Movilidad con hidrógeno, el plan piloto para revolucionar el transporte público en Bogotá
En la capital del país se inició una prueba piloto para implementar la movilidad con hidrógeno para el transporte público en el país. Esta prueba piloto será la base para aplicar esta tecnología a gran escala para la descarbonización de las ciudades colombianas.
Fernan Fortich
Con un bus con una autonomía superior a los 450 kilómetros, una velocidad máxima de 90 km/h, de manufactura nacional y la promesa de reducir la emisión de 1.083 toneladas de emisiones de CO₂, en la capital del país se lanzó el plan piloto de movilidad con hidrógeno para el transporte público en el país, que busca ser uno de los primeros pasos en descarbonizar la movilidad en Bogotá y en Colombia.
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Con un bus con una autonomía superior a los 450 kilómetros, una velocidad máxima de 90 km/h, de manufactura nacional y la promesa de reducir la emisión de 1.083 toneladas de emisiones de CO₂, en la capital del país se lanzó el plan piloto de movilidad con hidrógeno para el transporte público en el país, que busca ser uno de los primeros pasos en descarbonizar la movilidad en Bogotá y en Colombia.
De esta manera, en la localidad de Fontibón se anunció la entrada en operación de un bus para 50 pasajeros que se moverá gracias a un sistema de generación de hidrógeno comprimido, una de las energías renovables con mayor crecimiento y desarrollo en el mundo.
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Según indicó la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, se espera que en el corto plazo sean más de 13 los buses de este tipo que estén circulando en la ciudad y movilizando de un punto a otro a los capitalinos.
“La idea es tener pronto otros 13 buses que se podrán poner en operación con este electrolizador. Además, las 23 estaciones del Corredor Verde serán bajo el mismo estándar de la estación Ricaurte, que entregaremos hoy”, manifestó la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
De esta manera, estas adquisiciones hacen parte de un plan más amplio para renovar la flota de Transmilenio, y en particular del Sistema de Transporte Público (Sitp) con energías renovables. Así, desde 2021 se ha concretado la compra de 1.485 buses eléctricos; con los que el Distrito aseguró que se ha reducido en más de 62 toneladas de carbono al año la emisión de gases de efecto invernadero en la ciudad.
Sin embargo, estas adquisiciones han disparado el déficit en el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET), que cuenta con una deuda de más de 2,7 billones de pesos. De esta manera, la revolución en el transporte en Bogotá, al menos su plan piloto, enfrenta un par de retos para asegurar su impacto en la mejora de la calidad de vida de los capitalinos y la vida del planeta.
Los retos
La implementación de esta tecnología en la capital se enmarca en una serie de problemáticas que enfrentan la capital del país. De acuerdo con la última información del Reporte Global de Tráfico, Bogotá es la quinta ciudad del mundo con más tráfico. La contaminación del aire, por su parte, desempeña un papel en la muerte prematura de 3.400 capitalinos por la exposición a PM2.5.
Frente a esto, el Distrito asegura que desde 2012, con la chatarrización de los buses del Sitp provincial, se han reducido las emisiones de PM10, que son partículas de diámetro menor que 10 µm y son las causantes de muchos de los problemas de contaminación atmosférica.
“Hace varios años hemos hablado de descarbonizar y movernos en la posibilidad de tener combustibles de bajas emisiones, y hace algunos años vamos en la ruta de producir este tipo de hidrógeno”, aseguró Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, que acompaño el proceso en la ciudad.
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Pero, ¿qué es y cómo se produce el hidrógeno verde? Este uno de los combustibles renovables con mayor proyección en el mercado, y consiste en la generación de H2 a través de la electrólisis del agua a través de energías limpias.
Así, el proyecto fue financiado por Transmilenio, que también adelantó el fortalecimiento de las capacidades del equipo de trabajo (como conductores y administrativos) y del marco normativo para el hidrógeno verde. En ese sentido, aunque se tratan de inversiones enfocadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible del 2035, su importante costo sigue siendo fuente preocupación.
“El Gobierno Nacional debería rescatar a los sistemas de transporte público del país con fuentes ciertas de ingresos complementarios. Y eso incluye que las inversiones en energías limpias no tengan que ser financiadas por estos mismos fondos, sino que tengan una fuente distinta”, aseguró el experto en Movilidad, Germán Prieto.
De esta manera, se confirmó que la inversión del proyecto (estaciones de recarga y el vehículo) ascienden 22 mil millones de pesos y operará durante ocho años como ruta del Sitp. Con este plan piloto busca evaluar variables relacionadas con el sistema de producción de hidrógeno y el desempeño del vehículo, así como aspectos comerciales y tecnológicos del uso de este energético.
El rol de transporte público
De esta manera, expertos indican que la entrada de este tipo de transporte público a la ciudad pueden apalancar la implementación de estas tecnologías en el país.
Así, estudios indican que mientras que “tanto los buses como los camiones de carga, al ser tipos de transporte que cuentan con unidades de reportaje específicas, logran presentar una mayor facilidad en cuanto a la infraestructura requerida para el repostaje de los vehículos a través de los puntos estratégicos del reportaje de este tipo de vehículos”, indica un estudio sobre la viabilidad de estas tecnologías en el país.
Así, de esta manera, estas pruebas piloto buscan dar análisis de toda la cadena de huella energética, lo cual incluye temas como el empleo de materiales para fabricación de baterías, la disposición de desechos una vez cumplida la vida útil, entre otras.
“El transporte público puede ser el gran jalonador de la implementación de energías limpias como esta, y eso incluye el apalancamiento para la implementación de puntos de recarga y mecanismos de alimentación de los vehículos, así como la homologación de los mismos”, indica Germán Prieto, experto en movilidad.
Por el momento, la experiencia en la capital del país será la base para que actores privados y públicos vean la aplicabilidad de nuevas formas de suministrar combustible al transporte público en el país.
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