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Se empiezan a conocer detalles detrás de la explosión, en tres minas de carbón del municipio de Cucunubá (Cundinamarca). Según la Agencia Nacional de Minería (ANM), no solo existía una orden de suspensión de actividades sobre algunas de las bocaminas afectadas, por problemas de seguridad, sino que este miércoles se había reportado la muerte de un minero, tras el accidente con góndola.
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Así lo dio a conocer Luis Álvaro Pardo Becerra, presidente de la ANM, en entrevista con Caracol Radio, quien relató que, tras una visita de inspección en diciembre, encontraron una serie de irregularidades en los sistemas de seguridad. La situación llevó a la autoridad minera a expedir un auto cerrando varias bocaminas del sector y la suspensión de actividades en otras. “No podía haber ninguna actividad en esta zona donde se dio el accidente”, dijo el funcionario.
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Sin embargo, justo ayer, previo a la explosión, descubrieron que varias de ellas estaban operando. Lo conocieron, luego de recibir el reporte de la muerte de un trabajador, que fue atropellado por una de las góndolas o carros en los que transportan el carbón desde el interior de las minas.
“El equipo de salvamento se trasladó al sitio y las autoridades hicieron el levantamiento del cuerpo. Lo que nos da curiosidad es cómo continúan trabajando luego de un accidente fatal y de existir una orden de cierre y suspensión”, agregó Pardo. Ahora, una vez más, el equipo de salvamento de la Agencia Nacional se enfrenta a otra emergencia: la explosión, posiblemente por acumulación de metano, en tres minas de Cucunubá.
El accidente ocurrió pasada a la 1:20 de la mañana de este jueves, en tres minas, ubicadas en la vereda Pueblo Viejo. El reporte inicial fue de 11 mineros atrapados, pero ya rescataron a cuatro. Faltan siete. Según los organismos de emergencia, los afectados se encontraban en las minas El Roble, El Cóndor y El Manto, las cuales se encontraban interconectadas. De momento, están en las labores de rescate.
Sin embargo, las labores han sido complejas, debido al difícil acceso a la zona, la profundidad de las minas, que supera los 200 metros, y a la concentración de gases tóxicos y polvillo de carbón. Los organismos de socorro trabajan a contrarreloj, para asegurar la zona y tratar de rescatar con vida a los mineros.
Una vez se puedan rescatar a los siete mineros desaparecidos, se adelantará una investigación en contra de los dueños de las bocaminas afectadas.
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