Movilización de taxistas: se levantó el paro y llegaron a acuerdos con el Gobierno
Bogotá fue la ciudad con menor participación en la protesta. No hubo coordinación entre los conductores para salir a manifestarse. El paro finalizó tras la firma de un documento con 17 compromisos entre líderes y el ministro de Transporte.
Sara Caicedo
La expectativa era amplia. Desde las 5:00 de la mañana de este miércoles 22 de febrero, más de 2.000 policías, 400 gestores de paz y agentes de los Escuadrones Móviles Antidisturbios (Esmad) se ubicaron en los puntos de la capital, donde los taxistas indicaron que se iban a concentrar. Fue cuestión de un par de horas para que, en algunas zonas del sur de la ciudad, como Usme, los uniformados dispersaran los manifestantes y los obligaran a mover sus carros. En resumen, no se vivió la masiva concentración de la que hablaron algunos de sus líderes en Bogotá.
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La expectativa era amplia. Desde las 5:00 de la mañana de este miércoles 22 de febrero, más de 2.000 policías, 400 gestores de paz y agentes de los Escuadrones Móviles Antidisturbios (Esmad) se ubicaron en los puntos de la capital, donde los taxistas indicaron que se iban a concentrar. Fue cuestión de un par de horas para que, en algunas zonas del sur de la ciudad, como Usme, los uniformados dispersaran los manifestantes y los obligaran a mover sus carros. En resumen, no se vivió la masiva concentración de la que hablaron algunos de sus líderes en Bogotá.
Así fue la jornada
El martes, el gremio hacía cuentas de que serían 200.000 conductores los que saldrían a protestar en las principales ciudades del país, contra la prestación del servicio público de transporte en vehículos particulares; el costo de los combustibles, y un proyecto de ley que, según los taxistas, le daría garantías a conductores de app como Uber, Didi, Cabify e InDriver.
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Sin embargo, al menos en Bogotá, quedó demostrado que los actuales líderes del gremio no tienen el mismo poder de convocatoria de otras épocas. Caso contrario a lo que se vio en ciudades como Medellín, Ibagué, Pereira o Cali, donde afectaron la movilidad.
En Bogotá, por el contrario, el tráfico fluyó con normalidad. Incluso, sobre las ocho de la mañana, Manuel Gil, uno de los líderes del gremio, pidió a sus compañeros retirarse de la movilización, supuestamente por falta de garantías para protestar.
“La autoridad estaba inmovilizando vehículos, golpeando a los compañeros, haciendo comparendos. Por eso, los invitamos a retirarse. Pero eso no quiere decir que hayamos levantado el paro nacional, seguimos firmes. Hemos decidido no seguir en la protesta, retirarnos y tener una reunión virtual con los distintos líderes de cada zona para definir acciones a seguir”, compartió Gil.
Las denuncias de Gil fueron rápidamente desmentidas por las autoridades. Primero, el coronel Herbert Benavídez, subcomandante de la Policía de Bogotá, informó que en la jornada de la mañana solo se inmovilizaron cuatro vehículos y se impusieron 13 comparendos por intentos de bloqueo.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro indicó: “En mi gobierno no hay falta de garantías. El taxista es un trabajador, muchas veces una mujer cabeza de familia y el Estado debe ayudar a dignificar su trabajo. Las puertas del diálogo están abiertas”.
El ministro de Transporte, Guillermo Reyes, recalcó que el camino era el diálogo, y compartió imágenes en los Puestos de Mando Unificado (PMU). Junto al general Henry Sanabria, director de la Policía Nacional, entregaron un reporte sobre el avance de las movilizaciones. En ese primer informe señalaron que hubo algunos bloqueos en ciudades como Ibagué, Villavicencio y Riohacha.
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Y aclararon: “la Policía ha actuado rápidamente con el cumplimiento de su obligación. Nuestro Gobierno ha señalado que la movilización está permitida, como movilización y derecho a la protesta social, más no permitiremos esa anarquía que son los bloqueos, que están judicializados y penalizados en nuestro código”, indicó Reyes. El ministro lo había dejado claro desde el martes, tras la frustrada mesa de diálogo, y lo reiteró este miércoles: no permitirían bloqueos de los taxistas, ni hoy ni en los siguientes días.
Un gremio descoordinado
Si bien, en la capital hay casi 50.000 taxis y casi 80.000 conductores, la fuerza que tuvieron en otras épocas, como gremio, no se reflejó en esta protesta, por varias razones. ¿La principal? Las diferencias entre los líderes de diferentes grupos de taxistas y la falta de coordinación. Nunca lograron ponerse de acuerdo en cómo iban a manejar la jornada de este 22 de febrero.
