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Bogotá es una de las ciudades donde más siniestros viales ocurren al año. En promedio, la ciudad registra 500 muertes anuales, cuyo punto más elevado fue en 2016 cuando se contabilizaron 563 casos. El panorama en los últimos dos años, sin embargo, no está muy lejos de esa cifra. En 2022, por ejemplo, la cifra llegó a 536 y, la tendencia, a cuatro meses de terminar 2023, apunta a que se podría batir un nuevo anti récord.
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Lo realmente preocupante es que, a mayo pasado, la ciudad reportó 213 fallecimientos por accidentes de tránsito, lo cual representó un aumento del 6% respecto al mismo periodo del año anterior. En este sentido, los accidentes con motocicletas fueron el principal foco de siniestralidad, conforme con las cifras publicadas en un informe de la Veeduría.
Y es que, según el documento, del total de víctimas en lo corrido de este año, el 38,4% de los decesos fueron de motociclistas o parrileros. Esto quiere decir, expresado de otra forma, que en dos de cada cinco casos está involucrado de forma directa o indirecta una motocicleta.
Un fenómeno mundial
Aunque el caso de Bogotá bien podría ser una muestra representativa del fenómeno de la accidentalidad en motocicletas, la realidad es que es una problemática a nivel mundial. De esta manera lo ve el ingeniero de transporte Manuel Torres, quien resalta que, según datos de la Organización Panamericana de la Salud, en el 49% de los accidentes viales del mundo los protagonistas son usuarios de bicicleta y moto. De este tipo de muertes, acota el experto, el 90% ocurren en países de bajos y medianos ingresos, como el nuestro.
“Hay diversas causas que explican la alta accidentabilidad evidenciada en las motos: un crecimiento superlativo del parque automotor en el país y la tendencia cultural del propietario de este tipo vehículos a conducir a velocidades elevadas, lo cual los hace más propensos a accidentarse”, explicó el ingeniero Torres.
Aunado a lo anterior, el experto repasó las cifras de Fasecolda correspondientes al número de motos que no contaban con el Soat para 2022, el cual superaba el 80%. “Se espera que con la reducción de tarifas este indicador mejore, aunque si la alta accidentalidad de estos vehículos persiste, la medida dejará de ser viable financieramente en el mediano plazo”, sentenció.
El auge de las motos en Bogotá
Conforme a las cifras del Runt, en Bogotá se venden cerca de 30,5 motos por minuto, lo cual las hace el tipo de vehículo más comercializado en la ciudad. Entre las principales razones que la hacen una opción de transporte seductora se encuentran el bajo coste de compra y mantenimiento, la ausencia de pico y placa, y la utilidad que poseen algunas como herramienta de trabajo.
Frente a este panorama, al fin de su informe, la Veeduría Distrital recomendó la promoción de controles de seguridad más estrictos en la ciudad para monitorear que la velocidad en la que estos vehículos sea la apropiada, y la continua integración de los moteros como actores viales que participan en la difusión de buenas prácticas de conducción.
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