Mal desecho de aceite de cocina genera daños en alcantarillado en Bogotá
La Empresa de Acueducto y Alcantarillado informa que en el último año han atendido 4.352 taponamientos en tuberías de la capital.
El aceite es un elemento imprescindible en las cocinas de los hogares y en establecimientos comerciales. Sin embargo, muchas personas no saben como desechar este producto de manera correcta, por lo cual, siguen arrojando el aceite por los sifones, que conducen al alcantarillado de la capital. Ante esto, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) informa que para disminuir daños y taponamientos en las tuberías es indispensable depositar de manera adecuada estos residuos.
La gerente de la Empresa, Cristina Arango, indicó que una vez utilizado el aceite, se debe recoger en botellas, preferiblemente que también estén para botar, y luego llevarlos a los 147 puntos de “Posconsumo”, lo cuales, están diseñados para desechar este elemento sin perjudicar las tuberías. De igual manera, insiste para que los ciudadanos y establecimientos de comida instalen en los lavados trampas de grasa, los cuales, evitan el vertimiento de estas sustancias que contaminan los cuerpos de agua. Para ella, estas acciones “son el mejor acto de reconciliación con el medio ambiente”.
Cuando el aceite usado llega al alcantarillado se generan unas bolas de grasa conocidas como “fatbergs”, las cuales restan capacidad a las tuberías y ocasionan taponamientos e inundaciones. La EAAB realizó un análisis del área ambiental, en las zonas operativas de la Empresa, en donde pudo identificar cerca de 28 puntos críticos por el arrojo de esta sustancia. Las localidades más afectadas son Chapinero, Suba y Engativá.
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Durante 2020 la entidad retiró de las tuberías subterráneas aproximadamente 25 toneladas de material sobrenadante, que incluía grasas y aceites que, finalmente llegan a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Salitre. El mantenimiento del alcantarillado y retiro de este tipo de sustancias, que incluye desechos higiénicos, escombros y basuras, genera un costo para la Empresa de más de $30.000 millones.
La gerente recordó a los propietarios de industrias y restaurantes que la reglamentación ambiental exige a estos establecimientos una adecuada recolección, tratamiento o generación de aceites vegetales, el cual se realiza mediante el uso de trampas de grasas y el correcto desecho del material. Las personas que requieran orientación para la instalación de los vertimientos o acompañamiento técnico pueden solicitarlo a la EAAB por medio del correo efluentes.industriales@acueducto.com.co
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La Empresa inició una campaña para concientizar a la ciudadanía en general sobre el riesgo que produce el incorrecto vertimiento de este elemento, en la localidad de Suba diez restaurantes fueron reconocidos con el sello que destaca las buenas prácticas con el manejo del aceite de cocina y el alcantarillado.
El aceite es un elemento imprescindible en las cocinas de los hogares y en establecimientos comerciales. Sin embargo, muchas personas no saben como desechar este producto de manera correcta, por lo cual, siguen arrojando el aceite por los sifones, que conducen al alcantarillado de la capital. Ante esto, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) informa que para disminuir daños y taponamientos en las tuberías es indispensable depositar de manera adecuada estos residuos.
La gerente de la Empresa, Cristina Arango, indicó que una vez utilizado el aceite, se debe recoger en botellas, preferiblemente que también estén para botar, y luego llevarlos a los 147 puntos de “Posconsumo”, lo cuales, están diseñados para desechar este elemento sin perjudicar las tuberías. De igual manera, insiste para que los ciudadanos y establecimientos de comida instalen en los lavados trampas de grasa, los cuales, evitan el vertimiento de estas sustancias que contaminan los cuerpos de agua. Para ella, estas acciones “son el mejor acto de reconciliación con el medio ambiente”.
Cuando el aceite usado llega al alcantarillado se generan unas bolas de grasa conocidas como “fatbergs”, las cuales restan capacidad a las tuberías y ocasionan taponamientos e inundaciones. La EAAB realizó un análisis del área ambiental, en las zonas operativas de la Empresa, en donde pudo identificar cerca de 28 puntos críticos por el arrojo de esta sustancia. Las localidades más afectadas son Chapinero, Suba y Engativá.
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