Opinión: Bogotá y Antioquia, pilotos del modelo de salud que propone el gobierno
Se conformaría una Red Integrada de Servicios de Salud de la cual harían parte la EPS, los hospitales, las gobernaciones y las alcaldías.
Luis Gonzalo Morales Sánchez
La ministra de Salud, Carolina Corcho, en declaraciones a ‘La FM’ realizadas el pasado 27 de noviembre, afirmó que la reforma al Sistema de Salud que se presentará en 2023 propondrá que “las EPS se transformen en Redes de Prestación de Servicio de Salud”, propósito en el cual Bogotá y Antioquia, tendrían todas las condiciones para convertirse en modelos pilotos para su ajuste y posterior expansión gradual a todo el país.
Lea también: ‘Jóvenes a la U’: más de 41 mil personas se postularon a la cuarta convocatoria.
A riesgo de equivocarme por no conocer más detalles de la propuesta, me adelanto a sugerir algunas ideas. Ambos pilotos estarían centrados primordialmente en el régimen subsidiado y en algunos casos en el contributivo, donde este sea minoritario o no cuente con red de prestadores en especial de atención primaria.
En Bogotá estaría en cabeza del Distrito y de su EPS Capital Salud que afilia al 95 % de esta población. En Antioquia en la gobernación y Savia Salud, también EPS de mayoría pública que afilia al 75 % de las personas de este régimen en el departamento. Ambas regiones poseen una extensa y completa red de hospitales públicos de todos los niveles de complejidad que son actualmente la base para la atención de esta población.
El esquema organizacional propuesto estaría basado en la conformación de una Red Integrada de Servicios de Salud de la cual harían parte la EPS, los hospitales, el Distrito en el caso de Bogotá y la gobernación y las alcaldías en Antioquia.
Existiría una junta directiva con la participación de todos los actores mencionados más representantes de los usuarios, que se encargaría del gobierno de la red integrada, iniciativa que ya fue parcialmente desarrollada en Bogotá desde 2016 y en Antioquia desde 2021 donde se está a la espera de que sea aprobada por la Supersalud.
Con esta propuesta, en Bogotá se ensayaría un piloto urbano concentrado y en Antioquia uno mixto urbano-rural disperso, que tendrían como base la atención primaria preventiva y predictiva que sería ofrecida por los hospitales públicos.
Estos desarrollarían un modelo basado en equipos multidisciplinarios que gestionarían el riesgo individual a nivel del territorio y de coordinar con las autoridades locales la gestión del riesgo colectivo de enfermar y morir.
Esto requeriría una inversión importante para el fortalecimiento de la infraestructura física, el sistema de información, la dotación biomédica y el talento humano de los hospitales públicos.
El segundo aspecto fundamental sería la construcción de Rutas Integrales de Atención por riesgo poblacional, de forma tal que los pacientes reciban una atención integral bajo la responsabilidad única de un conjunto de prestadores integrados para ese fin, que permita la eliminación de las odiosas autorizaciones, el peloteo entre prestadores aislados y la reducción en un 95 % de la engorrosa facturación, experiencia en la que Antioquia ha venido acumulando una gran experiencia.
De esta manera se podría avanzar en la construcción del nuevo modelo de salud que requiere el país sin necesidad de hacer cambios abruptos o profundos que podrían poner en riesgo la prestación de servicios de salud en el país.
Nota relacionada: Prográmese con la ciclovía nocturna y otras actividades que hay en Bogotá.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
La ministra de Salud, Carolina Corcho, en declaraciones a ‘La FM’ realizadas el pasado 27 de noviembre, afirmó que la reforma al Sistema de Salud que se presentará en 2023 propondrá que “las EPS se transformen en Redes de Prestación de Servicio de Salud”, propósito en el cual Bogotá y Antioquia, tendrían todas las condiciones para convertirse en modelos pilotos para su ajuste y posterior expansión gradual a todo el país.
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A riesgo de equivocarme por no conocer más detalles de la propuesta, me adelanto a sugerir algunas ideas. Ambos pilotos estarían centrados primordialmente en el régimen subsidiado y en algunos casos en el contributivo, donde este sea minoritario o no cuente con red de prestadores en especial de atención primaria.
En Bogotá estaría en cabeza del Distrito y de su EPS Capital Salud que afilia al 95 % de esta población. En Antioquia en la gobernación y Savia Salud, también EPS de mayoría pública que afilia al 75 % de las personas de este régimen en el departamento. Ambas regiones poseen una extensa y completa red de hospitales públicos de todos los niveles de complejidad que son actualmente la base para la atención de esta población.
El esquema organizacional propuesto estaría basado en la conformación de una Red Integrada de Servicios de Salud de la cual harían parte la EPS, los hospitales, el Distrito en el caso de Bogotá y la gobernación y las alcaldías en Antioquia.
Existiría una junta directiva con la participación de todos los actores mencionados más representantes de los usuarios, que se encargaría del gobierno de la red integrada, iniciativa que ya fue parcialmente desarrollada en Bogotá desde 2016 y en Antioquia desde 2021 donde se está a la espera de que sea aprobada por la Supersalud.
Con esta propuesta, en Bogotá se ensayaría un piloto urbano concentrado y en Antioquia uno mixto urbano-rural disperso, que tendrían como base la atención primaria preventiva y predictiva que sería ofrecida por los hospitales públicos.
Estos desarrollarían un modelo basado en equipos multidisciplinarios que gestionarían el riesgo individual a nivel del territorio y de coordinar con las autoridades locales la gestión del riesgo colectivo de enfermar y morir.
Esto requeriría una inversión importante para el fortalecimiento de la infraestructura física, el sistema de información, la dotación biomédica y el talento humano de los hospitales públicos.
El segundo aspecto fundamental sería la construcción de Rutas Integrales de Atención por riesgo poblacional, de forma tal que los pacientes reciban una atención integral bajo la responsabilidad única de un conjunto de prestadores integrados para ese fin, que permita la eliminación de las odiosas autorizaciones, el peloteo entre prestadores aislados y la reducción en un 95 % de la engorrosa facturación, experiencia en la que Antioquia ha venido acumulando una gran experiencia.
De esta manera se podría avanzar en la construcción del nuevo modelo de salud que requiere el país sin necesidad de hacer cambios abruptos o profundos que podrían poner en riesgo la prestación de servicios de salud en el país.
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