Opinión: El desafío de los contratos de gestión de residuos en Bogotá

En un esfuerzo por construir una ciudad más limpia y salubre, hacemos un llamado a las entidades competentes a asumir su responsabilidad en la gestión y vigilancia del manejo de los residuos en el espacio público. Aunque reconocemos que la limpieza urbana es un desafío compartido que involucra a todos los ciudadanos, es pertinente buscar soluciones efectivas, al tiempo que se involucra a la ciudadanía y se promueve la educación y el desarrollo de prácticas sostenibles.

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Es inaceptable que sectores importantes de la ciudad, como lo son los parques públicos, las plazas, las plazoletas de los monumentos y algunos andenes y vías peatonales, queden excluidos de los contratos vigentes que determinan las zonas de limpieza para el barrido y recolección de residuos y lavados sanitarios de los planes de gestión de residuos (PGIRS DE LA UAESP).

Entendemos que la elaboración de estos contratos es compleja, pero la respuesta de las entidades se reduce a: “el contrato con las empresas de aseo no quedó bien, y por ende no se puede hacer nada”. Creemos que es hora de superar esta limitación burocrática y encontrar soluciones concretas para mantener nuestros espacios públicos limpios.

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De igual forma, es fundamental abordar la problemática de los residuos de manera diferencial durante la temporada navideña, cuando las vistitas de ciudadanos y turistas aumentan y con ello la actividad comercial, en particular de las ventas informales que ofrecen alimentos generando puntos críticos de acumulación de residuos en el espacio público.

La mala gestión de los residuos durante esta época no solo afecta la estética de nuestra ciudad, sino que también provoca problemas de salud pública, por la proliferación de vectores portadores de enfermedades, causadas por las actividades de reciclaje informal, la falta de baños públicos y el inexistente de control de los residuos abandonados indiscriminadamente por edificios, comercios y ciudadanos en el espacio público.

Desde la comunidad del Centro Internacional, hemos mantenido espacios de intercambio constructivo, buscando activamente alternativas que permitan abordar esta y otras problemáticas. Creemos firmemente en la importancia de unir fuerzas para identificar y aplicar medidas efectivas que promuevan una gestión eficiente y, al mismo tiempo, fomente una conciencia ciudadana de corresponsabilidad. Estamos seguros que, a través de este enfoque colaborativo, podemos alcanzar soluciones que beneficien a todos los residentes y visitantes de la ciudad.

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Invitamos a todas las partes interesadas, incluyendo entidades distritales, entes de control, empresas de gestión de residuos, y a la ciudadanía en general, a unir esfuerzos para abordar esta problemática de manera colaborativa. No podemos permitir que la excusa de un contrato mal elaborado sea un obstáculo para garantizar la limpieza y salubridad de nuestros espacios compartidos. Juntos, podemos lograr una ciudad más limpia, saludable y habitable para todos.

En un esfuerzo por construir una ciudad más limpia y salubre, hacemos un llamado a las entidades competentes a asumir su responsabilidad en la gestión y vigilancia del manejo de los residuos en el espacio público. Aunque reconocemos que la limpieza urbana es un desafío compartido que involucra a todos los ciudadanos, es pertinente buscar soluciones efectivas, al tiempo que se involucra a la ciudadanía y se promueve la educación y el desarrollo de prácticas sostenibles.

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Entendemos que la elaboración de estos contratos es compleja, pero la respuesta de las entidades se reduce a: “el contrato con las empresas de aseo no quedó bien, y por ende no se puede hacer nada”. Creemos que es hora de superar esta limitación burocrática y encontrar soluciones concretas para mantener nuestros espacios públicos limpios.

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De igual forma, es fundamental abordar la problemática de los residuos de manera diferencial durante la temporada navideña, cuando las vistitas de ciudadanos y turistas aumentan y con ello la actividad comercial, en particular de las ventas informales que ofrecen alimentos generando puntos críticos de acumulación de residuos en el espacio público.

La mala gestión de los residuos durante esta época no solo afecta la estética de nuestra ciudad, sino que también provoca problemas de salud pública, por la proliferación de vectores portadores de enfermedades, causadas por las actividades de reciclaje informal, la falta de baños públicos y el inexistente de control de los residuos abandonados indiscriminadamente por edificios, comercios y ciudadanos en el espacio público.

Desde la comunidad del Centro Internacional, hemos mantenido espacios de intercambio constructivo, buscando activamente alternativas que permitan abordar esta y otras problemáticas. Creemos firmemente en la importancia de unir fuerzas para identificar y aplicar medidas efectivas que promuevan una gestión eficiente y, al mismo tiempo, fomente una conciencia ciudadana de corresponsabilidad. Estamos seguros que, a través de este enfoque colaborativo, podemos alcanzar soluciones que beneficien a todos los residentes y visitantes de la ciudad.

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Invitamos a todas las partes interesadas, incluyendo entidades distritales, entes de control, empresas de gestión de residuos, y a la ciudadanía en general, a unir esfuerzos para abordar esta problemática de manera colaborativa. No podemos permitir que la excusa de un contrato mal elaborado sea un obstáculo para garantizar la limpieza y salubridad de nuestros espacios compartidos. Juntos, podemos lograr una ciudad más limpia, saludable y habitable para todos.