“Nuestro enemigo no es la izquierda, ni la derecha, es el atraso”: Nicolás Ramos
Detrás de aquel antifaz rosado con blanco, está Nicolás Ramos, quien es abogado, magíster en Gobierno y Gestión Pública para América Latina y el candidato más joven a la Alcaldía de Bogotá. En entrevista para El Espectador habló del porqué usa una máscara, de sus propuestas y su visión de ciudad.
Fernan Fortich
Samuel Sosa Velandia
Aunque el movimiento político de Nicolás Ramos es “Más acciones, menos rostros”, su participación en la carrera por la Alcaldía de Bogotá sí trae una cara nueva a estos comicios en los que compiten otros candidatos con amplia trayectoria política. Además de ser el candidato más joven, Ramos propone un plan de gobierno donde la innovación y la tecnología sean los propulsores del desarrollo de la capital del país.
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Aunque el movimiento político de Nicolás Ramos es “Más acciones, menos rostros”, su participación en la carrera por la Alcaldía de Bogotá sí trae una cara nueva a estos comicios en los que compiten otros candidatos con amplia trayectoria política. Además de ser el candidato más joven, Ramos propone un plan de gobierno donde la innovación y la tecnología sean los propulsores del desarrollo de la capital del país.
¿Cuál ha sido el resultado del movimiento “Más acciones, menos rostros”? ¿Cómo ha sido recibido por la ciudadanía?
“Más acciones, menos rostros” arranca como un movimiento en contra del personalismo y de los engaños y las promesas de los políticos tradicionales. Este un movimiento de acción que se preocupa por el ciudadano de a pie, por el invisibilizado y por ese ciudadano del anonimato.
Buscamos descandidatizar el rostro y politizar la idea. Que la gente vote por una propuesta y no por una cara. Nosotros tenemos una plataforma ideológica propia, que es el “pragmatismo comunitario”, aquellas soluciones que quiere el ciudadano escuchar en su metro cuadrado. Por eso, nuestro enemigo no es la izquierda, ni la derecha; nuestro enemigo es el atraso.
¿Cómo surgió esa decisión de lanzarse a la Alcaldía?
Llevo 12 años en el sector público y 10 años de experiencia gestionando recursos de banca multilateral y de programas de colocación privada en otras ciudades. Además, hice una maestría en Gobierno y Gestión Pública para América Latina, lo que me llevó a darme cuenta de que Bogotá está muy mal administrada. Las finanzas públicas dan vergüenza.
La principal fuente ingresos de la capital es el ICA (Impuesto de Industria y Comercio), cuando en las ciudades exitosas del mundo, la primera fuente de ingreso es la plusvalía. Sin embargo, aquí la plusvalía representó $13.000 millones de ingresos en el 2022, absolutamente nada. Aun cuando es a través de esta, que uno puede financiar grandes obras y reinventar urbanamente a la ciudad. Por eso, decidimos que nuestra propuesta era totalmente viable, sana, transparente y una que la gente quiere escuchar; los ciudadanos están mamados de los mismos de siempre.
¿Cómo las propuestas de innovación tecnológica pueden ayudar a resolver el problema de movilidad en Bogotá?
Ayudan muchísimo, en tiempo real y a bajo costo. Todos dicen que necesitamos vías, pero en el mundo se ha demostrado que las vías no son la solución, porque entre más se construyan, más se congestionan, porque más vehículos se venden. Mi propuesta es descongestionar a Bogotá en menos de seis meses. Yo les garantizó a los ciudadanos que solo van a tener un día de pico y placa a la semana, porque cada siete días vamos alternando con mensajes de texto, mientras que nos escalamos a la placa digital, que va a funcionar con lúmenes. Es decir, cada vez que usted tenga pico y placa, se pone en rojo y cada vez que usted pueda andar, se pone en verde.
