Gladys Martínez Mejía también fue acosada por este sujeto, quien le pedía dinero a diario.
Foto: Cortesía
Gladys Martínez Mejía era una mujer de 63 años dedicada al servicio de los más necesitados. Fue catequista en la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ubicada en el barrio Olaya, de la localidad de Rafael Uribe Uribe. Allí, acompañaba a adultos mayores a citas médicas, los cuidaba en la enfermedad y le colaboraba a otras personas, “ella siempre estaba a disposición de la gente”, contó una de sus sobrinas.
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Por Sara Caicedo
Periodista de la universidad Politécnico Grancolombiano. Escribe para El Espectador sobre planeación, hábitat, comercio informal, espacio púbico, desarrollo económico, hacienda y ambiente.@sara_caicedoscaicedo@elespectador.com
Por Juan Camilo Parra
Periodista egresado de la Universidad Externado de colombia con experiencia en cubrimiento de orden público en Bogotá.jparra@elespectador.com
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