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Sorprendidos se encuentran los padres de un menor de 23 meses, quien fue llevado en perfectas condiciones de salud a un jardín infantil en la localidad de Fontibón; sin embargo, al salir del lugar contaba con extrañas quemaduras en su cuerpo.
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De acuerdo con la información compartida por los padres de familia, llevaron a su hijo al Jardín Distrital Osos de Anteojos y lo dejaron allí en perfectas condiciones. “Dejé a mi hijo muy bien y a las 9:30 a.m. me llamaron a decirme que mi hijo se había hecho popó y que lo iban a bañar”, comenta la madre.
Noticia que no le sorprendió, dado que se trata de un centro de cuidado infantil que funciona con recursos del Distrito y que tiene capacidad para atender a 160 niñas y niños, menores de 4 años, en los niveles de sala materna, caminadores, párvulos y prejardín.
No obstante, al parecer y según la versión de los cuidadores, para bañarlo usaron agua hirviendo que dejaron encima de una mesa para que se enfriara. Sin embargo, presuntamente el menor estaba inquieto y de alguna manera, por un descuido, el agua le cayó encima.
Hipótesis que no creen los padres del pequeño, dado que consideran poco probable que el menor alcanzara la altura de la mesa o tuviese la suficiente fuerza como para tumbar una olla repleta de agua.
Como se trató de un jardín distrital, desde la Secretaría de Integración Social se notificó que el menor recibió atención médica en la Clínica Santa Fe, hasta donde fue llevado para ser tratado por especialistas.
“El niño fue dado de alta y desde la Secretaría estamos acompañándolo a él y a su familia durante todo el proceso de atención médica y recuperación, de la mano de un equipo psicosocial”, indicó Margarita Barraquer, directora de dicha cartera.
A su vez, se notificó que ya se comentó el caso al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF- para iniciar con el proceso de restablecimiento de derechos del menor e inspeccionar y vigilar que se cumpla con los estándares de seguridad en el centro de cuidado infantil.
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