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Este martes 20 de diciembre de 2022 se vence el segundo plazo para la presentación del de la documentación que acredita el cierre financiero para la construcción de la Primera Línea del Metro de Bogotá, que será clave para el desarrollo y cronograma de la obra en el 2023.
En contexto: Metro de Bogotá: ¿habrá demoras en la construcción de la primera línea?
Cabe señalar que el consorcio chino APCA Transmetro, a pesar de haber cumplido el plazo de entrega de la documentación que soporta el cierre financiero, que se venció el pasado 29 de noviembre, no habría completado los requisitos. Luego de identificar la falencia, la interventoría se pronunció, “realizó observaciones y solicitó complementar la totalidad de los documentos que permitan certificar dicho cierre”, señaló la Empresa Metro de Bogotá (EMB).
De esta manera, se estableció que el consorcio cuenta hasta este martes para presentarlo. Según indicó la EMB, el consorcio cuenta cumple con el cierre financiero del producto, sin embargo, se hizo la entrega de la documentación el pasado 5 de diciembre en mandarín, a pesar de que en el contrato se especifica que debe ser entregado en español. De esta manera, se conoció que parte de la demora en la entrega de esta documentación se debe a problemas con la traducción de documentos, así como retrasos en el envío de certificaciones de entidades oficiales chinas.
Según explicó la EMB, el cierre financiero es una obligación establecida en el contrato de concesión 163 de 2019, “que consiste en acreditar, mediante la presentación de documentos financieros, que el concesionario tiene la capacidad de aportar recursos de deuda para el proyecto, por la suma de al menos $1,95 billones de pesos constantes de 2017″.
Pero esto no es lo único que afectaría al proyecto. Aparentemente, también se estaría hablando de una posible demora en la entrega de los diseños, cuyo plazo máximo (que está establecido en el contrato) es el próximo 8 de enero. La causa, en esta ocasión, sería un contratiempo que el consorcio habría tenido con la empresa encargada de realizarlos.
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Así, esta situación implica que el cronograma para el 2023, que establece la construcción de la primera línea a partir de enero, vería afectado la fecha del inicio de las obras. Por su parte, la Empresa Metro de Bogotá anuncio que antes estas inconsistencias y demoras, la empresa podría iniciar un proceso sancionatorio contra el contratista, lo que significaría una discusión más para el tan esperado proyecto de transporte.
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