Metro de Bogotá: los retrasos del consorcio chino que rebosaron la copa

“Empresas hacen obras maravillosas en China, pero son víctimas de injustas críticas en Colombia por ‘su ineficiencia’ o ‘incapacidad de llevar adelante las obras’. ¿Por qué hay tan enorme diferencia? ¿Dónde están los verdaderos problemas?”, escribió Zhu Jingyang, embajador de China en Colombia, en su cuenta de X. Su trino no tardó en recibir respuesta del Distrito: “Señor embajador, nosotros nos hacemos las mismas preguntas”, escribió Empresa Metro.

“Empresas hacen obras maravillosas en China, pero son víctimas de injustas críticas en Colombia por ‘su ineficiencia’ o ‘incapacidad de llevar adelante las obras’. ¿Por qué hay tan enorme diferencia? ¿Dónde están los verdaderos problemas?”, escribió Zhu Jingyang, embajador de China en Colombia, en su cuenta de X. Su trino no tardó en recibir respuesta del Distrito: “Señor embajador, nosotros nos hacemos las mismas preguntas”, escribió Empresa Metro.

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El cortocircuito en redes refleja la tensa relación entre la administración y el consorcio chino Metro Línea 1 (ML1), que adelanta las obras de la primera línea. Y es que al parecer al Distrito se le agotó la paciencia ante los retrasos, que impiden que la obra avance a buen ritmo. Desde diciembre de 2022, cuando incumplió la tarea de tener todos los estudios y diseños listos y aprobados, vienen los roces.

Ni siquiera la multa ni los tiempos de purga sirvieron para subsanar la situación. Según datos de la última interventoría, de 719 diseños, 231 (32 %), están en ajuste; 22 (3 %), en revisión, y no objetados 466 (65 %). Pero la situación no da espera. En especial cuando sigue latente la intención del presidente Gustavo Petro de hallar cualquier falla para insistir en su idea: modificar el contrato para hacer un tramo subterráneo.

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Si bien se podría decir que los retrasos (salvo en la obra de la calle 72) no son exagerados, la realidad es que al ser una obra cuyos frentes de trabajo van en cadena y la demora en alguno afectaría los otros. Para la muestra un botón: el retraso en el traslado de redes de servicios públicos tiene frenadas, por ejemplo, la cimentación y la construcción de algunas estaciones, previstas para iniciar el 11 de enero. Conscientes de esta situación, desde el año pasado la interventoría le exigió al consorcio elaborar planes para mejorar el rendimiento. Pese a que le dieron plazo hasta el 26 de enero, no lo logró.

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Al analizar la última acta de la interventoría, las alertas son evidentes. En uno de los apartes dice que hay un retraso y un índice de desempeño del cronograma por debajo del valor ideal (SPI=0,92; ideal 1,00). Es decir, de seguir así, la brecha entre lo programado y lo ejecutado crecerá. Pero parece que tienen claras las razones: “Bajos rendimientos en las obras de cimentación del viaducto y traslado de redes y el intercambiador vial de la calle 72 con Av. Caracas”.

Explica que la desviación se genera por falta de personal y equipos en los sectores de reubicación de redes como en el corredor principal. “Frente a esto la interventoría ha generado avisos, alertas y advertencias para que el concesionario presente los debidos planes de contingencia y acciones de mejora para recuperación de atrasos”.

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De igual manera, menciona demoras en la planta donde se están prefabricando los pilotes y que allí se realizan diversas actividades de adecuación. No obstante, esto influye en el rendimiento, pues de los 86.343 metros lineales de pilotes que debería tener fabricados, solo lleva 37.784 metros, lo que equivale al 43,3 % de cumplimiento frente al plan de ejecución.

Tal vez una de las mayores preocupaciones sigue siendo la obra en la calle 72, donde ante “los notables atrasos y la evidente ineficacia del plan de recuperación que presentó el concesionario, que no cumplió el objetivo”. El interventor pidió reformular dicho plan de ejecución, así como el de contingencia e implementar mano de obra adicional, turnos de trabajo en horas extras y el uso de herramientas y equipos adicionales para acelerar el ritmo.

Reproche

La situación, al parecer inmanejable, llevó al gerente de Empresa Metro, Leonidas Narváez (quien ha sido cauto al hablar del contrato), a enviar una carta al concesionario con un asunto contundente: “Solicitud de adoptar medidas que permitan cumplir las obligaciones del contrato de concesión”. Y lo hizo porque el 26 de enero se venció el plazo que les dieron para entregar 29 planes, para recuperarse de los atrasos, pero incumplieron. Y agregó: “La situación del proyecto requiere planes efectivos e inmediatos, razón por la cual se exige un cambio drástico en la dirección del proyecto, con un gerente con experiencia en proyectos metroferroviarios, dominio del español, capacidad y atribuciones para la toma de decisiones, liderazgo y mando en la estructura organizacional. La actual línea de mando de ML1 no ha conducido al proyecto por la senda correcta”, indicó.

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El gerente del metro le recuerda que necesitan cumplir los plazos, para el despeje de otros frentes para el viaducto y las estaciones. Según señala, faltan diseños por aprobar, permisos, traslado de redes de servicios públicos y hasta personal. En cuanto al lío con la obra de la calle 72 con avenida Caracas, advierte el impacto negativo sobre la comunidad y que su posible “extensión los afectará aún más, poniendo en riesgo la credibilidad del proyecto”.

La respuesta del consorcio

Poco se ha visto a los líderes de la concesión, pero cada que hay un reproche se manifiestan a través de comunicados. En este caso hicieron lo mismo, para defenderse y decir que la empresa está comprometida en solucionar los inconvenientes y resalta que el avance ejecutado en la obra es del 19,46 % frente al 20,92 % programado.

Contrario a lo que sugiere Narváez, el consorcio explica que tienen ingenieros y profesionales altamente calificados y con amplia experiencia internacional en este tipo de proyectos, y que vienen invirtiendo en alta tecnología y maquinaria. Por ejemplo, esperan dos piloteadoras más, que se sumarán a las cuatro que están en funcionamiento; tienen robots, que acelerarán los trabajos de soldadura, y se está aumentando el personal.

Para concluir, el consorcio le recordó al gerente del metro que no basta solo voluntad, pues “es necesario tener en cuenta que este proyecto depende de la eficiencia, coordinación y voluntad común con diferentes autoridades del Distrito. “Recomendamos que el análisis se haga desde la perspectiva de los ejes de grandes proyectos y teniendo en cuenta las variaciones existentes en las metodologías de medición”, concluyeron.

Este episodio deja en entredicho la famosa frase de la exalcaldesa Claudia López: “El metro avanza”. Por lo visto falta ajustar clavijas para evitar grietas en el proyecto. Cualquier traspié podría seguir reforzando la idea de que la primera línea elevada del metro se debe modificar. El Espectador intentó contactar al embajador de China en Colombia, pero respondió que su agenda está completa.