Ni candidatos, ni partidos: el incierto panorama por la Alcaldía de Bogotá

Según el calendario electoral, hasta el 29 de julio se podrá hacer inscripción oficial de candidatos a la Alcaldía de Bogotá. Sin embargo, a tres semanas el panorama para las próximas elecciones locales es incierto, pues no se han consolidado los aspirantes que aparecerán en el tarjetón.

Según el calendario electoral, hasta el 29 de julio se podrá hacer inscripción oficial de candidatos a la Alcaldía de Bogotá. Sin embargo, a tres semanas el panorama para las próximas elecciones locales es incierto, pues no se han consolidado los aspirantes que aparecerán en el tarjetón.

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El horizonte es borroso en parte debido a que -tal como hemos mencionado en artículos anteriores-, por un lado, los partidos hegemónicamente fuertes no han manifestado a quienes apoyarán abiertamente para competir por el “segundo cargo más importante del país” y, por el otro, porque cada vez son más los aspirantes que no se quieren comprometer con las banderas de ningún bando y prefieren irse por recolección de firmas.

Esto es lo que ha hecho el exdirector del Departamento Administrativo Nacional de Estadística -Dane-, Juan Daniel Oviedo; el exministro de Defensa, Diego Molano; y el exrepresentante a la Cámara por Bogotá, Rodrigo Lara, quienes ya avanzan en la recolección de firmas y han recorrido diferentes zonas de la capital para ganarse el apoyo ciudadano.

Todo esto en medio de un escenario en el que algunos nombres suenan; pero no han confirmado su participación como sucede con Carlos Fernando Galán, quien recordemos se lanzó en la contienda anterior y logró la segunda votación más alta con una diferencia de 86.200 votos frente a los obtenidos por Claudia López.

De acuerdo con Rubín Huffington, politólogo y profesor de la Universidad Nacional; a pesar de que en Bogotá la tendencia de voto es independiente, empieza a haber un ambiente en el cual la gente no va a responder a los partidos; sino a las demandas que vienen de los procesos sociales, que generaron y cambiaron el chip de votación.

“En estas elecciones se redujo el tiempo de la contienda electoral y la derecha viene de una derrota muy fuerte en las elecciones nacionales. El centro no ha tenido protagonismo y también viene derrotado, y quienes podrían tener más fuerza son las mayorías de la izquierda, pero han dejado ver divisiones internas, que empiezan a mostrarse en el Congreso”, señala el experto.

Una izquierda sin forma

Muy acorde a lo que menciona Huffington, y contrario al ambiente de quienes se fueron por firmas, se encuentra la realidad a la que se enfrentan quienes están buscando la aprobación de corrientes tradicionales. La confrontación más reciente de la izquierda va por parte del Polo Democrático Alternativo y Carlos Carrillo, quien hasta donde se conoce es el candidato electo por el movimiento.

Sin embargo, según el concejal que aspira a reemplazar a la alcaldesa, su postulación se ha visto entorpecida por problemas internos y por lo que denominó como “la forma en la que este bando maltrata a sus militantes”. Todo esto porque el director del partido, el senador Alexander López Maya, no ha firmado su aval.

“Mi derecho a elegir y ser elegido está en sus manos y estamos a 20 días de que se cierren las inscripciones. El Polo tomó la decisión de tener un candidato y fue en serio. A mí no me nombraron para que hiciera el ‘papelón’ y estuviera de relleno. Tenemos un programa que está listo para entregarse a la Registraduría”, afirmó Carrillo, reconociendo que si se unifica una candidatura de la izquierda (lo que representaría la elección de un único candidato por el Pacto Histórico) el programa en cuestión sería consensuado con los partidos de la alianza.

“Si por x o y razón esa decisión no se toma, pues llevamos meses en esta discusión y no se ven avances concretos. Mi compromiso con el partido es seguir y estar en el tarjetón el 29 de octubre. No se trata de que nosotros queramos romper con el pacto, se trata de estar preparados. De manera que no es mucho pedir que estampe su rúbrica en un papel”, señaló Carrillo.

Cabe mencionar que el mecanismo decidido recientemente para elegir al candidato único del progresismo se basará en los resultados de dos encuestas, de las cuales la primera se realizará por la firma Gauss y tendrá como opciones a Carlos Carrillo por el Polo; Heidy Sánchez, por la UP, y a Gustavo Bolívar, por la Colombia Humana. Sin embargo, es importante señalar que en comunicación con este medio el equipo de trabajo del excongresista afirmó que no ha tomado una decisión sobre si aspirará o no a la alcaldía, pues espera los resultados del sondeo.

Lo que deja mucho en el tintero, pues en la encuesta se iba a sumar también el nombre del exgobernador de Nariño, Camilo Romero, a quien dejaron por fuera debido a que no confirmó su participación de manera previa, pero al parecer se hizo una excepción con Bolívar.

Inusual salvedad que también preocupa a Carrillo, quien deja entrever que la abstención del presidente de su partido puede deberse a su relación con este último. Frente a estos señalamientos desde la sección Bogotá de El Espectador hablamos con López, actual presidente del Congreso, quien reconoció su relación con Bolívar.

