Ojo con quién hace citas de negocios por la web: robos y muerte vienen en aumento

El pasado domingo 26 de mayo, Santiago Saza, un joven deportista de 16 años, fue asesinado en la localidad de Fontibón, cuando se disponía a venderle unas piezas de bicicleta a un sujeto, con el cual se contactó a través de redes sociales para finiquitar el negocio. El supuesto comprador resultó ser un delincuente que urdió una elaborada estrategia de engaño para concretar un encuentro con el joven y así poder robarle los artículos que estaba ofertando a través de redes sociales.

El pasado domingo 26 de mayo, Santiago Saza, un joven deportista de 16 años, fue asesinado en la localidad de Fontibón, cuando se disponía a venderle unas piezas de bicicleta a un sujeto, con el cual se contactó a través de redes sociales para finiquitar el negocio. El supuesto comprador resultó ser un delincuente que urdió una elaborada estrategia de engaño para concretar un encuentro con el joven y así poder robarle los artículos que estaba ofertando a través de redes sociales.

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El sujeto atracó a Santiago y, en un forcejeo entre las partes, sacó un arma de fuego y le disparó, hecho que derivó en la muerte del joven estudiante de grado décimo. Estos casos, en los cuales las víctimas contactan o son contactadas por sus futuros victimarios a través de redes o plataformas de compra/venta de artículos, han aumentado en la ciudad.

Si bien las cifras de hurto a personas reportadas por la secretaría de Seguridad indican una disminución durante los cuatro primeros meses de 2024, en relación con el 2023 (44.210 y 52.289 casos respectivamente) los hurtos cometidos con una previa estrategia virtual de engaño por parte de los delincuentes, registra un aumento de un 6,8%.

“Luego de la pandemia por Covid-19, especialmente en el cierre del año 2021, Suramérica tuvo un aumento del 39,6% en el uso de mecanismos virtuales, para el cierre de acuerdos comerciales, transacciones y compras, dadas las medidas de aislamiento“, señala Andrés Nieto, director del observatorio de seguridad de la Universidad Central.

Y agrega: “En medio de esta situación, los delincuentes vieron una nueva oportunidad de hurto sin violencia inicial y generando todas las condiciones para que la víctima se acerque a un punto de encuentro y allí ejecuten hurtos, secuestro exprés, paseo millonario, entre otros delitos”.

Otro caso reciente que terminó en un homicidio ocurrió el pasado nueve de marzo, en el portal Usme de Transmilenio. Allí, Johan David Gómez, un joven de 19 años, fue atacado con arma blanca por sujetos que lo citaron con la excusa de comprarle una gorra de colección.

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Tal y como asegura Nieto, las ofertas de compra y venta por internet se han vuelto un común denominador en una gran parte de la ciudadanía. Las facilidades de pago, la inmediatez, la inexistencia de filas para acceder a una tienda o el contacto directo entre las partes son varias de las facilidades que este sistema delictivo.

Las modalidades, de acuerdo con Nieto, son tres: La primera es la estafa que sufren personas que buscan adquirir productos a través de redes, depositan el dinero solicitado y nunca reciben el producto. La segunda, es cuando se intenta negociar con partes de vehículos o bicicletas, el supuesto negocio se concreta y finalmente, cuando se va a realizar la entrega, el comprador resulta atracado.

“La última, que se ha visto en los departamentos de Meta, Boyacá, Tolima, Cundinamarca, Huila, Atlántico y César. Se trata del falso servicio, donde por medio de redes sociales se contacta a supuestos prestadores de servicios de plomería, ingeniería o servicios agropecuarios en zonas rurales y en el momento en que se va a llevar a cabo la supuesta reparación, las personas son atracadas en sus mismas casas o negocios”.

Un factor importante en el cual radica parte de la complejidad de regular estos espacios, tiene que ver con la informalidad de las ventas, que es precisamente la razón que más usuarios lleva estas plataformas. Esa ventaja puede convertirse en una pesadilla por cuenta de quienes buscan generar un encuentro para terminar atracando o, en el peor de los casos, asesinando a quienes caen en los engaños que promocionan como oportunidades de compra o venta de artículos en línea.

Así las cosas, tenga en cuenta que una buena parte de su seguridad depende de las medidas que tome al respecto. Para evitar caer en este tipo de hurtos, absténgase de encontrarse con desconocidos, o si lo hace, comparta la ubicación con alguien de confianza. No entregue ni transfiera dinero hasta que no tenga garantía de que se trata de una empresa o almacén con soportes legales.

Además, por ningún motivo entregue datos personales como dirección, correo, teléfono, o aspectos que puedan terminar en amenazas o extorsiones precisamente por la información que saben de usted. Por más apariencia de legalidad que vea en el negocio que le proponen, asegúrese y trate de confirmar que la información suministrada es real.

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