Metro de Bogotá: listo el trazado de la segunda línea, que será subterránea
El segundo tramo del proyecto de infraestructura más ambicioso de la capital pasará por las localidades de Chapinero, Barrios Unidos, Engativá y Suba. Se conectará con el Corredor Verde de la Carrera Séptima y con la primea línea del metro, que va de Bosa a Chapinero.
Desde el Centro Felicidad de la localidad de Suba, el Distrito y el Gobierno nacional anunciaron el inicio del proyecto para construir la segunda línea del metro de Bogotá. La nueva etapa del proyecto, que tendrá incidencia en cuatro localidades del noroccidente de la capital (Chapinero, Barrios Unidos, Engativá y Suba), se conectará con el Corredor Verde de la Carrera Séptima y, por supuesto, con la primea línea del sistema de transporte que va de Bosa a Chapinero. Con esto se concretó un nuevo megaproyecto de movilidad para Bogotá Región en los últimos años, tras la estructuración de la primera línea del metro y de los Regiotram del occidente y norte.
La principal característica de la segunda línea del metro de Bogotá es que su trazado será subterráneo. Tendrá 16 kilómetros y 11 estaciones desde la calle 72 con carrera 11, en pleno centro financiero de la capital. Tendrá un tramo sobre la Avenida Caracas, hasta entrar a la localidad de Barrios Unidos. Luego, en la Calle 72 entra a Engativá y en la Avenida Ciudad de Cali el metro llegará a Suba. Allí, en el sector de Fontanar del Río, estará ubicado el patio-taller y en la superficie se construirá una ciudadela que tendrá oferta de educación, vivienda de interés social y espacios verdes.
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De las 11 estaciones ocho estarán bajo tierra. Las primeras cinco estarán ubicadas sobre la calle 72 con carrera 11, NQS, Avenida 68, Avenida Boyacá y Avenida Ciudad de Cali. Las estaciones 6 a 8 estarán sobre la Av. Ciudad de Cali, en la calle 80, calle 90 y carrera 93. Las estaciones 9 y 10 serán subterráneas y estarán en la ALO, con las calles 130a y 143a, y la parada número 11, única elevada de este tramo, estará en la avenida Suba con carrera 145A.
El potencial de capacidad del proyecto es de 360.000 viajes diarios, y se estima que se reducirá de 75 a 42 minutos el recorrido entre Fontanar del Río y el centro de Bogotá. Asimismo, con esta nueva línea de metro se espera beneficiar a 2,5 millones de capitalinos y el objetivo es que entre julio y agosto del año entrante quede firmado el convenio de cofinanciación entre el Distrito y la Nación.
El acto de inauguración del proyecto estuvo encabezado por la alcaldesa Claudia López, quien reiteró el compromiso de la Alcaldía y el Gobierno nacional de que la segunda línea quedará estructurada y financiada antes de que haya cambio de mandato en el Palacio de Nariño.
>LEA: Gobierno Nacional anunció apoyo para la segunda línea del Metro de Bogotá
“El metro es la obra mas anhelada por Bogotá. Empezamos tarde, pero nos vamos a poner al día aceleradamente. En estos dos años hemos hecho lo que tomó 10 años para la primera”, dijo la mandataria, quien agradeció el trabajo conjunto con quien calificó como “la madrina” del proyecto metro: la ministra de transporte, Ángela María Orozco.
“Hace pocos meses firmamos el acta de inicio de la primera línea y hoy estamos en Suba, para que los ciudadanos entiendan la importancia de la segunda línea. La primera línea empieza en Bosa y Kennedy, equivalente a una ciudad como Cali, pasa por el centro ampliado y la segunda línea llega a Suba y Engativá, equivalente a una ciudad como Medellín”, agregó la alcaldesa sobre la importancia de este proyecto.
La visión de este nuevo tramo, que complementará la primera línea, es que más que una suma de trenes y un proyecto de movilidad, sea un impulso para el trabajo (su construcción generaría más de 5.000 empleos directos), además del bienestar y calidad de vida de los bogotanos, ya que ahorra un 42% los tiempos de viaje y reducirá el tránsito de buses.
Por su parte, el presidente Iván Duque inició su intervención en el evento recordando un titular de prensa de 1959 en el que se hablaba del inicio de los estudios para el proyecto metro. No obstante, como ya se sabe, fue apenas un anhelo que, según Duque, fue muy esquivo entonces porque la Nación y la capital no tenían cómo estructurar un proyecto de esa envergadura a largo plazo y con los grandes costos que conlleva.
“El país se demoró 20 años para encontrar un esquema de financiamiento para los sistemas de transporte hasta que se creó la figura del 70 % (Nación) - 30 % (Distrito). Fue así como Bogotá empezó la construcción de Transmilenio, dadas las limitaciones fiscales de la época”, mencionó el presidente, quien resaltó que esto es resultado del trabajo conjunto no solo con la alcaldía de Claudia López, sino también con la de Enrique Peñalosa, en la que se estructuró la primera línea del metro.
