“Martín no era secuestrable”, familia de hombre raptado por falsos policías en Bogotá
Martín Aguilar, de 43 años, es artesano, padre de una niña de 6 años y una joven de 19; fue extrañamente secuestrado por falsos uniformados en la localidad de Engativá hace siete días, en el occidente de Bogotá. ¿Dónde está?
De un día para otro, la familia de Martín Aguilar pasó de vivir de una tranquila cotidianidad, a una pesadilla que parece inexplicable en una urbe como Bogotá. Aguilar, un hombre de 43 años, artesano, dedicado a fabricar piezas características de la cultura colombiana, fue secuestrado por varios hombres y una mujer vestidos de policías, cuando acababa de llegar a su casa, luego de dejar a su hija en el jardín infantil. Sucedió a las 6:39 de la mañana del pasado 31 de agosto y aún no hay rastro de él.
En contexto: Hombre retenido por falsos policías lleva cinco días desaparecido en Bogotá
“No lo dejaron bajarse de la bicicleta”, dice Claudia Aguilar, hermana del hombre, refiriéndose al momento en que los sujetos se lo llevaron. Agrega que ha sido una pesadilla para toda la familia, en particular porque dicen que es una persona dedicada a las artesanías en madera, un padre entregado a su familia y sin mayores problemas. “Intento entender por qué alguien querría llevárselo si no tenía cantidades de dinero, es un hombre humilde, nunca dijo tener deudas o amenazas, no tiene líos de faltas; en términos económicos y de su vida, no es secuestrable”, añadió a El Espectador.
El hecho tuvo lugar en el barrio Bellavista, justo al frente de la vivienda del hombre. De lo poco que se tiene hasta ahora, son dos videos de cámaras de seguridad que registraron el momento en el que Aguilar sale con su hija y su bicicleta a las 6:30 de la mañana del pasado jueves y en la cuadra no había más vehículos; luego, se lleva a la niña y la cuadra queda sola. A las 6:34 llega lentamente un vehículo Logan negro de placas EPS 845 y se estaciona al frente de la casa del hombre. A las 6:39, vuelve Martín Aguilar en su bicicleta, y al llegar al andén, se bajan varios sujetos y una mujer del Logan, portando chaquetas y gorras que simulan el atuendo de unidades de la Sijin, le apuntan con armas y lo hacen tirarse al suelo. En cuestión de segundos lo montan al carro y se lo llevan y el reloj aún marca las 6:39.
“El proceso, según nos dicen las autoridades, es lento. Nos dicen que han tenido dificultades con el acceso a las cámaras de seguridad. Según ellos, cada empresa privada tiene sus protocolos para entregar los videos y el trámite prodía duras hasta 15 días y eso, ¿ya para qué?, si probablemente para entonces ya se hayan borrado”, cuenta la hermana, quien añade, que además de los videos que se conocen, solo existe otra toma del carro pasando por una vía. Agrega que hay vecinos que no han querido aportar los videos de sus cámaras.
Según afirma su familia, Aguilar no había hablado de posibles, deudas, amenazas o cualquier otra situación que pusiera en peligro su vida o la de sus seres queridos. En su lugar, vive entregado a fabricar artesanías del patrimonio cultural del país en madera, y a cuidar de sus dos hijas. “Tampoco nos han llamado a pedir algo, a exigir dinero, nada de eso, estamos totalmente extrañados”.
El Gaula está al frente de la investigación y al momento adelantan acciones para poder dar con el paradero del hombre. Las autoridades confirmaron que no hubo ningún operativo que tuviese como objeto a este hombre, confirmando que los sujetos no son verdaderos uniformados.
La incógnita, el no saber qué pasó con él, sigue perturbando a esta familia bogotana. “Acababa de terminar un curso en el Sena, todo ha sido una verdadera pesadilla. Rogamos a los captores que nos digan por qué lo tienen, si fue que se equivocaron, que nos den una señal de vida”, concluye la hermana del hombre.
Cabe destacar que el delito de secuestro en Bogotá ha tenido, este 2023, un aumento del 4%. En 2022 se registraron 6 casos, mientras que en lo corrido del 2023 se reportan 10, sin acabar aún el año. También es de resaltar que este año, una de las localidades más afectadas por el secuestro es Engativá, la misma de donde se llevaron a Martín Aguilar.
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“No lo dejaron bajarse de la bicicleta”, dice Claudia Aguilar, hermana del hombre, refiriéndose al momento en que los sujetos se lo llevaron. Agrega que ha sido una pesadilla para toda la familia, en particular porque dicen que es una persona dedicada a las artesanías en madera, un padre entregado a su familia y sin mayores problemas. “Intento entender por qué alguien querría llevárselo si no tenía cantidades de dinero, es un hombre humilde, nunca dijo tener deudas o amenazas, no tiene líos de faltas; en términos económicos y de su vida, no es secuestrable”, añadió a El Espectador.
El hecho tuvo lugar en el barrio Bellavista, justo al frente de la vivienda del hombre. De lo poco que se tiene hasta ahora, son dos videos de cámaras de seguridad que registraron el momento en el que Aguilar sale con su hija y su bicicleta a las 6:30 de la mañana del pasado jueves y en la cuadra no había más vehículos; luego, se lleva a la niña y la cuadra queda sola. A las 6:34 llega lentamente un vehículo Logan negro de placas EPS 845 y se estaciona al frente de la casa del hombre. A las 6:39, vuelve Martín Aguilar en su bicicleta, y al llegar al andén, se bajan varios sujetos y una mujer del Logan, portando chaquetas y gorras que simulan el atuendo de unidades de la Sijin, le apuntan con armas y lo hacen tirarse al suelo. En cuestión de segundos lo montan al carro y se lo llevan y el reloj aún marca las 6:39.
“El proceso, según nos dicen las autoridades, es lento. Nos dicen que han tenido dificultades con el acceso a las cámaras de seguridad. Según ellos, cada empresa privada tiene sus protocolos para entregar los videos y el trámite prodía duras hasta 15 días y eso, ¿ya para qué?, si probablemente para entonces ya se hayan borrado”, cuenta la hermana, quien añade, que además de los videos que se conocen, solo existe otra toma del carro pasando por una vía. Agrega que hay vecinos que no han querido aportar los videos de sus cámaras.
Según afirma su familia, Aguilar no había hablado de posibles, deudas, amenazas o cualquier otra situación que pusiera en peligro su vida o la de sus seres queridos. En su lugar, vive entregado a fabricar artesanías del patrimonio cultural del país en madera, y a cuidar de sus dos hijas. “Tampoco nos han llamado a pedir algo, a exigir dinero, nada de eso, estamos totalmente extrañados”.
El Gaula está al frente de la investigación y al momento adelantan acciones para poder dar con el paradero del hombre. Las autoridades confirmaron que no hubo ningún operativo que tuviese como objeto a este hombre, confirmando que los sujetos no son verdaderos uniformados.
La incógnita, el no saber qué pasó con él, sigue perturbando a esta familia bogotana. “Acababa de terminar un curso en el Sena, todo ha sido una verdadera pesadilla. Rogamos a los captores que nos digan por qué lo tienen, si fue que se equivocaron, que nos den una señal de vida”, concluye la hermana del hombre.
Cabe destacar que el delito de secuestro en Bogotá ha tenido, este 2023, un aumento del 4%. En 2022 se registraron 6 casos, mientras que en lo corrido del 2023 se reportan 10, sin acabar aún el año. También es de resaltar que este año, una de las localidades más afectadas por el secuestro es Engativá, la misma de donde se llevaron a Martín Aguilar.
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