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La violencia contra la infancia a veces no tiene límites y así lo constató la Policía Metropolitana de Bogotá en las últimas horas con el rescate de dos menores de 12 y 15 años que eran encadenados en su casa durante días, por su propia madre, en una vivienda del barrio Diana Turbay en la localidad Rafael Uribe Uribe. La solidaridad de los vecinos, les permitía comer y luego, les posibilitó ser liberados.
Fue gracias a la denuncia de la ciudadanía que uniformados del CAI Diana Turbay conocieron el lamentable estado en el que se encontraban los menores. La información precisaba que los niños estarían encadenados desde hacía varios días en una casa mientras su madre laboraba en el municipio de Chía. Así lo dio a conocer la coronel Bibiana Valencia, jefe del grupo de Policía Comunitaria:
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“Los ciudadanos, solidarizándose con esta situación, les compartían a los menores alimentos, ya que ellos quedaban sin comida para sostenerse hasta cuatro días. Estos niños fueron valorados y dejados bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar”.
Durante el rescate, el cuerpo de bomberos tuvo que intervenir, pues las puertas de las habitaciones en las que estaban los menores, en cuartos separados, estaban bajo candados. De la misma manera, sus pies y manos estaban rodeados por cadenas y candados que tuvieron que romper los bomberos con herramientas especializadas.
Sobre la madre de los dos niños, las autoridades informaron que está en un proceso en el que podría perder la custodia de sus hijos por los graves maltratos que se evidenciaron. Y es que la situación de los niños en el país y en la ciudad no es positiva: este año la Mebog ha rescatado a 195 niños por abandono.
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