Nosotros vamos a coger dos letras y dos números, y como las placas no se repiten y están en orden alfabético, lo que podemos hacer, es que, con un algoritmo, que ya lo disponemos, sacar los cuatro dígitos al día. Y así, estaríamos sacando de circulación muchos vehículos.
¿Cómo enfrentar el déficit de $3 billones de Transmilenio?
Mi propuesta, a mediano y largo plazo, es fusionar Transmilenio, el Metro, la operadora La Rolita y entregárselo a la empresa de Renovación Urbana de Bogotá, que no está haciendo un carajo y que está arrinconada en la Secretaría de Hábitat, cuando es la empresa principal de las ciudades para generar plusvalía e ingresos.
A corto plazo proponemos, que, con programas de colocación privada, podamos montar algo que se llama tarifa cero, pero para cierta población en específico, como estudiantes, personas en condición de discapacidad, cuidadores y deportistas. Yo no voy a sacar plata del presupuesto de Bogotá, ni se la voy a pedir al Gobierno Nacional, la voy a gestionar a través de estos programas.
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¿Cuál es su perspectiva frente a las actuaciones Estratégicas que aterrizan las apuestas del Plan de Ordenamiento Territorial (POT)?
Las actuaciones estratégicas hacen parte del atraso, pero nos lo venden como una novedad. Hoy se habla es de SSP, Sistema de Soporte de Planeación. Esas actuaciones estratégicas se demoran casi 6 años, es decir, no sirven, porque el gobierno dura 4 años. Por eso, la propuesta para nosotros es SSP, esos sistemas de soporte de planeación son tecnológicos y no solo tienen en cuenta el tema urbano, sino también el tema social, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París, el cambio climático, entre otras muchas cosas. Es un sistema inteligente que genera un mapeo de planeación.
¿Qué propone para el Metro de Bogotá?
Mi propuesta es diferente a la de todos. Yo propongo acelerar la construcción del metro a través de un incentivo al contratista. Yo voy a gestionar recursos de programas de colación privada, no del bolsillo de los bogotanos, ni de la deuda pública, conseguiré esos recursos de rendimientos financieros, para estructurar una comisión de éxito, o sea, si me entregan la Primera Línea del metro en 2027, el consorcio se lleva esa comisión, sino, pues no se la lleva.
Ahora, para evitar esa pelea de sí subterráneo o no, propongo que se construya el parque Viñal en la Caracas, que desaparezcamos la Caracas. Además, hay que soterrar la Carrera 13, así vamos a poder sanear ese problema urbanístico que nos deja el metro elevado.
¿Y en su programa de gobierno qué plantea para el tema del Corredor Verde?
El Corredor Verde es Transmilenio y estoy totalmente en desacuerdo. ¿Cómo una vía que atraviesa la ciudad de norte a sur, uno la va a dejar en un solo sentido, pensando en un transporte público que no ha sido eficiente para la ciudad? Eso no tiene ningún sentido.
Mi propuesta es a futuro, con estos presupuestos de colocación privada, de desarrollo inmobiliario y de plusvalía, soterrar la séptima.
La ciudadanía pide medidas para mejorar la seguridad, ¿cuál es su estrategia?
Seguridad preventiva con la tecnología, seguridad colaborativa con la comunidad y seguridad reactiva con la institucionalidad. Nosotros queremos articular esos tres conceptos y generar una malla inteligente y empezar a focalizar el crimen. La única manera de contribuir a la Paz Total es a través de mecanismos de concertación y de voluntad. Es decir, que haya voluntad por parte de las financiaciones criminales.
¿Cuál es su plan para controlar el tema de las basuras, que es otra de las problemáticas que hoy aqueja a Bogotá?
El relleno sanitario debe ser una fuente de ingreso. La tasa de aprovechamiento se debe pagar de acuerdo con la economía circular, no por tonelada. Conmigo se va a aprovechar el 100% de los recursos ambientales, porque yo no le llamo basura. Vamos a implementar el sistema de inteligencia artificial para el mapeo de toda la recolección de desechos.
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