Mujeres y niños, las principales víctimas de los delitos sexuales en Cundinamarca
Este año van 1.200 denuncias en el departamento. Las mujeres superan el 80% de las víctimas. Preocupa la incidencia de estos delitos en adolescentes, captados en entornos virtuales.
Juan Camilo Parra
Navegando por internet, una madrugada de noviembre de 2022, un adolescente, de 17 años y residente del municipio El Rosal (Cundinamarca), entabló conversación con un sujeto, que lo contactó a través de redes sociales. El tipo lo convenció de que se vieran cerca de su vivienda. El día de la cita, lo invitó a subir a un vehículo y, una vez allí, sacó un cuchillo, lo sometió a una serie de abusos sexuales y luego lo arrojó en una carretera.
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Navegando por internet, una madrugada de noviembre de 2022, un adolescente, de 17 años y residente del municipio El Rosal (Cundinamarca), entabló conversación con un sujeto, que lo contactó a través de redes sociales. El tipo lo convenció de que se vieran cerca de su vivienda. El día de la cita, lo invitó a subir a un vehículo y, una vez allí, sacó un cuchillo, lo sometió a una serie de abusos sexuales y luego lo arrojó en una carretera.
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El presunto depredador fue identificado como Carlos Urdaneta. La Fiscalía Cundinamarca logró atraparlo el pasado 11 de octubre, casi un año después, en vía pública, en el municipio de Facatativá. A este hombre lo envió a prisión, un juez de control de garantías, luego de que el ente acusador le imputó el delito de acceso carnal violento. Él es una de las 1.210 personas que han sido judicializadas por delitos sexuales este año en el departamento.
Balance en Cundinamarca
El asunto es que, este delito parece con tendencia al alza en el departamento, pese a la efectividad de las autoridades. En 2022 se registraron 1.557 denuncias por delitos sexuales, con un promedio de 129 casos mensuales. Soacha fue el municipio que más concentró casos con 374, seguido por Fusagasugá (95), Facatativá (83), Chía (66), Zipaquirá (64) y Madrid (61). Este año, faltando más de dos meses, ya se contabilizan casi 1.200 denuncias, con un promedio de 133 casos mensuales. Una vez más, Soacha también encabeza la lista con 173 reportes, siendo el noveno municipio del país en concentrar la mayor cantidad de delitos sexuales.
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De ahí, el esfuerzo de las autoridades por resolver cada caso. Carlos Manuel Silva, director de Fiscalía Cundinamarca, señala que el esclarecimiento de delitos sexuales llega al 60,5 %. Sobre estos delitos, apunta que los casos que más se presentan son los accesos carnales violentos y los actos sexuales abusivos.
“En algunos casos nos llega la información a través de las Unidades de Reacción Inmediatas que tenemos en los circuitos más grandes ubicados en Soacha, Girardot, Zipaquirá, Fusagasugá. Nosotros contamos con fiscalías especializadas, que llamamos CAIVA (Centro Atención Integral Víctimas de Abuso Sexual), que cuentan con un fiscal e investigadores, que se dedican de manera exclusiva a investigar estos hechos”, agregó Silva.
Mujeres y menores, los más afectados
Mujeres y niños, como en la mayoría del país, son las principales víctimas de este delito. Al analizar las denuncias que se han recibido este año en el departamento, se tiene que las mujeres representan el 86,4 %. En Bogotá, la proporción también es alta, pero menor: 75,6%. “En lo corrido del presente año hemos registrado 822 mujeres vulneradas. El segundo segmento de población víctima son los menores, cuyas edades se ubican entre los 0 y 13 años, con 149 casos reportados”, dijo Silva.
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Según Stefanny Guerrero Aldana, psicóloga con enfoque clínico y educativo, detrás de esto hay una explicación: “En el caso de las mujeres, seguimos siendo objetivizadas en entornos sociales. Los imaginarios machistas y la cultura, que permite agresiones contra mujeres, prevalecen en entornos rurales, donde pareciera que la mujer es un ‘bien público’, si la ven andando de una u otra forma sola en la calle, a comparación de lo que ocurre en las ciudades”.
En este contexto, también preocupa la situación con los menores de edad. Así como la víctima de 17 años, con la que comienza esta historia, este segmento de la población son blanco frecuente de los abusadores. Recientemente la Fiscalía judicializó a una mujer, en La Mesa (Cundinamarca), por abusar de su hijo, de seis años. Lo preocupante es que la procesada ya había perdido la custodia, por hechos similares, y aprovechaba cuando le llevaban al niño de visita, para atacarlo.
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Al analizar las 642 denuncias del primer semestre del año en el departamento se concluye que una de cada cuatro víctimas tiene entre 13 y 17 años. En total, fueron 162 casos, de los cuales 70 correspondieron a menores, de 13 años; 40, a menores, de 12 años; 34, a menores, de 14 años, y 18, a menores, de 17 años. Con esta población, la Fiscalía viene analizando los principales factores y tiene dos identificados: los ciberdelitos en adolescentes y la falta de educación sexual.
“Hay muchos delitos sexuales que se comenten o consolidan a través de redes sociales. Por eso, en la seccional Cundinamarca tenemos una unidad dedicada al conocimiento y a la investigación de delitos informáticos”, explica el director del ente acusador, quien añade que a pesar de que muchas investigaciones son rápidamente esclarecidas, la clave está en la prevención.
La psicóloga Guerrero añade que las edades que registran mayor cantidad de casos coinciden con la etapa de adolescencia, etapa en la que la educación sexual se hace más que necesaria. “Aquí los jóvenes experimentan con relaciones amorosas y están de alguna manera vulnerables, lo que aprovechan muchos agresores para manipular y violentarlos. Pueden ser actos intimidatorios o pasivo-agresivos, en los que muchas víctimas ni siquiera se dan cuenta del delito. Los jóvenes deben aprender a analizar contextos como el de con quién hablan o qué querrán otras personas de ellos”, analiza la profesional.
Aunque la Fiscalía es un ente dedicado a investigar y dar con los responsables, no es ajeno a la prevención. Cuenta con el programa Futuro Colombia, en el cual asiste a los colegios en los municipios, para dar a conocer los hechos que pueden ser un delito. “Hemos encontrado, por ejemplo, menores víctimas de estos delitos, a manos de familiares, parientes o por personas cercanas a la familia”.
Los delitos sexuales trascienden lo institucional, por lo que para reducir los índices y que haya menos víctimas, hace falta más trabajo en entornos educativos y penas ejemplares, como la que enfrenta el hombre que abusó al joven de 17 años, que podría pagar entre 10 y 20 años de prisión. De no lograrse, la amenaza seguirá latente en las calles de Cundinamarca.
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