Luz verde para el Regiotram de Occidente: ANLA lo liberó de la licencia ambiental
El Gobierno expidió el decreto 510 de 2024 que libera a algunos proyectos férreos de licencia ambiental.
En una apuesta del gobierno por fortalecer los proyectos ferroviarios en el país, uno de los primeros en beneficiarse del decreto que expidió la nación para liberar licencias ambientales, es el Regiotram de Occidente, obra que lleva un avance del 27 %, pero que estaba estancada, en gran medida, por el trámite de la licencia ambiental, archivada en 2023 por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA-. En un giro ferroviario del gobierno, este y otros proyectos que cumplan con ciertos requerimientos, quedarán exonerados de la licencia.
Le puede interesar: “Cacerolazo” en Bogotá y Medellín tras las protestas del 1° de mayo
Así lo notificó la ANLA en las últimas horas, dando a conocer la expedición del Auto N°002715, el cual ordena el archivo y terminación del trámite de licencia ambiental del proyecto Regiotram de Occidente, presentado por la Empresa Férrea Regional S.A.S. “En consecuencia, y en aplicación del decreto mencionado, el proyecto no requiere licencia ambiental, por lo que la ANLA archivó de oficio el trámite y procederá a la devolución de la documentación aportada por el solicitante”, indicó la entidad en un comunicado.
Con este auto, el Regiotram de Occidente solo tendrá que responder por los permisos ambientales de las secretarías de los municipios que atraviesa (Funza, Mosquera, Madrid, Facatativá y Bogotá), analizando los impactos de esta vía férrea. Además, el decreto también contempla que las empresas elaboren un documento llamado Plan de Adaptación de la Guía Ambiental (PAGA), en el que deberán hacer explícitos los planes de manejo ambiental que contemplan para mitigar los posibles impactos que pueda generar la construcción.
Sobre el porqué la licencia del Regiotram de Occidente fue archivada por la ANLA, a través del Auto 3903 del 30 de mayo del año pasado, hubo varios hallazgos, pero, en general, la falta de información en temas importantes como los impactos en la contaminación auditiva; falta de incorporación de humedales; falencias en el modelo de almacenamiento geográfico; características técnicas del diseño, y la falta información en muestreo de impacto por vibraciones fueron algunas de las que llevaron al traste el trámite.
¿Cómo va el proyecto?
El proyecto no se ha quedado quieto y lleva un avance del 27 %. Aunque la licencia ambiental le da un respiro, hay detalles técnicos que todavía representan retos. Uno de ellos es el traslado de redes y una situación particular que hizo que el gobierno destinase $200 mil millones para “destrabarlo”.
Recordemos que este sistema férreo de transporte de pasajeros atraviesa desde el río Bogotá, a la altura de la carrera 140 por toda la línea férrea hasta la carrera 19 con calle 13 (Estación de la Sabana), con una longitud aproximada de 39,6 kilómetros, 25 de estos que pasan por el departamento de Cundinamarca y 15 kilómetros por Bogotá, en los dos sentidos. Se conectará además con la Primera Línea de Metro de Bogotá (PLMB) en la estación que quedará ubicada en la carrera 17 con calle 25. En total tendrá 17 estaciones de pasajeros (ocho en la zona de la Sabana Occidental y nueve de estas en Bogotá).
Estos trabajos, por ejemplo, implican una extensa labor trasladando redes de servicios que se encuentran en las zonas donde pasará el tren. Son 18 empresas diferentes a lo largo de todo el corredor que tienen interferencias que obligan al concesionario a pensar en el traslado de redes de servicios. De estas empresas, seis tienen interferencias en Mosquera, y que han sido un dolor de cabeza a la hora de estructurar los detalles del proyecto. El concesionario cuenta en total 868 interferencias, de las cuales se han entregado diseños de 864 por parte de la EFR. Solo 35 % están aprobadas y podrían iniciar ajustes.
Por otro lado, dos frentes de obra van sacando la cara en este megaproyecto: el ‘Taller ANI’ que ya fue completamente terminado y es la estructura donde los trenes podrán pasar por mantenimiento, tiene un área de más de 20.000 m² y contó con una inversión de $ 37.000 millones. El segundo es el patio taller de El Corzo, en inmediaciones de Factativá, obra que avanza gracias a un instrumento ambiental y que ya va en 10,10 % de ejecución, con una inversión de $ 151.000 millones y un área de 87.500 m².
