Opinión: El Hospital San de Dios de Bogotá, cuna de la medicina en Colombia
La historia de la medicina en Colombia está ligada a la creación del Hospital San Juan de Dios de Bogotá en 1564 detrás de la Catedral Primada, trasladado en 1926 a su ubicación actual. Su existencia ha sido de gloria y también de infortunio por su cierre en 2001 y por la caprichosa parálisis en 2022 después de haber tenido todo listo para su reapertura.
Luis Gonzalo Morales Sánchez
La historia de los hospitales en Colombia estuvo ligada a la caridad y la filantropía hasta la mitad del siglo XX. Fue hasta 1946 cuando se creó el Ministerio de Higiene que el Estado comenzó a hacerse cargo de los hospitales en el país poniendo en marcha en 1950 el Plan Hospitalario Nacional.
Para esa época ya existían en Bogotá varios hospitales encargados de atender a la población pobre, algunos de naturaleza privada que recibían aportes del Estado. El más antiguo era el San Juan de Dios cuyo origen se remonta a 1564 para el servicio de los conquistadores y sus familias bajo el nombre de Hospital de San Pedro con 12 camas, ubicado en la parte posterior de la Catedral Primada de Colombia.
En 1739 fue trasladado a un lote en el barrio Santa Inés entre las calles 11 con carrera 9 con el nombre de hospital Jesús, José y María ampliando su capacidad a 60 camas, siendo administrado por la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, de donde deriva su posterior nombre. Luego en 1905 la nación compró la finca Molino de la Hortúa, que en 1911 cedió a la gobernación de Cundinamarca. En febrero de 1925, se trasladó al pabellón oriental del lote de la Hortúa donde en la actualidad funciona el Instituto Materno Infantil. Allí comenzaron los servicios de ginecología fundados en 1887, la clínica tropical, la de urología y la clínica dermatológica iniciados en 1910.
Entre 1925 y 1926 comenzó su construcción en el lote de la Hortúa bajo la dirección de la Junta de Beneficencia de Cundinamarca y con la orientación científica de la Universidad Nacional. Se hizo siguiendo el estilo francés de pabellones de un solo nivel, amplios y bien ventilados como lo exigían las teorías científicas de la época que ubicaban la enfermedad en los miasmas o efluvios dañinos que desprendían los cuerpos enfermos, las materias en descomposición o las aguas estancadas.
En 1957 se edificó la denominada torre central que operó hasta el cierre en 2001. Esta respondió al estilo norteamericano de construcciones verticales con espacios reducidos, en concordancia con las teorías microbianas de la enfermedad que habían establecido que esta ya no se originaba en los miasmas, además de que se podía hacer un mejor uso de los espacios disponibles.
Finalmente, en 2015 la Alcaldía compró las instalaciones a la gobernación de Cundinamarca dando inicio a su reapertura. Esto continuó en 2017 con los estudios de diseño y la consecución de los recursos, proceso que finalizó con la adjudicación en 2020 de un contrato para construir una moderna institución de alta complejidad.
No obstante, su reapertura sigue en vilo por los caprichos del nuevo gobierno de querer recuperar la antigua torre central desconociendo conceptos técnicos que lo hacen inviable. Quizás algún día Bogotá volverá a ver renacer el San de Dios, hospital emblema de la medicina en Colombia.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
La historia de los hospitales en Colombia estuvo ligada a la caridad y la filantropía hasta la mitad del siglo XX. Fue hasta 1946 cuando se creó el Ministerio de Higiene que el Estado comenzó a hacerse cargo de los hospitales en el país poniendo en marcha en 1950 el Plan Hospitalario Nacional.
Para esa época ya existían en Bogotá varios hospitales encargados de atender a la población pobre, algunos de naturaleza privada que recibían aportes del Estado. El más antiguo era el San Juan de Dios cuyo origen se remonta a 1564 para el servicio de los conquistadores y sus familias bajo el nombre de Hospital de San Pedro con 12 camas, ubicado en la parte posterior de la Catedral Primada de Colombia.
En 1739 fue trasladado a un lote en el barrio Santa Inés entre las calles 11 con carrera 9 con el nombre de hospital Jesús, José y María ampliando su capacidad a 60 camas, siendo administrado por la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, de donde deriva su posterior nombre. Luego en 1905 la nación compró la finca Molino de la Hortúa, que en 1911 cedió a la gobernación de Cundinamarca. En febrero de 1925, se trasladó al pabellón oriental del lote de la Hortúa donde en la actualidad funciona el Instituto Materno Infantil. Allí comenzaron los servicios de ginecología fundados en 1887, la clínica tropical, la de urología y la clínica dermatológica iniciados en 1910.
Entre 1925 y 1926 comenzó su construcción en el lote de la Hortúa bajo la dirección de la Junta de Beneficencia de Cundinamarca y con la orientación científica de la Universidad Nacional. Se hizo siguiendo el estilo francés de pabellones de un solo nivel, amplios y bien ventilados como lo exigían las teorías científicas de la época que ubicaban la enfermedad en los miasmas o efluvios dañinos que desprendían los cuerpos enfermos, las materias en descomposición o las aguas estancadas.
En 1957 se edificó la denominada torre central que operó hasta el cierre en 2001. Esta respondió al estilo norteamericano de construcciones verticales con espacios reducidos, en concordancia con las teorías microbianas de la enfermedad que habían establecido que esta ya no se originaba en los miasmas, además de que se podía hacer un mejor uso de los espacios disponibles.
Finalmente, en 2015 la Alcaldía compró las instalaciones a la gobernación de Cundinamarca dando inicio a su reapertura. Esto continuó en 2017 con los estudios de diseño y la consecución de los recursos, proceso que finalizó con la adjudicación en 2020 de un contrato para construir una moderna institución de alta complejidad.
No obstante, su reapertura sigue en vilo por los caprichos del nuevo gobierno de querer recuperar la antigua torre central desconociendo conceptos técnicos que lo hacen inviable. Quizás algún día Bogotá volverá a ver renacer el San de Dios, hospital emblema de la medicina en Colombia.
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