Para comenzar, la mayoría no estuvo de acuerdo con las palabras de Hugo Ospina, presidente de la Asociación de Propietarios y Conductores de Taxi, quien se pronunció hace unas semanas amenazando que los taxistas se iban a tomar terminales y aeropuertos del país, para ser escuchados. Sin embargo, estas palabras las rechazaron otros líderes, quienes, incluso, salieron a ofrecer disculpas e informar que lo último que querían era generar incomodidad en sus usuarios.
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La reacción llevó a que, días después, Ospina, junto a otros voceros, anunciaran que no saldrían a movilizarse. A partir de ese momento, se vio un gremio dividido. Los mensajes que difundieron este miércoles, lo demostraban. Por ejemplo, algunos conductores dijeron que salieron obligados a protestar, ante las amenazas de otros compañeros, de destruirles los carros si no lo hacían.
Por su parte, otros conductores, que salieron convencidos a protestar, recalcaron la falta de apoyo de los taxistas en Bogotá: “faltó compromiso. Estamos muy despreocupados (…) vean las ciudades pequeñas nos están dando ejemplo. Aquí, que supuestamente somos 50.000 carros, y salimos siquiera 2.000 a protestar (…) ¿Qué salió el Esmad?, ¿qué salieron las grúas?, pues eso se sabe, que iban a salir con toda. Pudimos haber salido a pie. Nosotros teníamos que salir a pronunciarnos también”.
Finalmente, uno de los voceros del gremio, que optó por no participar en la protesta, justificó su decisión: “no somos promotores, ni salimos a manifestarnos. Queremos darle un mensaje a la ciudadanía, que ni por medio de amenazas, ni intimidaciones, ni mensajes soberbios vamos a actuar. Queremos que el Gobierno siga escuchando nuestros justos reclamos, que inclusive son los mismos de los compañeros que salieron a protestar”.
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Se levanta el paro
En medio del pulso, sobre las 11:00 del día se retomaron las conversaciones entre Gobierno y taxistas. Al comienzo hubo escepticismo, pues 24 horas antes había fracasado la reunión que sostuvieron los ministros de Transporte, Trabajo y de las TIC con los delegados de los transportadores, quienes se habían levantado de la mesa.
Pero el desarrollo del encuentro del miércoles fue diferente. A puerta cerrada, se sentaron delegados del Gobierno, la Superintendencia de Transporte y algunos líderes del gremio.
Pasadas las 3:00 de la tarde se llegó al acuerdo de levantar la protesta, tras llegar a una serie de acuerdos y compromisos. Julián Osorio, representante del gremio nacional, junto al ministro Reyes, dieron a conocer lo pactado, que quedó consignado en una circular de 17 puntos.
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“Crear una mesa para analizar las diversas formas de ilegalidad e inconformidad y cuáles son las medidas transversales que se pueden adoptar para enfrentar esas modalidades”, se lee en el documento. En cuando a las plataformas, los ministerios de las TIC, Trabajo y Transporte prometieron trabajar en conjunto con los actores del transporte, teniendo claro que “cualquier regulación que se pretenda expedir corresponderá exclusivamente al congreso de la República”.
Sobre los precios de la gasolina, los ministerios de Hacienda y Minas indicaron que el Estado es el que debe resolver el desfinanciamiento en el Fondo de Estabilización. “Tal como lo ha indicado el presidente de la República, debemos transitar hacia la transición energética, a través del Fondo de Ascenso Tecnológico, la reposición de vehículos eléctricos y la revisión de los parámetros de fijación de tarifas”, señala el documento.
Otro de los puntos, leyó Reyes, fue el de la seguridad social: “es un tema que nos preocupa y por ello vamos a continuar en el desarrollo de la mesa de trabajo con el Ministerio del ramo, para avanzar al respecto y (…) tramitar una solicitud de concepto a la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado, para resolver la inquietud sobre la obligatoriedad”.
Asimismo, otro de los compromisos más importante fue la creación de mesas regionales de trabajo y una nacional, para revisar las propuestas. La capital será la última ciudad en revisar este documento. La reunión se realizará el miércoles 29 de marzo y en las siguientes dos semanas se llevará a cabo las plenarias.
Todo esto quedó en un documento y firmado por el ministro Reyes y los líderes taxistas, quienes al final hicieron el llamado a los conductores en el resto del país para levantar el paro nacional. Ahora, quedan pendientes los siguientes encuentros, en los que, quizás, se puedan resolver algunos de los malestares que llevaron este miércoles a los taxistas a protestar.
Revise el documento aquí:
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