“La Línea Púrpura no es de urgencias, ni de denuncias”: secretaria de la Mujer
Laura Tami, en entrevista con El Espectador, habló de los retos que faltan por asumir y los proyectos para garantizar una vida libre de violencias a las mujeres en Bogotá, que representan el 52 % de la población capitalina.
María Angélica García Puerto
Velar por las garantías y el respeto de los derechos de las mujeres que viven en Bogotá es una de las responsabilidades que adquirió Laura Tami, al asumir el pasado 11 de enero como secretaria de la Mujer. Esta abogada, especialista en Derecho Administrativo y magíster en Derecho, con énfasis en responsabilidad contractual, trabaja en la Alcaldía desde 2017 y hasta el año pasado fue asesora de la dependencia, que hoy asume como titular.
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Velar por las garantías y el respeto de los derechos de las mujeres que viven en Bogotá es una de las responsabilidades que adquirió Laura Tami, al asumir el pasado 11 de enero como secretaria de la Mujer. Esta abogada, especialista en Derecho Administrativo y magíster en Derecho, con énfasis en responsabilidad contractual, trabaja en la Alcaldía desde 2017 y hasta el año pasado fue asesora de la dependencia, que hoy asume como titular.
El panorama al que se enfrenta no es el mejor. Según la Procuraduría, al 7 de febrero de 2024, al menos 21 mujeres fueron víctimas de feminicidio, de las cuales a 11 las asesinó su pareja o expareja sentimental. Asimismo, Bogotá ha sido la ciudad con mayor número de alertas por feminicidio (27), emitidas por el Ministerio Público; seguido por Antioquia (11), Norte de Santander (7) Cundinamarca (6) y Casanare (5).
Pese a ello, dice estar lista. En entrevista con El Espectador habló de su experiencia y de los retos para garantizar una vida libre de violencias a las 4.417.661 de mujeres, que representan el 52 %, del total de la población de Bogotá.
¿Cómo recibió la Secretaría de la Mujer?
Sé lo que venía pasando. Hay apuestas que tenemos por mantener; otras por revisar, y nuevas por ejecutar. Una de esas principales, que el alcalde mencionó en campaña, es el fortalecimiento del Sistema Distrital de Cuidado, que llegó para quedarse. Y como secretaria, no puedo simplemente hablar de abrir más manzanas. Mi visión es, por supuesto, generar cobertura, pero identificar en qué puntos podemos mejorar los servicios y el enfoque de derechos que necesitamos en el sistema.
¿Cuántas personas atienden la Línea Púrpura y cuántas llamadas ha recibido este año?
Son 47 personas y en enero de 2024 recibieron 7.519 llamadas y atendieron 2.709 mujeres.
Le pregunto, porque entre 2020 y septiembre de 2023, la Línea recibió 142 mil llamadas por violencia basada en género, pero solo 52 mil las atendieron profesionales, según la Personería. Hay quejas de que primero atiende un robot y después llega la ayuda psicosocial o jurídica. ¿Qué se está haciendo para mejorar esta Línea clave para mujeres víctimas de violencia?
Ahí hay varios frentes. El primero es que con el Plan de Desarrollo queremos fortalece su capacidad. Lo segundo es una revisión de protocolos, para identificar cuándo llaman y cómo debería ser el enrutamiento. Tenemos una opción de enviarlas a la 123, cuando son urgencias. Y ahí va el tercer punto, que es hacer de pedagogía sobre qué hace la Línea Púrpura. Lo que tú decías es claro, tenemos servicios psicosociales y socio jurídicos. Entonces, si por ejemplo las mujeres llaman y les decimos que efectivamente está siendo víctima de violencia, ahí hacemos un acompañamiento hasta que ella denuncia. Pero no es una Línea ni de urgencias, ni de denuncia.
¿Hay suficiente articulación con la Policía y capacitación en la Línea 123 para redireccionar a las víctimas?
Nosotras estamos haciendo presencia en el 123. Fue un trabajo de tiempo para poder estar ahí y prestar atención. Hay unos lineamientos y un código que se crea al interior de la línea de emergencias, para que las personas que atienden puedan identificar cuando es una violencia basada en género y nos lo pasan a lo que nosotras llamamos, Agencia Mujer. Entonces, es importante decir que cuando llaman al 123, de alguna manera está garantizada esa atención con enfoque de género, porque tenemos un equipo que apenas estamos consolidando en el C4.