“Nosotros no tenemos favorecimiento por nadie. Eso es mentira, no hay ninguna posibilidad. Bolívar es mi amigo, no lo voy a negar; pero si el Polo se retira (del Pacto) yo tengo que apoyar a Carrillo”, indicó en entrevista, señalando que Bolívar ya tomó una decisión y por eso participa en la encuesta.

“No hay nada más falso que este show mentiroso del señor Carrillo y sus amigotes, igual de mentirosos a él. Quieren conseguir seguidores en redes sociales destruyendo la unidad del Pacto. Las circulares acordadas por los partidos que lo conforman dan plazo hasta el 8 de julio para presentar las precandidaturas a las corporaciones en toda Colombia, así se acordó. Si quiere ser candidato a la Alcaldía de Bogotá solo con aval del Polo lo debe proponer al comité ejecutivo de nuestro partido, quien decidirá si nos salimos de este acuerdo”, respondió López ante los señalamientos.

De manera que habrá que esperar en que termina el “rifirrafe” de si se inscribirá finalmente a Carrillo o se esperarán los resultados de la encuesta del Pacto Histórico. Disputa que, según Mauricio Jaramillo, profesor de la Universidad de Rosario, deja hasta el momento a la izquierda sin un representante fuerte y con el riesgo de perder la alcaldía, dependencia que jugará un papel clave en los proyectos políticos del presidente Gustavo Petro.

“Estas contiendas están marcadas por un exceso de incertidumbre. Tenemos muy poca información sobre los candidatos y enfrentamos también un momento inédito porque, por primera vez, vivimos un gobierno de izquierda y muchas de las alcaldías y gobernaciones son vistas como un contrapeso a la presidencia. No podemos descartar tampoco que existirá voto castigo a Petro por los escándalos que ha afrontado en los últimos meses”, menciona.

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Una Alianza Verde divida

Por lo que algunos analistas políticos llaman “el centro” se encuentran los tres aspirantes del partido Alianza Verde, los concejales Lucía Bastidas, Luis Carlos Leal y María Fernanda Rojas, quienes tendrán que alcanzar como mínimo 15 % en la intención de voto en la encuesta, que se adelanta actualmente, e irá hasta el próximo domingo. Su resultado se podría conocer el próximo 14 de julio.

Recordemos que esto se definió como la directriz del partido, que fue revelada el pasado 30 de mayo en la cual se exponía que “Si los aspirantes a través de la encuesta contratada no logran alcanzar el 15 % en intención de voto, la colectividad podrá sostener conversaciones institucionalmente con candidaturas externas o decidir directamente declarar en libertad a sus militantes, para que definan con reglas claras a quién apoyarán”, se lee en el documento.

Sin embargo, en la información que se conoce del sondeo, se reveló que la encuesta se realizará de manera aleatoria y en diferentes partes de la ciudad a 1.600 personas que afirmen que sí votarán y que lo harán en la capital, sin tener en cuenta si comparten o no el ideal que representa este movimiento político.

Condiciones que le parecen injustas a la candidata Rojas, cuyo rostro estará no solo en la terna del partido, sino que irá -según información revelada por una fuente anónima- junto a la foto de otros seis aspirantes, para un total de nueve opciones. Lo que reduce las probabilidades de alcanzar el tope de intención de votos.

“Consultar por otros candidatos que están recogiendo firmas, o tienen el aval de su partido, y la exigencia del 15 % son condiciones que hacen dura esta encuesta. Es como pedir ganar el Tour de Francia en un triciclo, es una cosa de enorme dificultad, pero lo estoy enfrentando. Conozco las dificultades y aun así, creo que es posible llegar al porcentaje que piden. Me hubiera gustado un escenario distinto; pero la realidad es esta y la enfrento”, asevera Rojas.

Ante esto el politólogo Jaramillo expone que, a su parecer, la reticencia de la Alianza Verde para elegir a un candidato único de manera rápida y directa, podría estar de manera paralela alentando la solidez de la aspiración de Juan Daniel Oviedo:

“Estas circunstancias y la indecisión de los partidos se decantan en favor de Oviedo, pues es el único candidato que ha hecho campaña sólida. Si vemos los movimientos del centro, la izquierda e incluso la misma derecha, con el Centro Democrático, todo parece contribuir para que él tenga todas las ventajas para ser el próximo alcalde”, indica, puntualizando además que:

“En el partido Verde hay dos problemas: la fragmentación que ha sido una constante y el voto castigo a la alcaldesa. Vemos que hay peleas internas, que ha sacado de la contienda a Martín Rivera, quien expuso diferencias con los lineamientos de la bancada. María Fernanda Rojas también se ha quejado, porque no “hay igualdad de oportunidades y la contienda no es limpia”. De manera que si no lo mata (al partido) la fragmentación y las acusaciones, lo hará la impopularidad con la que sale Claudia López”, afirma.

Dicho todo esto, habrá que ver qué sucede en los poco más de 20 días que quedan para la inscripción en medio de la incierta aspiración de quienes suenan para llegar al Palacio Liévano y cuyos nombres no son claros para los ciudadanos de a pie.

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