Siga leyendo: ¿'Ninis’ o sin oportunidades? Así está el panorama laboral para los jóvenes en Bogotá
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
En una apuesta del gobierno por fortalecer los proyectos ferroviarios en el país, uno de los primeros en beneficiarse del decreto que expidió la nación para liberar licencias ambientales, es el Regiotram de Occidente, obra que lleva un avance del 27 %, pero que estaba estancada, en gran medida, por el trámite de la licencia ambiental, archivada en 2023 por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA-. En un giro ferroviario del gobierno, este y otros proyectos que cumplan con ciertos requerimientos, quedarán exonerados de la licencia.
Le puede interesar: “Cacerolazo” en Bogotá y Medellín tras las protestas del 1° de mayo
Así lo notificó la ANLA en las últimas horas, dando a conocer la expedición del Auto N°002715, el cual ordena el archivo y terminación del trámite de licencia ambiental del proyecto Regiotram de Occidente, presentado por la Empresa Férrea Regional S.A.S. “En consecuencia, y en aplicación del decreto mencionado, el proyecto no requiere licencia ambiental, por lo que la ANLA archivó de oficio el trámite y procederá a la devolución de la documentación aportada por el solicitante”, indicó la entidad en un comunicado.
Con este auto, el Regiotram de Occidente solo tendrá que responder por los permisos ambientales de las secretarías de los municipios que atraviesa (Funza, Mosquera, Madrid, Facatativá y Bogotá), analizando los impactos de esta vía férrea. Además, el decreto también contempla que las empresas elaboren un documento llamado Plan de Adaptación de la Guía Ambiental (PAGA), en el que deberán hacer explícitos los planes de manejo ambiental que contemplan para mitigar los posibles impactos que pueda generar la construcción.
Sobre el porqué la licencia del Regiotram de Occidente fue archivada por la ANLA, a través del Auto 3903 del 30 de mayo del año pasado, hubo varios hallazgos, pero, en general, la falta de información en temas importantes como los impactos en la contaminación auditiva; falta de incorporación de humedales; falencias en el modelo de almacenamiento geográfico; características técnicas del diseño, y la falta información en muestreo de impacto por vibraciones fueron algunas de las que llevaron al traste el trámite.
¿Cómo va el proyecto?
El proyecto no se ha quedado quieto y lleva un avance del 27 %. Aunque la licencia ambiental le da un respiro, hay detalles técnicos que todavía representan retos. Uno de ellos es el traslado de redes y una situación particular que hizo que el gobierno destinase $200 mil millones para “destrabarlo”.
Recordemos que este sistema férreo de transporte de pasajeros atraviesa desde el río Bogotá, a la altura de la carrera 140 por toda la línea férrea hasta la carrera 19 con calle 13 (Estación de la Sabana), con una longitud aproximada de 39,6 kilómetros, 25 de estos que pasan por el departamento de Cundinamarca y 15 kilómetros por Bogotá, en los dos sentidos. Se conectará además con la Primera Línea de Metro de Bogotá (PLMB) en la estación que quedará ubicada en la carrera 17 con calle 25. En total tendrá 17 estaciones de pasajeros (ocho en la zona de la Sabana Occidental y nueve de estas en Bogotá).
Estos trabajos, por ejemplo, implican una extensa labor trasladando redes de servicios que se encuentran en las zonas donde pasará el tren. Son 18 empresas diferentes a lo largo de todo el corredor que tienen interferencias que obligan al concesionario a pensar en el traslado de redes de servicios. De estas empresas, seis tienen interferencias en Mosquera, y que han sido un dolor de cabeza a la hora de estructurar los detalles del proyecto. El concesionario cuenta en total 868 interferencias, de las cuales se han entregado diseños de 864 por parte de la EFR. Solo 35 % están aprobadas y podrían iniciar ajustes.
Por otro lado, dos frentes de obra van sacando la cara en este megaproyecto: el ‘Taller ANI’ que ya fue completamente terminado y es la estructura donde los trenes podrán pasar por mantenimiento, tiene un área de más de 20.000 m² y contó con una inversión de $ 37.000 millones. El segundo es el patio taller de El Corzo, en inmediaciones de Factativá, obra que avanza gracias a un instrumento ambiental y que ya va en 10,10 % de ejecución, con una inversión de $ 151.000 millones y un área de 87.500 m².
Siga leyendo: ¿'Ninis’ o sin oportunidades? Así está el panorama laboral para los jóvenes en Bogotá
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.