La alcaldesa Claudia López no la ha tenido fácil. Su gobierno ha estado marcado por situaciones fuertes e inesperadas. Primero, una histórica pandemia sanitaria y, segundo, la llegada a la Casa de Nariño de Gustavo Petro ha sido un tsunami para Bogotá.
Con el cambio de administración, salvo que el nuevo alcaldesea Gustavo Bolívar, quien llegue tendrá el mismo y complejo reto de hacer valer la autonomía constitucional de la Ciudad Capital. Sobre la Primera Línea del Metro de Bogotá (PMLB) esto dicen los candidatos en sus programas:
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Vamos a Vivir Bogotá, programa de Rodrigo Lara, indica que se pedirá al gobierno Nacional “no atrasar más la infraestructura que se necesita con urgencia, hagamos la primera línea elevada de la red de metro que está contratada”. Le apuesta a la Segunda Línea hasta Engativá y Suba, propondrá la Tercera Línea desde Patio Bonito a Bosa y Soacha, y proyectará una Cuarta Línea con estudios en su administración.
El programa Bogotá no se rinde del general (r) Jorge Luis Vargas, señala que impulsará con decisión la PLMB y continuará con el proceso de licitación de la Segunda Línea e impulsará su ejecución.
Bogotá Camina Segura, programa de Carlos Fernando Galán, plantea que “hacer cambios al proyecto contratado implicaría cuantiosos sobrecostos y un considerable retraso en su ejecución”. Se compromete a efectuar obras complementarias a lo largo del trazado para mitigar efectos urbanísticos de la obra y promoverá la extensión del trazado hasta la calle 100. Dará continuidad al proyecto de la Segunda Línea hasta Suba y Engativá, y trabajará con el Gobierno Nacional para iniciar el proceso de la Tercera Línea.
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El programa Con Toda por Bogotá de Juan Daniel Oviedo recoge el compromiso de seguir “apoyando el desarrollo de la Primera Línea del Metro (PML), cumpliendo con el contrato en curso”. Se compromete también a avanzar en la contratación y construcción de la Segunda Línea.
Reconstruyamos Bogotá, programa de Diego Molano, es claro en señalar que hay que construir sobre lo construido y terminar la PLMB como está contratada. Contempla el proyecto “Bogotá con metro” que incluye la Primera y la Segunda Línea del Metro.
El programa de Jorge Enrique Robledo se limita a señalar que se “consolidará un plan maestro de movilidad basado en el número adecuado de líneas, que configures (sic) una red de metros”. Nada más.
Gustavo Bolívar en su programa Pacto por el Futuro de Bogotá, precisa que promoverá “subterranizar (sic) el trayecto del metro por la Avenida Caracas”; es decir, modificar de manera sustancial el contrato suscrito y en ejecución.
Los candidatos Lara, Vargas, Galán, Oviedo y Molano son categóricos en señalar que continuarán con la ejecución sin tropiezos de la PLMB tal y como la dejó contratada la administración de Enrique Peñalosa, después de 70 años de estudios y solo buenas intenciones de todos sus antecesores.
La modificación del contrato suscrito y en ejecución como lo pretende el presidente Petro y respalda Gustavo Bolívar es una torpeza administrativa y jurídica mayúscula. La comunidad jurídica en este caso es mayoritaria en objetar esta modificación contractual.
El Gobierno Nacional no obstante lo anunciara por conducto del entonces ministro de transporte Guillermo Reyes, nunca acudió a la Sala de Consulta del Consejo de Estado para conocer su recomendación al respecto. Prefirió seguir basado en el concepto pagado al exmagistrado Enrique Gil Botero pero que el Distrito controvirtió con un robusto y sólido concepto emitido por el ex presidente del Alto Tribunal, el contractualista Mauricio Fajardo.
La intromisión del Gobierno Nacional en los asuntos distritales y posturas ligeras respecto de la PLMB ha llegado a extremos tan absurdos que además de omitir acudir en materia jurídica al Consejo de Estado para conocer su recomendación se acude a la Sociedad Colombiana de Ingenieros cuando la ingeniería colombiana tiene cero de experiencia en el diseño y construcción de sistemas de transporte de esta naturaleza (metro).
La PLMB no debería estar en riesgo por parte de las amenazas indebidas del Gobierno Nacional por tratarse de un contrato en ejecución, si se cuenta con un nuevo alcalde firme y con carácter que haga valer la autonomía del Distrito Capital.