Pasemos al tema de las casas refugio. En pandemia se agudizaron los feminicidios y para ese momento solo había tres ¿Han pensado ampliar estos espacios?
Hoy tenemos cuatro. Está el modelo tradicional, que recibe mujeres con medida de protección; la modalidad intermedia, donde atendemos directamente a mujeres en riesgo de feminicidio, sin recurrir a la medida de protección, y con enfoque en la ruralidad. Esa es una apuesta bien robusta en términos de acogida. Estamos planeando si nos vamos con otra casa refugio con servicios de la Secretaría de Salud, para que podamos resolver esos impactos de la salud mental en mujeres, víctimas de violencias basadas en género.
Y ampliar el tiempo... Actualmente es de cuatro meses, con opción de prórroga a dos meses
Ese tiempo es el que legalmente está establecido para las medidas de protección y es el que hemos asumido en el resto de nuestras casas. Yo creo que guiarnos por el derrotero que nos da la ley de cuánto deben estar, debe seguir siendo nuestro énfasis.
Es reconocida la popularidad de las 21 manzanas del cuidado, pero un informe de inclusión financiera de ONU Mujeres dice que la independencia económica en pro de la equidad de género se consigue es a través de apoyo a emprendimientos. ¿Cómo se están articulando con la secretaría de Desarrollo y cuál es su apuesta para tener enfoque de independencia económica de las mujeres?
La presencia de la secretaría de Desarrollo Económico en las manzanas definitivamente en este cuatrienio, en aras de la autonomía económica será más contundente. Desde la Secretaría vamos a continuar con formación para el desarrollo, que significa acompañar a las cuidadoras a hacer sus hojas de vida, para que lleguen sólidas a sus entrevistas de trabajo. Tenemos aproximadamente 60 aliados del sector privado que nos dicen sus ofertas y nosotras las difundimos en las manzanas para que nuestras cuidadoras puedan acceder a ellas. Pero me gusta el enfoque que le das, porque definitivamente es la Secretaría de Desarrollo Económico la que va a impulsar ese empleo con enfoque de género, desde sus planes de desarrollo, pero en las manzanas tendrán mayor presencia.
La Veeduría en 2022 indicó que siete 7 de cada 10 mujeres se sienten inseguras en el transporte o espacio público. ¿Cuál es la estrategia para garantizar que las mujeres se sientan seguras? ¿Qué articulación hay con Transmilenio, Secretaría de Seguridad y la Policía?
En la política pública de mujeres y equidad de género tenemos ocho derechos priorizados para las mujeres y esta secretaría está comprometida con la materialización de cada uno de esos derechos. Respecto al espacio y transporte público, en este momento estamos haciendo un piloto con una dupla psicojurídica, de lunes a viernes, en horas pico, que está en las estaciones Avenida Chile y Marsella, con el fin de conocer cuáles son las necesidades de las mujeres y como en tiempo real podemos ser más efectivas. La idea, luego, es lanzarnos con una puesta mucho más robusta para el Plan de Desarrollo.
Lo segundo es que la semana pasada estuve en un foro invitada por ONU Mujeres de ciudades cuidadoras, donde identifiqué no solamente en México lo que se ha hecho (vagón diferencial para mujeres), sino en Quito, Ecuador, con unos botones de pánico, que tienen en los metros. Entonces, vamos a estar evaluando cuáles podemos utilizar acá en Bogotá.
Las mujeres desconfían del sistema judicial y por ello, el 89,3 % no denunciaron casos como acoso en el transporte público, según la Veeduría. ¿Qué están haciendo para mejorar, junto con Fiscalía, la celeridad de las denuncias y ese ajuste del enfoque de género en el sistema judicial?
En Bogotá tenemos una ruta única de atención para mujeres víctimas de violencia y en riesgo de feminicidio. Cada entidad tiene un marco de competencias. Nosotras, dentro de la ruta, tenemos todo este asunto de Atención y Prevención y nuestros servicios giran en torno a atenciones psicosociales y sociojurídicas. En medio de esto, nosotros también acompañamos, por supuesto, a las mujeres para que puedan llevar una denuncia.
Yo no creo que por fallas en el sistema judicial se deba desestimar las denuncias. Lo que sí creo es que en el sistema judicial hay muchos retos para que, una vez las mujeres denuncien, se haga un seguimiento, no se archiven los casos y se generen las medidas de protección que estamos necesitando nosotras como administración para poderlas refugiar.
