Por eso nosotros puntualizamos ese sentimiento desde la evidencia, desde los estados de ánimo. Y entramos a incomodar esos sistemas de creencias para generar cambios comportamentales”, aseguró Juan Carlos.
Las razones son distintas, pero principalmente, acuden por una ruptura amorosa, dice Camila. “También por violencia cruzada. Es decir, de los dos lados, donde casi siempre tiene una motivación desde el hombre. Pero cuando se comunican a decir que ‘ella me violentó’, indagamos que la raíz casi siempre viene de una violencia que se ejerció antes por parte de él. Y emergencias como situaciones de violencia o amenaza suicida donde tenemos que activar una ruta” con otras autoridades.
Casos como la de una relación amorosa entre un hombre de 40 y una joven de 20 años, marcó a Camila por las violencias machistas que allí se ejercían. “Él me decía que ella tenía que hacerle caso por el hecho de “apoyarla” económicamente. Tenía que retribuirle de cierta manera. Entonces romper con todo esto fue difícil. Pero esta persona se permitió cuestionarse y darse cuenta del ejercicio de poder que estaba teniendo frente a esta mujer. Al terminar la orientación, procedimos a brindarle un segundo espacio psicoeducativo”.
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Pero no todos son receptivos. Algunos cuelgan las llamadas y dicen que no les ayudó. “Muchos hombres se comunican para recibir validación de sus violencias, pero sembramos al menos una semilla que les permita cuestionarse”, agregó Camila.
Precisamente la Línea Calma también se define como una estrategia para que los hombres se vinculen como agentes activos y contribuyan a la prevención de las violencias basadas en género, con acciones dirigidas a promover una transformación cultural de las normas, creencias y comportamientos que legitiman y naturalizan el machismo y las violencias contra las mujeres, las niñas y los niños.
Esto, en un contexto de 1.056 casos de violencia intrafamiliar, un aumento de 212 casos respecto al mismo periodo del año anterior y que dejó en su mayoría víctimas mujeres (553). Asimismo, 6 casos más de violencia de pareja este año (124), donde las mujeres nuevamente fueron las más violentadas (122), respecto a los hombres (2). Todo, según datos de Medicina Legal, ocurridos entre enero y febrero de este año.
Por otro lado, en lo que va del 2024, la Fiscalía ha registrado 32 feminicidios, así como 2.068 casos de violencia sexual contra la mujer y un total de 12.327 casos de violencia intrafamiliar. Esto sin desconocer el subregistro que existe en el país.
“En un primer nivel está la contención emocional de manera preventiva para que los hombres puedan tener una descarga emocional que no derive en una violencia contra su pareja o familia. Posterior a eso, los incorporamos al servicio de acompañamiento psicoeducativo individual, donde en hasta 10 sesiones pueden abordar distintas problemáticas que están atravesando, pero sobre todo tener herramientas para el desaprendizaje del machismo”, detalla Luis Felipe Calero, subsecretario Distrital de Cultura Ciudadana, sobre el seguimiento que les hacen a estas llamadas voluntarias.
Aunque esta Línea ha sido bien recibida, también ha sido cuestionada por expertas como María Cristina Hurtado, exsubsecretaria de Mujer, Género y Diversidad sexual de la Alcaldía de Bogotá, consultora internacional en violencias de género e infancia, y redactora de la Ley 1257 para prevenir, sancionar y remediar violencias contra mujeres y niños, niñas y adolescentes.
“Las mujeres estamos absolutamente aburridas. Hay algo de fondo y es que hay un modelo patriarcal violento y hay una socialización de hombres en medio de la violencia. Desde que no cambiemos en la cultura los imaginarios y las prácticas violentas contra las mujeres y las niñas, esto no se resuelve llamando a una línea”.
Y es que precisamente para Hurtado, desde una Línea de orientación “no va a hacer que un potencial feminicida, un agresor sexual o de violencia intrafamiliar, desista de cometerlo. Esta línea tiene que trabajar directamente con las Comisarías de Familia. Y eso que verbaliza el agresor, inmediatamente buscar a esa niña o mujer en peligro para protegerlas (...) Los procesos terapéuticos con los agresores son largos”.
Por eso, agregó que en materia de prevención hay que trabajar con los niños y adolescentes. “Llevo 35 años trabajando en esto y no hay nada que hacer con un hombre de 50 años. Debe haber un cambio de imaginarios y prácticas culturales discriminatorias por género desde la infancia, en las Instituciones y en el Estado, que no se hacen con llamadas. Son procesos a mediano y largo plazo en los colegios, familias y cuidadores. Además, mandar mensajes claros a la sociedad de que a los agresores se le vienen sentencias, en un contexto de impunidad del 96 %”.
Luis Felipe Calero no desconoce “que estas transformaciones” machistas, arraigadas a una cultura conservadora y patriarcal como lo es Colombia, “no se dan de un momento a otro. Nosotros constantemente hacemos evaluaciones. Hasta ahora no hay un cambio estadísticamente significativo, pero de alguna forma confiamos en que la implementación de esta estrategia en el largo plazo pueda derivar en unas transformaciones comportamentales y en una eliminación del machismo”.
Desde la actual administración Distrital, la apuesta de este cuatrienio es llegar a los laboratorios de cocreación barrial para no solo promocionar la Línea Calma, sino diseñar nuevas acciones de transformación cultural desde los barrios y en las comunidades directamente “para que tengan una oferta mucha más amplia de servicios”, señaló Calero.
Con una inversión que empezó en 2020 con aproximadamente 700 millones de pesos, esta estrategia, junto con la ‘Escuela de Hombres’, va a continuar prestando el servicio gracias al blindaje que recibió bajo el Decreto 415 del 2023, como parte del Acuerdo 893 del Sistema Distrital de Cuidado.
Según datos de la Línea Calma, en lo corrido del 2024, han recibido 1.196 llamadas, un promedio mensual de 389, donde más acuden los hombres entre 25 y 45 años. De igual manera, con corte a abril, el 34,15 % de las llamadas fueron recepcionadas desde el estrato 2; 28,05 %, estrato 3; y 23,17 % no responde.
Es así como aún quedan cambios y ajustes para llegar a más hombres que puedan expresarse sin prejuicios y libremente. Pero el reto mayor es lograr una transformación cultural del machismo enquistado en nuestra sociedad, con el fin de prevenir las violencias basadas en género, que deja una mujer asesinada día de por medio, en un país que está en Emergencia Nacional por la Violencia Machista, sancionada en el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno y que pretende nuevas medidas urgentes que garanticen a las mujeres una vida libre de violencias.
La Línea Calma 018000423614 está activa de lunes a viernes de 7:00 a.m. a 10:30pm, sábado de 8:00 a.m a 10:30 p.m., y domingos y festivos de 2:00 p.m. a 10:30 p.m.
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