Render del plan parcial Nueva Aranda.
Foto: Archivo Particular
Por más complicado que sea, tanto en su formulación como en su desarrollo, Bogotá no puede ni debe renunciar a la adopción de planes de renovación urbana. Es un instrumento que tiene a ciudad a la vanguardia del país respecto a acciones de densificación, pero que ha sido objeto de numerosas dificultades que han estropeado su potencial en la generación de nueva vivienda y reúso del suelo ya urbanizado.
Desde la aprobación del POT 555 del 2021, la capital comenzó una nueva etapa de desarrollo en la cual se entendió que los límites de una...
Por Miguel Ángel Vivas Tróchez
Periodista egresado de la Universidad Externado de Colombia interesado en Economía, política y coyuntura internacional.juvenalurbino97 mvivas@elespectador.com