“No es un proyecto de los dos”, dijo Duque a López. “Cuando se inauguren no estaremos, así que esto es pensar en la próxima generación y no en la próxima elección. Este proyecto representa una vision de ciudad para el siglo XXI. En año y medio logramos lo que normalmente se demora una década”, agregó el presidente.
Desde el Centro Felicidad de la localidad de Suba, el Distrito y el Gobierno nacional anunciaron el inicio del proyecto para construir la segunda línea del metro de Bogotá. La nueva etapa del proyecto, que tendrá incidencia en cuatro localidades del noroccidente de la capital (Chapinero, Barrios Unidos, Engativá y Suba), se conectará con el Corredor Verde de la Carrera Séptima y, por supuesto, con la primea línea del sistema de transporte que va de Bosa a Chapinero. Con esto se concretó un nuevo megaproyecto de movilidad para Bogotá Región en los últimos años, tras la estructuración de la primera línea del metro y de los Regiotram del occidente y norte.
La principal característica de la segunda línea del metro de Bogotá es que su trazado será subterráneo. Tendrá 16 kilómetros y 11 estaciones desde la calle 72 con carrera 11, en pleno centro financiero de la capital. Tendrá un tramo sobre la Avenida Caracas, hasta entrar a la localidad de Barrios Unidos. Luego, en la Calle 72 entra a Engativá y en la Avenida Ciudad de Cali el metro llegará a Suba. Allí, en el sector de Fontanar del Río, estará ubicado el patio-taller y en la superficie se construirá una ciudadela que tendrá oferta de educación, vivienda de interés social y espacios verdes.
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De las 11 estaciones ocho estarán bajo tierra. Las primeras cinco estarán ubicadas sobre la calle 72 con carrera 11, NQS, Avenida 68, Avenida Boyacá y Avenida Ciudad de Cali. Las estaciones 6 a 8 estarán sobre la Av. Ciudad de Cali, en la calle 80, calle 90 y carrera 93. Las estaciones 9 y 10 serán subterráneas y estarán en la ALO, con las calles 130a y 143a, y la parada número 11, única elevada de este tramo, estará en la avenida Suba con carrera 145A.
El potencial de capacidad del proyecto es de 360.000 viajes diarios, y se estima que se reducirá de 75 a 42 minutos el recorrido entre Fontanar del Río y el centro de Bogotá. Asimismo, con esta nueva línea de metro se espera beneficiar a 2,5 millones de capitalinos y el objetivo es que entre julio y agosto del año entrante quede firmado el convenio de cofinanciación entre el Distrito y la Nación.
El acto de inauguración del proyecto estuvo encabezado por la alcaldesa Claudia López, quien reiteró el compromiso de la Alcaldía y el Gobierno nacional de que la segunda línea quedará estructurada y financiada antes de que haya cambio de mandato en el Palacio de Nariño.
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“El metro es la obra mas anhelada por Bogotá. Empezamos tarde, pero nos vamos a poner al día aceleradamente. En estos dos años hemos hecho lo que tomó 10 años para la primera”, dijo la mandataria, quien agradeció el trabajo conjunto con quien calificó como “la madrina” del proyecto metro: la ministra de transporte, Ángela María Orozco.
“Hace pocos meses firmamos el acta de inicio de la primera línea y hoy estamos en Suba, para que los ciudadanos entiendan la importancia de la segunda línea. La primera línea empieza en Bosa y Kennedy, equivalente a una ciudad como Cali, pasa por el centro ampliado y la segunda línea llega a Suba y Engativá, equivalente a una ciudad como Medellín”, agregó la alcaldesa sobre la importancia de este proyecto.
La visión de este nuevo tramo, que complementará la primera línea, es que más que una suma de trenes y un proyecto de movilidad, sea un impulso para el trabajo (su construcción generaría más de 5.000 empleos directos), además del bienestar y calidad de vida de los bogotanos, ya que ahorra un 42% los tiempos de viaje y reducirá el tránsito de buses.
Por su parte, el presidente Iván Duque inició su intervención en el evento recordando un titular de prensa de 1959 en el que se hablaba del inicio de los estudios para el proyecto metro. No obstante, como ya se sabe, fue apenas un anhelo que, según Duque, fue muy esquivo entonces porque la Nación y la capital no tenían cómo estructurar un proyecto de esa envergadura a largo plazo y con los grandes costos que conlleva.
“El país se demoró 20 años para encontrar un esquema de financiamiento para los sistemas de transporte hasta que se creó la figura del 70 % (Nación) - 30 % (Distrito). Fue así como Bogotá empezó la construcción de Transmilenio, dadas las limitaciones fiscales de la época”, mencionó el presidente, quien resaltó que esto es resultado del trabajo conjunto no solo con la alcaldía de Claudia López, sino también con la de Enrique Peñalosa, en la que se estructuró la primera línea del metro.
“No es un proyecto de los dos”, dijo Duque a López. “Cuando se inauguren no estaremos, así que esto es pensar en la próxima generación y no en la próxima elección. Este proyecto representa una vision de ciudad para el siglo XXI. En año y medio logramos lo que normalmente se demora una década”, agregó el presidente.