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Se construye y materializa una promesa de más de 70 años para los bogotanos. La Primera Línea de Metro tiene un avance del 19% de ejecución, gracias a las obras del patio taller en la localidad de Bosa (69%), el intercambiador vial de la calle 72 (8%) y el Traslado Anticipado de Redes (96%). Las obras que se adelantan en este momento cuentan con la ingeniería de detalle no objetada por parte de la interventoría, es decir, está aprobado. Una megaobra que tendrá beneficios ambientales, de espacio público y urbanístico.
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En 2019 triunfó el trabajo cuidadoso y riguroso por encima de la politiquería y de los palos en las ruedas de quienes se opusieron al avance de la ciudad y quienes incluso utilizaron a los jueces para tratar de frenar una obra que beneficiará a los 8 millones de habitantes de la ciudad y en especial a aquellos que viven en las localidades de Bosa, Kennedy, Puente Aranda, Antonio Nariño, Santa Fe, Mártires, Teusaquillo, Chapinero y Barrios Unidos.
El metro de los bogotanos contará con 23,9 km, siendo una de las primeras líneas más extensas del continente, por encima de ciudades como Quito (22 km), Panamá (21 km), Sao Paulo (20,4 km), Santiago (19,3 km), Ciudad de México (18,8 km), Río de Janeiro (16,0), Santo Domingo (14,5 km) y Buenos Aires (9,4 km).
El interés general ha ganado, los ciudadanos han expresado su deseo de que la obra continúe como se contrató, así lo expresó el 53% de los encuestados por Invamer en la medición de marzo. No es para menos, la disminución en tiempos de viaje es una gran ventaja. Desde la localidad de Bosa hasta Chapinero serán solo 27 minutos de recorrido, los ciudadanos podrán tener más tiempo para otras actividades y compartir con sus familias.
La ciudad tendrá por fin su metro. Y será un sistema moderno, automático, eléctrico y 100% ambiental. Un metro digno de la ciudad que tendrá un alto contenido social porque el 88 por ciento de los usuarios serán personas de los estratos 1, 2 y 3 que tendrán un mejor transporte masivo. Tendrá ventilación e iluminación naturales, recuperación de aguas lluvias, equipos con certificación de bajo consumo energético, dispositivos para el ahorro de agua en todas las llaves, cicloparqueaderos y puntos ecológicos para el reciclaje.
La banca multilateral también ha respaldado la megaobra, creyeron en la administración del exalcalde Enrique Peñalosa y los apoyos de los Gobiernos de los ex-presidentes Juan Manuel Santos e Iván Duque y le apostaron a la ciudad para que cuente con un sistema multimodal de transporte público. Gracias a su confianza se han suscrito contratos de crédito por $588 millones de dólares para la planeación, estructuración, construcción, operación, explotación y mantenimiento de las líneas del metro.
Otro aspecto relevante y de beneficio para la ciudad es que la estructura del viaducto será sismorresistente y tendrá una altura de 13,5 metros (a nivel de riel), según las condiciones de la vía y la infraestructura existente. No se trata únicamente de un proyecto de infraestructura vial, el metro es una oportunidad de recuperar los corredores viales deteriorados en la actualidad, en especial la avenida Caracas. Con la construcción del Metro de los bogotanos la ciudad ganará 1,3 millones de metros cuadrados de espacio público renovado y 94.000 metros cuadrados nuevos, para facilitar las conexiones de los peatones y los ciclistas.
El metro de Bogotá tendrá 16 estaciones, 10 con conexión a TransMilenio, 12 con edificios laterales de acceso. Serán en total 28 edificios de acceso para que los ciudadanos puedan ingresar al sistema y disfrutar de recorridos largos con tiempos cortos. Es tiempo de avanzar y no poner más palos en las ruedas del metro de los bogotanos. La ciudad y sus habitantes lo merecemos.