“No habíamos visto tantos hechos de violencia política”, coordinadora MOE en Bogotá
En conversación con El Espectador, Aura Rodríguez, coordinadora de la Misión de Observación Electoral (MOE) en Bogotá, habló sobre el panorama en la capital a un mes de las elecciones. Un mayor nivel de violencia, alertas sobre trashumancia y participación política indebida son algunas de las alertas.
A un mes de las elecciones locales, la campaña política se encuentra en pleno furor en las calles de Bogotá, que están llenas de publicidad alusiva a candidatos, mientras que en el escenario mediático se escuchan anuncios de revocatorias, controversias entre sectores políticos, alianzas, entre otros elementos que marcan la disputa democrática por los máximos sitios de poder en Bogotá.
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A un mes de las elecciones locales, la campaña política se encuentra en pleno furor en las calles de Bogotá, que están llenas de publicidad alusiva a candidatos, mientras que en el escenario mediático se escuchan anuncios de revocatorias, controversias entre sectores políticos, alianzas, entre otros elementos que marcan la disputa democrática por los máximos sitios de poder en Bogotá.
En ese sentido, se tratan de elecciones con ciertas características particulares. En primer lugar, de las elecciones con el mayor número de candidatos y partidos inscritos. Solo en Bogotá, a finales de agosto se reportaron más de 2.261 candidatos a la Alcaldía, Concejo y Juntas Administradoras Locales (JAL).
Además, como lo han reportado comisiones de seguimiento electoral, son unos comicios en los que ha aumentado la intensidad de riesgos de violencia política, trashumancia electoral, participación política de funcionarios, injerencia de grupos armados y otros elementos que han complicado el ejercicio democrático en todo el territorio.
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También preocupa la disminución de la presencia de las mujeres en las elecciones locales sin candidatas a la Alcaldía de Bogotá y con una disminución del 2 % en sus candidaturas al concejo, frente a lo registrado en el periodo anterior.
Para explorar el panorama electoral en la ciudad, Aura Rodríguez, coordinadora de Misión de Observación Electoral (MOE) en la capital, habló con la sección Bogotá de El Espectador sobre el panorama en la ciudad y en la región a un mes de los comicios. Estas son algunas de las alertas que deja el organismo de seguimiento electoral.
A un mes de las elecciones, ¿cuál ha sido el mayor riesgo electoral que han identificado en la capital del país?
En las elecciones en Bogotá lo que encontramos es un mayor número de hechos violentos que están asociados a panfletos, amenazas y avisos que, si bien se presentaban antes, no habíamos tenido un número tan elevado de reportes. En la ciudad hemos registrado 58 hechos violentos, lo cual es mucho mayor a los 10 que tuvimos en los comicios pasados. Por supuesto, esto nos alerta, porque consideramos que las elecciones en Bogotá, como en el resto del país, deben desarrollarse sin violencia.
¿Cuáles son las localidades con mayor riesgo?
En lo que hemos adelantado hasta ahora, las localidades en riesgo son Los Mártires y La Candelaria, por trashumancia electoral, es decir, aumentos atípicos en la inscripción de cédulas, pero también hemos alertado sobre la situación en Suba y Ciudad Bolívar, que concentran un parte importante del censo electoral y que tienen reportes de irregularidades en las pasadas elecciones.
En términos de trashumancia electoral y compra de votos, ¿qué fenómenos han podido identificar en la ciudad?
Hemos identificado comportamientos atípicos de la inscripción de cédulas, en particular en las localidades de La Candelaria, Los Mártires y Sumapaz en donde llegamos a reportar registros de hasta 123 personas por cada mil habitantes, cuando el promedio de la tasa de inscripción en la ciudad es de 8,6, la cual podría ser una eventual trashumancia de votos de municipios cercanos a la ciudad. Además, en La Candelaria y Los Mártires, en el centro de Bogotá, a través de nuestro mecanismo de recepción de información ciudadana ‘Pilas con el Voto’, hemos recibido información sobre una posible compraventa de votos de un partido político que está en la contienda por una Junta Administradora Local. No podemos decir que son delitos establecidos, pero le pedimos a las autoridades investigar estos hechos.
