Nuevos buses de Transmilenio: el diésel sigue mandando y el gas gana espacio

El largo proceso para renovar la flota más vieja de Transmilenio (TM) llegó ayer a su fin. Tras una extensa audiencia de licitación, que comenzó a las 9:00 de la mañana y terminó casi a las 7:00 de la noche, el Distrito adjudicó cinco de los seis contratos que sacó a concurso, para renovar los buses de las fases I y II de Transmilenio, que cumplen alrededor de 18 años de uso. Los nuevos vehículos, que empezarán a llegar desde el próximo año, estarán rodando por las troncales mínimo durante diez años. (LEA: La guerra por los nuevos buses de Transmilenio)

Al final del acto de adjudicación, en el que se respondieron las últimas dudas de los oferentes, quedaron varias conclusiones: que los buses a diésel seguirán siendo mayoría en las troncales; que el operador SI2018, con su propuesta de vehículos a gas, fue el gran ganador al quedarse con tres contratos, y que los buses eléctricos aún no tienen espacio en Bogotá.

A pesar del debate ambiental que se libró alrededor de esta licitación, al final dos operadores con sus propuestas de buses impulsados por diésel se quedaron con los dos contratos más grandes y por esta razón este seguirá siendo el combustible predominante en el sistema. De los 1.160 articulados y biarticulados que se comprarán 688 (el 60 %) usarán esta tecnología, los cuales estarán ubicados puntualmente en los patios de Usme (256 buses) y Tunal (432 buses). Dichos contratos fueron ganados por la Estructura Plural Mc Masivo y Bogotá Móvil Provisión, respectivamente, y el fabricante de ambos será la marca sueca Volvo.

>>> Lea: ¿La hora del gas en licitación para renovar la flota de Transmilenio?

El gas se abre camino

Por su parte, el operador SI2018 se convirtió en el ganador de los otros tres lotes con sus buses a gas, que significarán el 40 % de la renovación de la flota y estarán en los patios de la Calle 80 (112 buses), el patio Norte (232) y Suba (130), todos fabricados por Scania. Como dato particular, este será el único de los antiguos operadores de las fases I y II que seguirán vinculados al sistema.

“La clave del éxito fue la línea de conducta de esta familia, que consiste en ser innovadores. En esta oportunidad le apostamos a ofrecerle a la ciudad un aire limpio y a migrar a tecnologías que permitan que el transporte público sea más amigable con el medio ambiente”, dijo Milena Martínez, integrante del consorcio SI2018

El patio restante es el del Portal de las Américas, que fue declarado desierto, pues durante la audiencia se consideró que dos de los oferentes, que resultaron habilitados, no tenían la capacidad financiera para quedarse con este contrato. Los otros, que también se presentaron, fueron rechazados, al considerar que sus ofertas fueron artificialmente altas y bajas. Esto obliga a que dicho patio, que operará con 260 buses, tenga que ser sometido a una nueva licitación. Para la licitación del patio de la Av. de las Américas, el oferente Green Bogotá, con sus buses eléctricos, tendrá una nueva oportunidad de competir.

El largo proceso para renovar la flota más vieja de Transmilenio (TM) llegó ayer a su fin. Tras una extensa audiencia de licitación, que comenzó a las 9:00 de la mañana y terminó casi a las 7:00 de la noche, el Distrito adjudicó cinco de los seis contratos que sacó a concurso, para renovar los buses de las fases I y II de Transmilenio, que cumplen alrededor de 18 años de uso. Los nuevos vehículos, que empezarán a llegar desde el próximo año, estarán rodando por las troncales mínimo durante diez años. (LEA: La guerra por los nuevos buses de Transmilenio)

Al final del acto de adjudicación, en el que se respondieron las últimas dudas de los oferentes, quedaron varias conclusiones: que los buses a diésel seguirán siendo mayoría en las troncales; que el operador SI2018, con su propuesta de vehículos a gas, fue el gran ganador al quedarse con tres contratos, y que los buses eléctricos aún no tienen espacio en Bogotá.

A pesar del debate ambiental que se libró alrededor de esta licitación, al final dos operadores con sus propuestas de buses impulsados por diésel se quedaron con los dos contratos más grandes y por esta razón este seguirá siendo el combustible predominante en el sistema. De los 1.160 articulados y biarticulados que se comprarán 688 (el 60 %) usarán esta tecnología, los cuales estarán ubicados puntualmente en los patios de Usme (256 buses) y Tunal (432 buses). Dichos contratos fueron ganados por la Estructura Plural Mc Masivo y Bogotá Móvil Provisión, respectivamente, y el fabricante de ambos será la marca sueca Volvo.

>>> Lea: ¿La hora del gas en licitación para renovar la flota de Transmilenio?

El gas se abre camino

Por su parte, el operador SI2018 se convirtió en el ganador de los otros tres lotes con sus buses a gas, que significarán el 40 % de la renovación de la flota y estarán en los patios de la Calle 80 (112 buses), el patio Norte (232) y Suba (130), todos fabricados por Scania. Como dato particular, este será el único de los antiguos operadores de las fases I y II que seguirán vinculados al sistema.

“La clave del éxito fue la línea de conducta de esta familia, que consiste en ser innovadores. En esta oportunidad le apostamos a ofrecerle a la ciudad un aire limpio y a migrar a tecnologías que permitan que el transporte público sea más amigable con el medio ambiente”, dijo Milena Martínez, integrante del consorcio SI2018

El patio restante es el del Portal de las Américas, que fue declarado desierto, pues durante la audiencia se consideró que dos de los oferentes, que resultaron habilitados, no tenían la capacidad financiera para quedarse con este contrato. Los otros, que también se presentaron, fueron rechazados, al considerar que sus ofertas fueron artificialmente altas y bajas. Esto obliga a que dicho patio, que operará con 260 buses, tenga que ser sometido a una nueva licitación. Para la licitación del patio de la Av. de las Américas, el oferente Green Bogotá, con sus buses eléctricos, tendrá una nueva oportunidad de competir.