“Los vamos a quebrar”: panfleto de las ‘Águilas Negras’ contra manifestantes en Facatativá
Una misiva del supuesto grupo armado al margen de la ley, las Águilas Negras, circula en redes sociales. En esta advierten a manifestantes y defensores de derechos humanos en Facatativá, de ser objeto de torturas y asesinatos en caso de seguir manifestándose en el municipio.
Facatativá ha sido noticia en los últimos días debido a las jornadas de manifestaciones que se adelantan en su territorio, mismas en las que se han registrado actos como la quema de una estación de policía y el palacio de justicia (la autoría de estos hechos fue negada por la primera línea del barrio Cartagenita), además de abusos policiales, capturas irregulares y supuestas torturas a jóvenes en el comando de la Policía.
Algunos habitantes del sector creen que existe una persecución por parte de las autoridades en contra de los jóvenes del municipio, pues no solo existen denuncias de capturas (sobre todo a hombres) de personas entre los 20 y 30 años de edad por el solo hecho transitar por una vía (ni siquiera en participación de manifestaciones), sino que se ha conocido que un teniente coronel del Batallón de Infantería Miguel Antonio Caro, ha distribuido tarjetas de presentación y volantes que invitan a la población a señalar a personas que participen de las manifestaciones.
Lea también: ¿Vulneración de derechos humanos en Facatativá?
En este marco se suma un agravante (que no necesariamente está relacionado con los hechos descritos anteriormente), y es la circulación en redes sociales de un panfleto presuntamente elaborado por el grupo armado al margen de la ley ‘Águilas Negras’ (mismo del que las autoridades han dicho que no existe y que su nombre es usado por otras organizaciones para emitir sus comunicaciones), en el que advierten a los manifestantes y defensores de derechos humanos en el municipio, de ser objeto de torturas y asesinatos en caso de continuar con sus actividades.
“En la Sabana de Bogotá, grupos de izquierda radical y guerrilleros camuflados de derechos humanos han instrumentalizado jóvenes y mamertos del paro para promover el caos y la anarquía en las calles de diferentes ciudades del departamento, sembrando odio en la sociedad y deslegitimando a nuestra fuerza pública. Estos malparidos revoltosos se han valido de sus discursos socialistas y adoctrinamiento en redes sociales para incendiar el país. ¡Hijueputas!, con la asistencia militar también llegamos nosotros a Facatativá. Los vamos a torturar y quebrar a ustedes y a sus familias si siguen mariqueando, para que sepan que esto no es un juego”, dice uno de los párrafos del panfleto.
Hay que recordar que Facatativá y Madrid son los únicos dos municipios en Cundinamarca que permanecen militarizados por orden presidencial. En trabajos de reportería adelantados por este medio en ambas ciudades, comprobamos que la presencia de estos uniformados es sobre todo en las vías principales. Incluso, presenciamos el momento en el que un militar evitó una confrontación entre facatativeños y agentes del Esmad, al dialogar con los primeros y lograr que los segundos se retiraran de las inmediaciones de una zona residencial.
En el panfleto mencionan el nombre de algunos ciudadanos y defensores de derechos humanos, a quienes les dicen que ya están en sus barrios y que los tienen identificados. “Cuando den el papayaso van a aparecer en un río, como las demás gonorreas que se las dieron de revolucionarios (...). Recuerden que nosotros somos los que tenemos los fusiles”, concluye la misiva.
Hay que tener en cuenta que este comunicado se da días después de que la Defensoría del Pueblo emitiera una alerta temprana sobre la presencia de grupos al margen de la ley en algunas localidades de Bogotá y parte de los municipios de Cundinamarca. Aunque hay que precisar que dicha alerta se refería a la disputa territorial entre estas organizaciones.
Sobre lo anterior, el gobernador Nicolás García afirmó que no existe presencia alguna de estos grupos en el departamento, y pidió a la Defensoría aclarar la información que había entregado a la ciudadanía.