Durante las pasadas consultas interpartidistas en la capital, este año se conocieron denuncias de participación de funcionarios públicos en los comicios, ¿han conocido casos en estas elecciones?
En el caso particular de Bogotá, no. En la región hemos conocido denuncias en Soacha, en las que nos reportan que funcionarios de la Alcaldía estarían utilizando mercados y actividades propias de la administración en función de una candidatura. Esta ha sido la principal irregularidad que hemos identificado en la región. A nivel nacional, lo que podemos decir es que funcionarios públicos no se pueden inmiscuir en territorios específicos del territorio local, pues es un delito, y no puede estar en medio de las campañas.
¿Qué tan transparente ha sido el acceso a la financiación de las campañas en la región?
Muy pocas campañas a la Alcaldía, al Concejo, a las JAL, a las asambleas departamentales y la Gobernación de Cundinamarca han reportado la información de gastos e ingresos de sus campañas. Hay que decir que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no dio acceso oportuno para empezar a reportar en su plataforma de Cuentas Claras, pero las campañas tampoco se han puesto al día y no han subido de manera adecuada esa información a la plataforma.
Las calles de la ciudad están repletas de publicidad de campañas políticas y en los últimos meses se han proliferado las vallas de candidatos, ¿se están cumpliendo las normas?
En este momento no contamos con el número de registros sobre cuanta publicidad hay en la ciudad y si se ha cumplido con la reglamentación de la Alcaldía de Bogotá, pero es un elemento que le preocupa claramente a la ciudadanía, por lo que pedimos claridad a las autoridades y responsabilidad a los actores políticos.
Otro los aspectos que preocupa en estas elecciones es la disminución de la participación de las mujeres en las elecciones, ¿cómo leen esta situación desde la MOE?
Hay un problema estructural para que el acceso de las mujeres a la política, y eso tiene que ver justamente con el mundo del cuidado, debido a que tenemos menos tiempo para hacer actividades públicas, pero también hay una estigmatización fuerte dentro de los mismos partidos y agrupaciones políticas, que siguen cumpliendo por temas de cuotas y no por una apropiación real.
Además, sigue siendo constante la violencia hacia las mujeres por simple hecho serlo, se les recrimina aspirar a cargos públicos por sus relaciones con hombres en el partido, y no se reconocen sus habilidades y capacidades que son frecuentemente mejores que sus contrapartes masculinas. Es por esto que pasamos a estos niveles de representación en candidaturas en estas elecciones.
Estas elecciones han estado marcadas por las solicitudes de revocatorias contra candidatos, ¿cómo cree que esto ha influenciado la campaña electoral en la ciudad?
Hay un elemento positivo, y es que el CNE esté ejerciendo sus funciones de investigar y estudiar estos casos. Aun así, hay varios elementos negativos, y es que los candidatos al presentarse a los cargos tienen que tener claros los requisitos, y no tratar de evadirlos. También no se puede utilizar este tipo de procedimientos formales en contra de las mismas candidaturas, como un mecanismo para debilitar o llamar la atención sobre las campañas, y ser utilizadas para generar presión o favoritismo.
¿Qué viene para el seguimiento electoral de las campañas en las próximas semanas?
El próximo 2 de octubre presentaremos el mapa de riesgo electoral en la capital del país, con nuevos factores para su construcción. A lo que queremos contribuir es las contiendas electorales sean abiertas, transparentes y equilibradas. Esperamos que esta contienda en el tiempo que queda sea completamente abierta y que brinde las garantías para que las distintas expresiones políticas compitan con las mismas garantías y las mismas condiciones. Y sobre todo, que las personas voten a consciencia.
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