Mujeres en el deporte: las barreras que reducen su participación en Bogotá

¿Se ha preguntado qué factores influyen en que las mujeres tengan menor representación en el deporte? Si no se ha percatado siquiera en ello, le contamos que el panorama es el siguiente: en Colombia, 62 de cada 100 personas que practican algún deporte son hombres y por cada 60 minutos que ellos se ejercitan, las mujeres lo hacen 47.

¿Se ha preguntado qué factores influyen en que las mujeres tengan menor representación en el deporte? Si no se ha percatado siquiera en ello, le contamos que el panorama es el siguiente: en Colombia, 62 de cada 100 personas que practican algún deporte son hombres y por cada 60 minutos que ellos se ejercitan, las mujeres lo hacen 47.

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Las cifras a escala global demuestran que de las 33 federaciones deportivas internacionales, solo tres las presidían mujeres en 2020 y de las 57 federaciones afiliadas al Comité Olímpico Colombiano, hasta abril de 2022, 46 eran encabezadas por hombres y solo cinco por mujeres. Este es el balance que tiene el Ministerio del Deporte sobre la evidente, histórica y poco percibida brecha de género en las actividades deportivas.

Si bien este tema se ha venido abordando en los últimos meses desde el punto financiero, por la destacada representación de las jugadoras de la selección de Colombia femenina de fútbol sub-17 (al ser subcampeonas del mundo) y de las integrantes de la selección de microfútbol, que se llevaron la corona como campeonas de la cuarta edición del Mundial en esta categoría, lo cierto es que no basta con identificar la diferencia en números.

Reto que debe asumir la actual ministra del Deporte, María Isabel Urrutia, quien se destacó como la primera medallista de oro de Colombia en los Juegos Olímpicos de Sídney, en 2000. “Queremos que los lugares más apartados del país tengan la oportunidad de sobresalir y que los niños y las niñas practiquen el deporte que quieran, sin descuidar el alto rendimiento”, afirmó Urrutia al llegar a esta cartera nacional.

Sin embargo, es clave ahondar en los factores que llevan a que desde temprana edad sea más difícil para las niñas practicar algún deporte. Más, considerando que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en América Latina el 48,9 % de las adolescentes no se ejercitan, frente al 38,8 % de los hombres, en el rango de la misma edad.

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No se trata de sedentarismo, sino de barreras en acceso

Teniendo en cuenta esta realidad, y los factores que influyen, desde el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) revelaron los resultados del “Diagnóstico sobre género en el deporte y la actividad física en Bogotá”. Con dicho informe, la entidad apuntó a comprender el estado actual y las condiciones diferenciales de hombres y mujeres deportistas en la ciudad. Esto “con el objetivo de tomar decisiones orientadas a fortalecer la gestión pública del deporte en Bogotá, desde una perspectiva de género”, como afirma Blanca Durán, directora del Instituto.

De acuerdo con los resultados de la encuesta, realizada en 2021 a 79 deportistas de alto rendimiento (39 mujeres y 40 hombres), aún existe la visión de que la participación de las mujeres en el ámbito deportivo responde a intereses de salud, diversión y belleza, en un promedio del 74 %.

Aspecto que se suma al imaginario de que las labores no remuneradas de cuidado deben estar a cargo de las damas. Los consultados consideran que los hombres solo deben entrar a “apoyar” ocasionalmente. Carga adicional que dejarían en evidencia por qué solo el 15,9 % de las presidencias de las ligas deportivas en la capital las ocupan mujeres, así como apenas el 28,1 % de los cargos en los comités directivos.

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Entornos seguros, como primer paso

El informe arroja que es alta la percepción de inseguridad, de los y las deportistas en parques y espacios destinados para la práctica deportiva. El 57 % considera que los espacios deportivos en la capital no son seguros. El 29 % de las mujeres tuvieron una mayor percepción de inseguridad. Los hombres, en cambio, tuvieron un 28 %. Del total de consultados, solo el 19 % cree que los espacios son seguros contra el acoso sexual.

Punto que solo tiene en cuenta las situaciones en espacios deportivos y no el contexto de agresiones sistemáticas a las que se ven sometidas las mujeres. Recordemos que recientemente la Veeduría Distrital publicó los resultados de su estudio ‘¿Qué tan seguras se sienten las mujeres en el espacio y transporte público de Bogotá, D. C.?’.

Los hallazgos arrojaron que, de las ciudadanas encuestadas, 7 de cada 10 mujeres manifestaron tener miedo a sufrir un ataque sexual y 8 de cada 10 mujeres han experimentado una situación de acoso sexual en algún momento de su vida.

De ellas, el 89,3 % coincidió en no haber denunciado, lo cual según la Veeduría permitiría inferir que existe un subregistro de estos hechos en las cifras oficiales y una alta desconfianza en los canales de judicialización de estas conductas. Cabe señalar que, en entrevista con este medio, Blanca Durán, directora del IDRD, develó que (desde 2021 y a la fecha) en el Instituto se han radicado 25 denuncias formales por acoso.

“Entre ellas, 23 de las víctimas son mujeres: cuatro menores de edad, tres tienen alguna discapacidad y cinco deportistas de alto rendimiento”, detalló la funcionaria, quien agregó que fue activado el protocolo por acoso: “Del total de casos, 24 fueron reportados a la Fiscalía. Solo una víctima no quiso denunciar. En algunos nos hemos constituido parte en el proceso, por la gravedad de la situación”.

Con este horizonte es fundamental que se avance en la ejecución en el Distrito y en todo el país de la Política Pública de Equidad de Género en el sector deportivo, tal como lo plantearon en julio de este año el Ministerio del Deporte y ONU Mujeres.

Se deben mejorar las condiciones de acceso y modificar el imaginario de que las niñas deben centrarse en actividades caseras. Esto, de acuerdo con expertos, se logrará al cambiar el paradigma de la socialización de género que desde la infancia, por ejemplo, lleva a regalar balones a los varones y juegos de cocina a las niñas.

Porque, como afirmó la futbolista colombiana Catalina Usme, en el pódcast ‘Aquí hablamos todas’: “Es prioritario que se acompañen los procesos de las potenciales deportistas desde su infancia, para explicarles que, además de ser un pasatiempo, el deporte puede ser una profesión y una opción de vida”.

Pero esto solo se alcanzará haciendo frente a la violencia sexual y a la segregación por género, que terminan afectando su integridad y de paso alejándolas de los entornos deportivos. El diagnóstico es claro, ahora, con una mujer a la cabeza del Ministerio, por esto se esperan acciones afirmativas.

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