Metro de Bogotá: un avance en medio de la incertidumbre por la primera línea

El pasado miércoles, 23 de noviembre, se conoció de manera oficial que el Consejo Nacional de Política Económica y Social -Conpes-, máximo organismo asesor del gobierno colombiano en lo que respecta al desarrollo económico y social del país, emitió concepto favorable y aprobó que la Empresa Metro de Bogotá pueda acceder a créditos para financiar la segunda línea.

El pasado miércoles, 23 de noviembre, se conoció de manera oficial que el Consejo Nacional de Política Económica y Social -Conpes-, máximo organismo asesor del gobierno colombiano en lo que respecta al desarrollo económico y social del país, emitió concepto favorable y aprobó que la Empresa Metro de Bogotá pueda acceder a créditos para financiar la segunda línea.

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Esta noticia fue recibida con aplausos por la administración distrital en cabeza de la alcaldesa Claudia López, quien compartió la buena nueva destacando, según ella, el compromiso del Gobierno Nacional para que Bogotá avance en su apuesta por una movilidad sostenible.

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Sin embargo, lo cierto es que aunque este hecho denota un avance, se da en medio de un panorama de incertidumbre, puesto que no se ha concretado en definitiva si la primera línea del Metro irá totalmente elevada o subterránea en algunos tramos, como lo pidió evaluar recientemente el presidente Gustavo Petro.

Recordemos que a inicios de este mes el primer mandatario, en lo que parece ser su último intento por alcanzar su sueño, pidió al consorcio chino Apca Transmimetro, encargado de la obra, que estudiara la viabilidad de que el Metro vaya bajo tierra, al menos en el tramo de la avenida Caracas entre las calles 1ª y 72.

Según indicó, no solo existen riesgos en el terreno que podrían afectar la estabilidad de las columnas, sino que también perjudicaría de manera severa la movilidad en la zona que tendría que ser afrontada por un estructurado plan de manejo de tráfico, pues la construcción debe mantener la operación de Transmilenio por la Caracas.

Para el trazado de la primera línea se identificaron 1.421 predios, de los cuales el 91,2 % está con promesa de compraventa. De ellos, el 86,8 % ya fueron entregados de manera oficial, según cifras de la empresa. Desde la sección Bogotá de El Espectador nos comunicamos con la empresa Metro para conocer en qué van los estudios que dimensionarían los efectos que traería acatar la recomendación de Petro, a lo que respondieron que no pueden compartir los resultados, pues, aún se siguen recopilando; pero lo que sí confirmaron es que se espera que el próximo 8 de enero se tenga una reunión con la alcaldesa, el presidente y representantes del consorcio chino para socializar los hallazgos.

Frente a este escenario, Darío Hidalgo, doctor en Ingeniería de Transporte de la Universidad Estatal de Ohio y profesor de la Universidad Pontificia Javeriana, reconoce que es poco viable que suceda, dado el avance que se tiene en el proyecto:

“Más que obstinación de Petro, esto deja en evidencia cómo quiere que se desarrollen los mega proyectos de la ciudad. Pero lo cierto es que es su propuesta de Metro subterráneo (planteada en su mandato como alcalde) nunca estuvo basada en costos y riesgos. Avanzó en ingeniería básica avanzada, mas nunca llegó a la etapa de diseño”, especifica el experto en movilidad.

Punto en el que resalta además que si bien se consiguió un aval fiscal del Gobierno Nacional en el 2015, no avanzó en los pasos siguientes. Sumado a que, según él, “la devolución en aquel año fue superior al 31%, es decir, el aval fiscal aprobado era insuficiente para la construcción del Metro como él lo quería”.

Avance en medio de la incertidumbre

Tras la aprobación para que la Empresa Metro pueda acceder a créditos para financiar la segunda línea, lo que vendrá ahora es lograr que la banca nacional y/o multilateral invierta en este proyecto que tendrá que ser pagado en un convenio Nación-Distrito.

De acuerdo con Guillermo Reyes, ministro de Transporte, el aval entregado llega a 7,84 billones de pesos para contratar operaciones de crédito y financiar su ejecución. Su pago resultaría en una proporción 70-30, siendo la nación quien realizaría en mayor aporte, tal como está determinado por ley, desde 1989, como apoyo a las ciudades que le apuntan a la creación de un sistema de transporte masivo.

“Con eso ya tiene el paso siguiente que viene en este proceso, que esperamos que concluya el 16 de diciembre para que sea una realidad la línea dos del metro. Que el Conpes nos haya dado concepto favorable, es un paso más para que este proyecto salga adelante e inicie la contratación del responsable de construirlo”, agregó el ministro.

De acuerdo con Hidalgo, el aval para acceder a créditos para financiar la segunda línea se concretó en un tiempo récord. Sin embargo, es clave que se determine qué pasará con la primera línea, dado que hay inversiones que ya se hicieron y que se podrían perder, como la relocalización de redes de servicios públicos en la cual ya se avanzó.

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