Sobre el panfleto, El Espectador pudo hablar con una de las personas que aparecen amenazadas en el mismo. “Lo único que solicitamos es que se respeten los derechos humanos, que se permita la libre movilización y la manifestación”, dice.
Facatativá ha sido noticia en los últimos días debido a las jornadas de manifestaciones que se adelantan en su territorio, mismas en las que se han registrado actos como la quema de una estación de policía y el palacio de justicia (la autoría de estos hechos fue negada por la primera línea del barrio Cartagenita), además de abusos policiales, capturas irregulares y supuestas torturas a jóvenes en el comando de la Policía.
Algunos habitantes del sector creen que existe una persecución por parte de las autoridades en contra de los jóvenes del municipio, pues no solo existen denuncias de capturas (sobre todo a hombres) de personas entre los 20 y 30 años de edad por el solo hecho transitar por una vía (ni siquiera en participación de manifestaciones), sino que se ha conocido que un teniente coronel del Batallón de Infantería Miguel Antonio Caro, ha distribuido tarjetas de presentación y volantes que invitan a la población a señalar a personas que participen de las manifestaciones.
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En este marco se suma un agravante (que no necesariamente está relacionado con los hechos descritos anteriormente), y es la circulación en redes sociales de un panfleto presuntamente elaborado por el grupo armado al margen de la ley ‘Águilas Negras’ (mismo del que las autoridades han dicho que no existe y que su nombre es usado por otras organizaciones para emitir sus comunicaciones), en el que advierten a los manifestantes y defensores de derechos humanos en el municipio, de ser objeto de torturas y asesinatos en caso de continuar con sus actividades.
“En la Sabana de Bogotá, grupos de izquierda radical y guerrilleros camuflados de derechos humanos han instrumentalizado jóvenes y mamertos del paro para promover el caos y la anarquía en las calles de diferentes ciudades del departamento, sembrando odio en la sociedad y deslegitimando a nuestra fuerza pública. Estos malparidos revoltosos se han valido de sus discursos socialistas y adoctrinamiento en redes sociales para incendiar el país. ¡Hijueputas!, con la asistencia militar también llegamos nosotros a Facatativá. Los vamos a torturar y quebrar a ustedes y a sus familias si siguen mariqueando, para que sepan que esto no es un juego”, dice uno de los párrafos del panfleto.
Hay que recordar que Facatativá y Madrid son los únicos dos municipios en Cundinamarca que permanecen militarizados por orden presidencial. En trabajos de reportería adelantados por este medio en ambas ciudades, comprobamos que la presencia de estos uniformados es sobre todo en las vías principales. Incluso, presenciamos el momento en el que un militar evitó una confrontación entre facatativeños y agentes del Esmad, al dialogar con los primeros y lograr que los segundos se retiraran de las inmediaciones de una zona residencial.
En el panfleto mencionan el nombre de algunos ciudadanos y defensores de derechos humanos, a quienes les dicen que ya están en sus barrios y que los tienen identificados. “Cuando den el papayaso van a aparecer en un río, como las demás gonorreas que se las dieron de revolucionarios (...). Recuerden que nosotros somos los que tenemos los fusiles”, concluye la misiva.
Hay que tener en cuenta que este comunicado se da días después de que la Defensoría del Pueblo emitiera una alerta temprana sobre la presencia de grupos al margen de la ley en algunas localidades de Bogotá y parte de los municipios de Cundinamarca. Aunque hay que precisar que dicha alerta se refería a la disputa territorial entre estas organizaciones.
Sobre lo anterior, el gobernador Nicolás García afirmó que no existe presencia alguna de estos grupos en el departamento, y pidió a la Defensoría aclarar la información que había entregado a la ciudadanía.
Sobre el panfleto, El Espectador pudo hablar con una de las personas que aparecen amenazadas en el mismo. “Lo único que solicitamos es que se respeten los derechos humanos, que se permita la libre movilización y la manifestación”, dice.