¿En qué se está trabajando a nivel de prevención de feminicidio?
Son varias. Tenemos un sistema de Alertas Tempranas, que es la forma como nosotros hacemos un monitoreo a las mujeres que Medicina Legal nos reporta en riesgo de feminicidio. Ahí existen tres líneas de acción: cuando nos llega el listado se lo hacemos saber a las entidades en la ruta que pueden atenderlas y protegerlas. Dos, tenemos duplas psicosociales y sociojurídicas dentro de la secretaría, para hacerle seguimiento a esas mujeres, para ver cómo está su caso y sus entornos para no llegar a un feminicidio. Y tres, tenemos mesas intersectoriales donde ponemos esos listados de Medicina Legal para que con seguridad podamos hacer un monitoreo más intersectorial a las mujeres.
¿Cómo está la articulación con Secretaría de Educación para impactar sobre prevención de violencias basadas en género en los colegios, teniendo en cuenta que incluso allí se han registrado casos de acoso sexual?
Nuestra atención especializada es a mujeres mayores de 18 años. Ese es nuestro nicho, tetenemos un punto en nuestras Casas de Igualdad de Oportunidades, con una estrategia que se llama ‘Tejiendo Mundos de Igualdad’, donde hacemos, a partir de la cultura, conciencia a los niños y a las niñas que llegan a las casas, para que puedan identificar cuándo pueden estar siendo víctima de violencias. Pero nuestra principal orientación en esto y experticia está en atención de violencias basadas en género a mujeres mayores de 18 años.
Pero, si la apuesta desde la Secretaría es la prevención de las VBG, ¿qué pasa con ese tema en los colegios?
La respuesta es que nuestra competencia no está en niños y niñas, sino en la prevención de violencias basadas en género cuando está adulto.
Sin lugar a duda, la secretaria de Educación debe tener dentro de sus apuestas una muy clara prevención de ese tipo de violencias. Pero como no es nuestra experticia, no prestamos asistencia técnica a ellos.
¿Cuál es su balance a estos ya casi 100 días de su gestión?
Bogotá es una ciudad pionera, es una ciudad líder en políticas con enfoque de género. Creo que nos hemos convertido en un referente a nivel nacional con el Sistema Distrital de Cuidado y con nuestras apuestas de prevención de atención de violencias.
Me han pedido muchas citas de varias entidades territoriales, sobre cómo pueden ser más contundentes con sus Secretarías de la Mujer, dependiendo de lo que allí demanden las mujeres.
A nivel internacional ya nos invitaron y estuve en el panel de cómo se territorializa una apuesta de cuidados en América Latina y eso también da cuenta de una ciudad que creo que ha entendido su diversidad, una ciudad que le ha apostado por tener estrategias de enfoque de género. Que, si bien hay que ampliar, reforzar y aprender, no podemos desconocer el camino que hemos recorrido hasta hoy para que de alguna manera nos hayamos vuelto un referente en políticas públicas de igualdad de género.
¿Cuáles son sus principales objetivos para desarrollar hasta 2027?
El principal en lo que tiene que ver con el Sistema Distrital de cuidado, fortaleciendo en términos de cobertura y algunos servicios de atención para personas que requieren cuidado. Tener un enfoque en discapacidad que nos están demandando bastante las cuidadoras. Vamos a realizar un piloto para los niños y niñas en términos de trabajar en derrumbar estereotipos de género y detección de violencias.
Asimismo, en el punto de una vida libre de violencias, poder fortalecer nuestros 6 puntos de atención, agregándole la prevención con transformación cultural.
Y lo tercero, es algo que va muy ligado a las mujeres en sus diferencias y diversidades y es que todas las mujeres nos sintamos incluidas en Bogotá que podamos ser lo que queramos ser. Ahí tenemos una apuesta también con mujeres en actividades sexuales pagadas, de representatividad de todas las mujeres desde nuestro enfoque diferencial y que todas nuestras apuestas en territorio.
*Al término de la entrevista, la Secretaría de la Mujer explicó que existen profesionales expertas en VBG llamadas ‘Sofías’, ubicadas una por localidad, donde hacen talleres en colegios del Distrito y privados sobre sensibilización de cuáles son los tipos de violencia o identificación de cuando se puede estar sufriendo de violencia.
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